jueves, 21 de marzo de 2013

SINDROME TESAS

           Sufro. Estoy enferma. Padezco el Síndrome T.E.S.A.S.

           El nombre no os sonará porque voy a patentarlo ahora, pero cuando os lo explique, os daréis cuenta de que lo sufrís, o conocéis a alguien cercano que lo padece. Pensé ponerle mi nombre, por aquello de la patente, pero bautizar con  tu apellido una enfermedad, es una faena para tu familia...Si descubres una vacuna, o un fármaco prodigioso, vale: el elixir de Sonsi. Pero una enfermedad....Y menos con síntomas psiquiátricos, como ésta...

           Pues el mal que me aqueja no es otro que el  síndrome del Trabajador Eventual del Servicio Andaluz de Salud. 

           Se trata, lógicamente, de una enfermedad profesional, pansexual (afecta igualmente a hombres, mujeres, transexuales, heteros, homos, asexuales....), cuyo espectro de edad abarca desde los veintitantos, a los 67, aunque según evoluciona la legislación laboral, terminará afectando a mayores de 75, me temo...El único rasgo común  para la población afecta, es ser trabajador del SAS, en cualquiera de sus categorías, con contrato eventual, cuya continuidad  laboral se ve comprometida periódicamente. Los últimos picos epidémicos son mensuales, coincidiendo con la renovación azarosa de los contratos. Su duración media es de diez días, los últimos del mes, cuando se cuestiona tu  permanencia.

           Los síntomas fundamentales son dos:

           - angustia vital, manifestada de forma y grado variable según la personalidad y circunstancias de cada enfermo. A mí me da por comer chocolate, pero son frecuentes el insomnio, la mala leche, apatía, desilusión, aumento o pérdida de peso, contracturas cervicales, dermatitis,  vigorexia, tendencia al ahorro compulsivo y crisis de ansiedad. 

           - adherencia obsesiva mano/móvil.  Para el paciente resulta vital tener el móvil en la mano o muy cerca. (Yo he llegado a subir  corriendo la escalera de mi casa, saltando los escalones de cinco en cinco, porque me dejé arriba el móvil mientras bajaba a abrir la puerta.) Comprueba entre 1.000 y 10.000 veces al día que tiene batería y el volumen activado. El simple hecho de saberse en zona de baja cobertura, provoca crisis de pánico, con sudoración profusa, palidez, desconexión del resto del mundo y explosiones violentas al menor comentario, así como búsqueda compulsiva de rayitas en el indicador de cobertura con el móvil apuntando al cielo, como si la antena funcionase mejor con el brazo estirado...¡Ah! Y afecta por igual a usuarios de cualquier compañía telefónica.

             Tratamiento: no hay. Se ha probado con dosis intensas de paciencia y mimos de la pareja, aislamiento del mundo en esos días del mes, tilas y tisanas, barbitúricos... Algunos jefes compasivos han permitido a sus empleados chillarles, ponerles a parir y desahogarse gritando, acusándoles de ser cómplices del sistema....Nada. No se conoce ningún caso resuelto.

            Los síntomas sólo remiten cuando la amable y entusiasta administrativa del Distrito te llama, y te ofrece generosamente un contrato al 75%, durante un mes entero, en Pernambuco, sin puñetera idea de horario, funciones a asumir...ni ná. Y sin opciones, claro, porque si lo rechazas, se te sanciona: castigado sin que te puedan llamar en tres días. ¡So malo!

           Hay quien asegura conocer casos de remisión completa por conseguir una interinidad, pero parece igual de improbable que la convocatoria de oposiciones en los próximos 20 años. Leyendas...

            Cuando cuelgas el teléfono, una vez aceptado el contrato basura, te entran ganas de llorar, y no sabes muy bien si te alegras de tu mezquina suerte, o te da pena todo el tiempo y esfuerzo que has dedicado a una profesión, en la mayoría de casos vocacional, y que no te dejan disfrutar.

            ¿Que? ¿A que os suena la situación?

            Una vez descrito el Síndrome, el paso lógico sería crear una Asociación de afectados para buscar soluciones, elegir quien nos represente ante los estamentos oportunos, y llegar, si es preciso, a presentarnos ante la Princesa Letizia o la Reina, que las asociaciones que logran conmoverlas, consiguen subvenciones...

            Mientras lo conseguimos, suerte a todos. Espero que os consuele saber que no estáis solos. Nos vemos en los Distritos...


            P.D: mientras escribía esto, he comprobado el móvil 53 veces. Brote agudo.

12 comentarios:

libellulah dijo...

lo de amable y entusiasta administrativa me ha hecho gracia, jajaja!!!

Anónimo dijo...

Jajajaja es buenisimo compañera

Mariguetes dijo...

Dios mio!! Ya sé lo que tengo!! Eres un@ crack!! Como me suscribo a tu Blog??

Pilar Terceño dijo...

Dándole a "participar en este sitio", igual que en el mío! Es un blogspot. Yo también me hago, aunque no esté, por suerte, enferma. Cada uno lo suyo

Unknown dijo...

Yo también tengo este síndrome. Después de 17 años. Besos.

Anónimo dijo...

Espectacular pero real como la vida misma y la que nos está afectando. Es una pena que no sea un Síndrome raro para que pueda ser estudiado y subvencionado, por supuesto.
No nos quieren aquí, en esta tierra. Es una pena pero los pies nos huelen ya a otro país .
Ya volveremos... O no.

Anónimo dijo...

Es exactamente así...

Unknown dijo...

Solicito autorización para colgar este artículo en Facebook. Gracias.

el rinconcito de Bea dijo...

con tu permiso lo he colgado en facebook. Si te molesta dimelo y borro la entrada

Anónimo dijo...

Ánimo a todos, esto pasará, lo malo es lo que dejas por el camino:situación anímica, económica, no poder hacer planes de futuro/familia, desconfianza en los que nos gobiernan...Cuando yo acabé la carrera, hace más años que vosotros, el paro era lo habitual, pero durante todo el año y, muchos, muchos dejaron la profesión y se dedicaron a otra cosa. Esto no consuela, pero da perspectiva. Lo importante es seguir hacia delante. No tireis la toalla y no os desanimeis.No os dejeis inmovilizar por el TESAS...

maria jose dijo...

Terrible ..pero perfectamente descrito los sintomas.!ANIMO!

Anónimo dijo...

Triste pero absolutamente cierto...
Los profesionales padeciendo el síndrome TESAS, los pacientes engañados muriéndose en casa esperando asistencia y nuestros representantes políticos robando el dinero de las instituciones públicas....
¡¡¡Gracias SAS por todo!!!!!

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