domingo, 22 de noviembre de 2020

17 AÑOS

             Cuando yo tenía 17 años, hacía más de uno que era novia de mi cómplice en el origen de este escrito.

            Estudiaba C.O.U., equivalente añejo de lo que la mujer de mi vida estudia hoy. No tenía móvil, ni noción de lo que era, y para quedar con mis amigas y mi chico, hablaba desde el teléfono del salón, y se enteraba toda la familia. No había viajado en avión,  ni  conocía ningún país extranjero. No tenía coche, ni carnet de conducir. 

            No tenía ni idea de que lo mejor estaba por llegar...y dentro del lote...mi niña.

            No conozco ninguna embarazada más feliz que yo. Recuerdo aquellos nueve meses como una de las épocas más felices de mi vida, que dio parte a la mejor cuando mi hermana vio tus orejitas en paritorio.

            Celebro, en medio de la que está cayendo, tu vida, tu persona, y cada uno de los besos que te doy y las sonrisas con que los recibes. Brindo por lo enamorada que me tienen tus ojos, tu sonrisa, el olor de tu piel y tu cerebro, inundado de buenas ideas, de proyectos inteligentes y de coherencia.

            Me hiciste sentir  amor incondicional y eterno, y ver la vida de otra forma. Me hiciste ser mejor persona. 

            Tu cumpleaños es la fecha en la que todos los que te conocen celebran lo que tu padre, tu hermano y yo, celebramos a diario: tenerte con nosotros. 

             Feliz cumpleaños, mi niña. Feliz vida, y feliz todo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario