viernes, 31 de mayo de 2013

SE VA...

            Se va. Está decidido.
 
          Lleva meses diciendo adiós sin que te enteres, porque no se despide de ti, sino del que pensó que eras.

          Enviudó de un sueño, de un espejismo platónico. Nunca debíó besar al príncipe, porque se tornó sapo.

         No llora, no perdió más que la ilusión. Pero duele la burla, el orgullo herido por el desprecio.

         Se irá cuando vire el viento, con el solsticio. No lo notarás, porque ni siquiera sabes dónde está hoy.

         Ojalá te queden reaños para decirle alguna verdad.

jueves, 30 de mayo de 2013

TENSIONES SIN RESOLVER

            La tensión arterial descompensada, no es buena cosa. La tensión eléctrica, es un peligro, siempre.  La tensión emocional, provoca cefaleas, dolor de espalda, malestar...

           Pero la reina de las tensiones, es la tensión sexual, uno de los motores que mueve el mundo. 

           No exagero. Esta energía incontrolable puede colapsar mentes brillantes, dirigir afinidades opuestas, mover actitudes incompatibles y cambiar opiniones. Y por lo tanto, el mundo.

           No somos conscientes del peligro que supone salir de casa con la tensión sexual no resuelta. Existen mecanismos fisiológicos por explicar, pero ciertos, que se ponen en marcha cuando sufrimos dicha tensión, alterando nuestra capacidad de percepción, y dando lugar a trastornos visuales, olfatorios y hormonales, con pérdida de
 concentración y vasodilatación  selectiva.


          Los síntomas se manifiestan cuando se contacta visualmente con el objeto deseado(camisa abierta, trasero marcado, lóbulo auricular derecho....), llegando a ser incontrolables ante contacto físico (esa mano...!).

          Como médico y mujer sana, convencida de la utilidad de la prevención como base de la salud (si, de esas que sólo recetan agua y lavados con suero para los mocos...), recomiendo encarecidamente una dieta mediterránea, desayuno contundente,  ejercicio moderado, y salir de casa con la tensión sexual resuelta. Los dos últimos pasos pueden fundirse en uno...

          Mi método, igual no aumenta la esperanza de vida (que nos bajaría la cuantía de la pensión,  y casi que no compensa...), pero garantiza una mayor satisfacción durante la misma.

          Así pues, resolvamos, que la vida es corta.


P.D: Existen indicios de que el Gabinete de Gobierno, los viernes no....desayuna antes de reunirse a decidir recortes.

miércoles, 29 de mayo de 2013

PALOMAS AL VUELO Y PALOMOS COJOS...

            Igual me equivoco, pero creo que cuando te enamoras de alguien, sucede porque te gusta su forma de ser, sus gestos, sus actos. Te atrae su físico, deseas su cuerpo y sus intimidades.  

            Esto puede suceder muy a menudo, pero  en contadas ocasiones, aparece el  Amor, ese que te hace plantearte un futuro y una vida con otra persona. Y entonces, a lo anterior, se suma que la escoges como compañía para tu vida, y le entregas tu cuerpo, tus proyectos, tu casa, tu familia y tu cuenta bancaria. A veces, hasta la contraseña del Facebook.  Tú, a cambio, aceptas los suyos, con la intención implícita de que sea para siempre, que es como discurren los amores buenos.

          Esa unión, para mí, es un matrimonio, con o sin firma de por medio, con o sin reconocimiento legal por la sociedad. Para estar casados, no hace falta más que aceptarse uno al otro como esposos, y comprometerse a ello. De hecho, yo me casé dos años antes de firmar el acta en el Ayuntamiento.

         Lo que no entiendo es qué tiene que ver con este concepto, el hecho de que los esposos sean del mismo o diferente sexo. Si te puedes casar con alguien de distinta edad, raza, o ideales políticos,  distinta profesión...Con alguien de otro país, otra cultura, o clase social, incluso de distinta religión...Si todo eso, que puede enturbiar de algún modo la convivencia, y el funcionamiento de una familia, no es impedimento para casarse..., ¿qué problema irresoluble supone que  los contrayentes sean del mismo sexo?

          Yo conozco varias mujeres a las que adoro, con las que podría, sin duda, haber compartido  mi familia y mis sueños. A las que podría entregar las riendas de mi vida y quererlas para siempre. Las conocí al mismo tiempo que a mi marido, en las mismas circunstancias. Lo único que hizo que me enamorase de él, en lugar de hacerlo de alguna de ellas, fue mi inclinación sexual, polarizada en un 95 % hacia los hombres. (Sé que ese 5% me va a suponer  mensajitos, preguntas y sonrisas terciadas, pero tengo un marido liberal, y soy demasiado joven todavía para descartar enamorarme del 50%  de la población mundial...)


         El caso es que no necesito esforzarme mucho para imaginarme casada con Yeni, con Sonia, o con Mar, por citar algunas del agrado de mis padres, y hasta de mi abuela. Mujeres de su casa, formales y trabajadoras, que me habrían tratado como a una reina. Me habrían querido con locura y me habrían dado unos niños fantásticos, a los que criar sin padre. Ni falta que les hubiera hecho. Habrían sido unas nueras y cuñadas encantadoras, amén de caer bien a mis amigos, y cocinan estupendamente. Bueno, Mar no, pero su madre si...El destino quiso que  ninguna de nosotras mostrase lésbicas inclinaciones...y a mí me engancharon los pantalones de aquel ladrón de almas.

        Pero, como decía al principio,  igual me equivoco, y el sexo entre personas sólo es lícito si sus genitales son diferentes, si se pueden quedar embarazados sin ayuda, y si los hijos que tengan tienen padre y madre. 

        Porque al resto del mundo, debe interesarles mucho lo que ocurre  en su dormitorio, o en el salón de su casa. Porque si beso las ingles de una mujer, condeno mi alma, pero no si beso las de un hombre. Porque si mi hijo tiene  dos madres que le adoren, es una abominación, ya que crecerá sin modelo masculino (de todos es sabido, que los hijos de viudas se convierten en homosexuales, porque carecen de modelo masculino...).

        Cierto es que los hijos aprenden gran parte de las cosas por imitación,  sobre todo los comportamientos. Los míos, sin ir más lejos,  pretendo que aprendan el respeto y la tolerancia, las ganas de trabajar por  mis sueños, y el amor inmenso que les tengo. Cosas que pueden igualmente copiar de su padre. Aprenderán que besar y abrazar es bueno. Y reírse. Porque lo hacemos en casa cada vez que podemos, sin escondernos, y si puede ser con ellos, mejor. Aprenderán mis aciertos y mis errores. Y elegirán.

        Pero no aprenderán de mí a ser heterosexuales, porque el sexo, su padre y yo, lo dejamos para sus ausencias. Y dudo que fuera de otra forma con una mujer. 

        Para mí fue una satisfacción enorme que España fuera uno de los países pioneros en reconocer el matrimonio homosexual, un motivo para presumir de marca España. Por eso me entristece, y hasta me da vergüenza ajena, que países supuestamente avanzados, como ahora Francia, lleguen a caer en la violencia extrema ante opciones de vida diferentes de la tradicional.

         Sin respeto a las opciones, no puede haber Democracia. Si el prójimo no es igual que yo, nos estamos equivocando...
         

           

lunes, 27 de mayo de 2013

DESILUSIÓN


           Cuando quieres a alguien, todo lo suyo es bueno y sólo encuentras razones para mejorar su vida, para colorear sus momentos. El cielo es su piel, y no hay más lotería que sus besos, ni más recompensa que  tenerle cerca.


           Cuando ese alguien te aparta, despreciando el mundo  que le ofreces, pierdes toda la parte de ti que le corresponde, y se te pudre un cachito de alma, que sólo tenía sentido con él. Se te acumula la indiferencia hasta la desilusión, punto sin retorno de toda historia de dos.

           Por eso es difícil saber quién pierde cuando te rompen el corazón, porque quien te deja, necesariamente te daba menos de lo que tú  entregabas.


jueves, 23 de mayo de 2013

ECHAR A LOS MERCADERES

            Hoy mi consulta transcurre anormalmente tranquila. Aburrida, diría yo. Se ve que los niños no enferman durante el Rocio...milagros de la Virgen, que agradecemos hasta los ateos...
 
             Entre pacientes, leo, me dan ataques de pensar, y consecuentemente, "graforrea". Es que si no escribo, no me creo lo que pienso.

              Leía un artículo en el que alguien sensato se indigna ante otro más de los abusos a los que acostumbran los politicuchos que envilecen el nombre de una profesión, la de político, que por ser vocacional, debería estar exenta de dudas acerca de la intención de los que la ejercen.

             Llámeme ingenua, pero me niego a creer que todos los políticos se corrompen, igual que no creo que todos los curas son pederastas, ni todos los rocieros son juerguistas, ni todos los médicos recetan según su laboratorio de cabecera. 

            Quien esté libre de pecado, tire la primera piedra, y como todos ocultamos alguno, hemos dejado al pairo la vigilancia debida del quehacer de los que nos administran y gobiernan. Primero les votamos, y cuando sospechamos o sabemos que delinquen, nos lavamos las manos, y en lugar de denunciar o dimitirles, nos quejamos de nuestra suerte, del mangoneo de una panda de degenerados....elegidos por mayoría.

          Un padre que permite a su hijo salir solo, no puede ignorar el problema si llega borracho. Hemos dejado que se vicien las Administraciones, al calor del bienestar, más o menos generalizado, que disfrutábamos. Volvíamos la cara al ver al vecino meter la mano donde no debía. Hemos acumulado cachitos de indignación, hasta reventar. Nos hemos dado cuenta de la contundencia de los pucheros cuando nos hemos visto la celulitis en el espejo. Y ya es verano!  Me temo, señores, que no sólo hay que saber reñir, sino también hacerlo a su debido tiempo.

         Yo no creo que todos los garbanzos sean negros, pero sí que necesitamos una criba urgente, cerner el grano de la paja, algún mecanismo por el que los ciudadanos podamos ejercer nuestra soberanía sin tener que esperar cuatro años. Que podamos retirar nuestra confianza de forma efectiva cuando confundamos al lobo con una oveja.

         Basta ya de impunidad, de tolerar la estafa. El Pueblo debe expulsar a los mercaderes del templo, a base de latigazos democráticos.

          Hagan el favor, políticos honrados, de limpiar sus filas, infectas a diestra y siniestra. ¡Escamonden sus casas, purguen sus tripas! Porque como sigamos mascando basura, terminaremos vomitando, y les va a caer todo encima.

Ea.

PROBLEMA DE BATERÍA

             A veces no puedes con tu vida. El cansancio se puede casi tocar en tus carnes. Se palpan ronchas de extenuación en tus brazos. Asoma el agotamiento a tus ojos, a tus andares, y hasta se te aja el cutis. Te duele sonreír.

             En primavera le llaman astenia, pero cuesta creer que la primavera cause estragos en un motor casi nuevo.


            Lo mío es más bien de batería, porque acabo de pasar la ITV, y todo funciona. Pero se ve que se me agotó la pila. El exceso de kilómetros (nunca mejor dicho...) debe haber provocado una fuga de endorfinas...

           Necesito frenarme contigo, una puesta a punto en toda regla. Urge encontrar un hueco imposible en el tiempo, para mirarnos de frente, tumbarnos de lado y poner boca abajo el mundo.

           Comprobar el positivo y negativo de nuestras baterías,  enchufando nuestras manos al pasear por cualquier calle con escaparates ante los que perder el tiempo, fingiendo que nos interesan las bagatelas expuestas, cuando lo relevante es que nos cogemos de la cintura. 

            Necesito que me enciendan las chispas de tus besos, tu aliento en mis rincones y tus fuerzas en mis caderas.

             Quiero atardecer contigo en una playa, que podamos disfrutar la misma puesta de sol, desde el mismo sitio y momento.

              Te echo de menos, no funciono igual sin ti.

lunes, 20 de mayo de 2013

COUGAR

                  Según la Wikipedia, COUGAR es una expresión del argot inglés para definir a las mujeres que buscan una pareja sensiblemente más joven. En el uso normal lingüístico significa puma. Se establece un paralelismo con el mundo animal, es decir, con la caza de hombres más jóvenes (carne fresca) por parte de estas mujeres (depredadoras).
Las cougars son mayores de 30 años y aventajan en 5 ó más años a sus presas, llegando a diferencias mucho más notorias.

                  Recientemente apareció en El País un  artículo en que se hablaba de ellas, citando algunas famosas como ejemplo, y casualmente, mi mejor amigo también lo leyó. Solemos tener conversaciones profundas sobre temas sociológicos, generalmente tras una opípara comida y su posterior gin-tonic,  o tras un episodio memorable entre las sábanas. Es lo bueno de acostarte con tu amigo, que después caben risas, o conversación.

                 En nuestra última charla el tema fue el artículo sobre las cougar, y llegamos a la conclusión de que no tengo vocación para ello. No toda mujer madura puede serlo, porque no se trata  sólo de ser atractiva y sexualmente activa. Y es que las mujeres, hasta para ser asaltacunas tenemos que diferenciarnos de los hombres. Lo complicamos todo.

                Siempre nos pareció habitual, más que normal, que un cincuentón tuviera una relación con una mujer joven y atractiva, a la que  generalmente se le atribuyen intereses patrimónicos, con  o sin matrimonio de por medio. Incluso si el hombre no era pudiente, se acepta que una mujer joven pudiera  interesarse por un madurito, buscando seguridad,  personalidad, figura paterna... Pero sigue llamando la atención una pareja de edades discordantes, en la que ella sea la mayor. O es una bruja manipuladora como Mrs.Robinson, o el chico en cuestión tiene algún problema. Lógicamente, esto no cuenta para mujeres como Courteney Cox o Sharon Stone, porque por ellas perdería la cabeza hasta yo. Me refiero a mujeres  habituales (la palabra normal no me gusta para referirme a personas), como yo. O a Cayetana de Alba...

                Menos mal que vamos cambiando, que la mujer ya no asume que su sexualidad tiene fecha de caducidad mucho mas temprana que la del hombre, que nos hemos vuelto exigentes, y nos gusta sentir y disfrutar. Y probar. Y resulta que una de las cosas que hemos aprendido es que un hombre a los 50, no rinde en la cama igual que uno de 30 (me han dicho,  yo no he pasado de los 42...), y que igual que cambiamos de hiper cuando no nos atienden bien, cambiamos de compañero de cama. Algunas ni cambian, suman y punto. Que cada hiper tiene diferentes artículos, de similar calidad, y compras en cada uno lo que te  conviene.

               Pero como ya he dicho, hay que ser especial. El perfil de mujer cougar que deduzco por diferentes fuentes consultadas, es una mujer en torno a 40 ó mayor, atractiva porque se cuida, independiente, porque ha cuidado su profesión, segura de sí misma, porque ha cultivado sus ideales y sus amistades. Que no busca un hombre que la complemente, porque ya está completa. Quiere alguien que la haga disfrutar, dentro y fuera de la cama, con la misma energía que ella rebosa. Y eso sólo se encuentra en hombres jóvenes. 

                Es, para ello, una mujer constante, enérgica, coherente y disciplinada. Y generosa. Las primeras son cualidades indispensables para mantener un físico y un nivel de vida adecuado al rol de cougar, y la última, necesaria para soportar en tu vida a un jovenzuelo.

               Porque me faltan todas, jamás seré una cougar. Soy indisciplinada y blandita de carácter (el genio es otra cosa...), y en las relaciones,  no me veo enseñando. No tengo paciencia y prefiero que me lleven en el baile. Para qué negarlo. 

              Así que no  me veo con alguien menor de 42, al menos por ahora. Igual cuando me plantee el gimnasio, si el treintañero que me tira los tejos insiste...Pero qué pereza...!



viernes, 17 de mayo de 2013

42

             Hoy cumple 42 años  el hombre más importante de mi vida. Sólo le supera mi hijo, pero aún es un niño, y además,  me lo dio él.

             De sus 42, compartimos los últimos 25,  11 meses, y 9 días. Desde que estamos juntos, casi todo lo bueno ha tenido que ver con él. Nunca me ha dado motivo para arrepentirme de quererle, y jamás me dejó caer.

            Le conocí siendo un adolescente de carácter, que me miraba como nadie lo ha hecho jamás, y se ha convertido en un hombre  noble, tenaz y cariñoso, que equilibra  corazón y cerebro para conducirse en la vida, sin  meterse en la de los demás, y celoso de la suya, que es también la mía. 

           Me tiene siempre la puerta abierta, por si quiero irme,  mientras me da razones de sobra para quedarme. 

          Tiene muchos defectos, afortunadamente, porque sería injusto que me soportara siendo intachable. Pero resulta que sus defectos encajan con los míos.

          Podría escribir cientos de páginas sobre él sin cansarme de pensarlo. Pero prefiero  gastar mi tiempo en besos para sus labios, a ver si me perdona este homenaje, porque le revientan  los cumpleaños...

domingo, 12 de mayo de 2013

SALIR DE SEVILLA

               Hoy ha tocado Triana.

               Habiendo tenido la suerte de nacer en Emérita Augusta, suena "enterista" arrepentirse no haberlo hecho en Sevilla. Pero cuando se vive en la capital del universo, uno quiere nacer y vivir en ella. Lo de morir, ni en Sevilla, ni en parte alguna...

         
             El caso es que esta mañana, domingo de primavera, sin comunión ni plan previsto, una vez desayunados y puestos guapos, decidimos comer fuera, y, de paso, enseñarle a los niños un poquito de cultura sevillana. Nos parece importante que presuman de origen, que andan escasos de sapiencia, y eso se enseña. Probablemente la culpa sea de que vivimos  por fuera de la SE-30,  y eso  ya no es Sevilla, según un docto amigo mío...

              Po pa Triana.

             En el coche empiezan las clases...atravesamos el Tamarguillo, que resulta que fue un arroyo...El templete de la Cruz de Campo. Si, el de la cerveza. Luis Montoto, y el Estadio de la Ciudad. El Corteinglés de mamá. La Buhaira y el bar Jota. San Benito. Ahí, donde está Cajasol, era un solar. La Puerta de la Carne, y explicarles qué era  la  muralla.  Jardines de Murillo a la derecha, la Giralda al fondo. Ahí veíamos la Candelaria... La Universidad, donde vendrá Lucía, seguramente. Daniel  a la Macarena, si sigue queriendo trabajar con mamá. El Lope de Vega, y en frente, el Parque de Maria Luisa,  el de las palomas,  y la Raza (donde la boda de papá y mamá; tú no te acuerdas  porque no habías nacido). El Costurero de la Reina, y a la izquierda, el río y la Torre del Oro. Si, la que hizo Lucía en plástica... Un poquito más p'alante, a la derecha, la Maestranza. El teatro les gusta. La otra no, porque matan toros...Damos la vuelta por a estación de  Córdoba y a la derecha de la Lonja (si, como la de la playa), cruzamos para Triana, República Independiente. 

           Aparcamos en el Altozano,con la estatua del señor que se llama como la calle de la caseta de la Feria,  y comemos en plena calle Castilla, deleitados con  un camarero que luce la guasa de  setenta años de profesión. Y con  la barriguita llena, paseíto por la calle Betis, que sólo tiene de feo el nombre, asomándonos al río, con sus puentes y sus barbos, y su cucaña cuando llegue la Velá,  contándoles las batallitas de los abuelos. Cruzamos Pureza (ahí, en la Capilla de los Marineros, se bautizó  papá...). Santa Ana, donde me hubiera casado si lo hubiera hecho por la iglesia,  por tradición familiar. La Plazuela y  Rodrigo de Triana, la casa de la bisabuela y los patios,  para llegar a San Jacinto, ahora peatonal, y sentarnos a tomar un helado en Filella. Que no  había yo visto las fachadas tan bonitas hasta ahora...Serían los coches...

           Terminamos de pasear cruzando el puente, bajando a los embarcaderos, como un guiri cualquiera, con intención de aventurarnos en las barquitas del río. Lástima de caló, que nos echa p'atras...lo tenemos pendiente. 

          De vuelta a casa, todavía vemos el Parlamento y disfrutamos de los palacetes y los jardines de la Palmera y del campo de fútbol de Heliópolis.

          Han aprendido cositas buenas, y se han reído: objetivo cumplido. Se nos estanca la risa en la cara cuando la niña dice que le ha gustado "salir de Sevilla"...




viernes, 10 de mayo de 2013

LA MITAD DE NADA

            Hay hombres en tu contexto, en el escenario de tu vida, que cuentan por cómo te hacen sentir. Sin implicaciones o con ellas, a gusto del consumidor.

            Son hombres que te sonríen con ganas, se alegran de sentirte alrededor y se les nota. Que te quieren en su vida, como parte de su escenario.

             Te buscan para darte los buenos días, que no empiezan hasta ser dados. Preguntan qué te espera, y te sacan un café de la máquina sin necesidad de preguntar cuál te gusta.

            Se dan cuenta cuando estás seria, si no has dormido y si te pusiste su vaquero favorito.

            No te buscan hueco en la agenda porque formas parte de ella, sin pedir cita.
    
           Te llama para saber de ti, te hace comentarios en Facebook, o te manda un beso iconizado por wasap. Modernuras románticas, o simples galanterías.


            Como el que te da el beso diario, pero cogiéndote la cintura, o te aprieta los dedos de la mano al cruzarse contigo.

            El del piropo en el límite. El que te dice lo que piensa cuando te mira, sabiendo que no debe decirlo, pero de forma políticamente correcta.

            Te invita a comer porque si, o a pasear por la playa.  Se para en medio de un puente a besarte bajo la luna.

           Los hay, incluso, capaces de encender una luz bajita, si se despiertan de noche, sólo para contemplarte desnuda.

           Hay hombres que te hacen sentir princesa, reina...

           Hay otros que no lo hacen nunca, o, peor, dejan de hacerlo, y entonces duele. Te lo ponen muy difícil, y te hacen sentir la mitad de nada.


P.D: La mijita feminista de mi alma se flagela mientras escribo, pero es que me gusta mi escenario.
          

LOBOS

             Por primera vez, aplaudo al Gobierno. He descubierto su plan para SUBIR las pensiones del futuro, no  muy lejano...¿Nadie se ha dado cuenta de la estrategia?

             Si, si, no tengo fiebre, ni deliro. No he bebido, ni consumido genéricos...Es que desde hace semanas los observo como hacía Félix Rodríguez de la Fuente, y he descubierto que los Ministros,  como los lobos, cazan en manada. Y su presa, su objetivo, no es otro que subir las pensiones. Y mucho.

            Me explico. He descubierto que la suya es una estrategia coral, en la que intervienen varios ministerios. Y la clave está en la última idea: un coeficiente que aumente o disminuya las pensiones en función de la esperanza de vida. Parece banal, pero es la piedra angular de la trama, el lobo visible....

          Básicamente se reduce a que si la esperanza de vida aumenta, es decir, se supone que vamos a morirnos más viejos, las pensiones bajan, porque nos pagarán más tiempo. Pero si la esperanza de vida disminuye...las pensiones subirán...y ahí es donde entra el resto de los lobos: ¡tomar medidas para disminuir la esperanza de vida, de forma que los cuatro o cinco que superen la edad de jubilación, disfruten pensiones millonarias durante el par de años que sobrevivan!!

          Impresiona, ¿verdad?.

          El cómplice principal es el Ministerio de Sanidad:  nos cargamos la Sanidad Pública, aumenta el precio de los medicamentos no financiados, y retiramos el presupuesto de dependencia, y caen como moscas....

          El de Trabajo, insiste en aumentar la precariedad laboral, y con ello el estrés y las enfermedades derivadas, y prorroga la edad de jubilación, para que haya más probabilidad de accidentes laborales...otros pocos menos.

         Justicia...todos sabéis de mi debilidad con su ministro....pero sólo citaré la brillante idea de fomentar el aborto clandestino, que le asegura una merma importante de candidatas a pensión.

         En Obras Públicas, con dejar de invertir en carreteras, ya hacen bastante por aumentar la siniestralidad. Y si Interior aumenta la velocidad permitida...caza asegurada. 

         No tengo aún todos los actores definidos, pero los sigo estudiando. La estrategia me parece tan brillante que no puedo pensar con claridad. 

        Eso, y que estoy mirando  folletos de inmobiliarias para retirarme a la Toscana, o comprarme una Isla Griega, cuando me jubile a los 82, y disfrutar de la vida los seis meses que me queden...


martes, 7 de mayo de 2013

EL MEJOR AMIGO DE MI CHICO

           Cariño, tu amigo se está pasando conmigo.

           Siempre ha sido un espabilao, muy gallito, pendiente de cualquier escoba vestida. Pero ya debería haber madurado. 

           Tú, que le conoces mejor que nadie, reconocerás que desde siempre, soy su objetivo máximo, y que con ninguna mujer es tan descarado e insistente como conmigo. 

           A mí me encanta, y me va su rollito, las cosas como son. Su espontaneidad, y su forma de hacerse notar son halagadoras. Y como puede presumir de hechuras, se crece en mi presencia. Me conoce de sobra, sabe seducirme... así que me lo llevo al huerto cada vez que puedo, como tú y yo habíamos pactado. 

          Pero lo de ahora es acoso. 

          Me vigila. Me persigue. Intenta asomarse cuando  me escucha cerca, y no se corta un pelo, dejando claras sus intenciones si adivina que me voy a la cama, o a la ducha. No hay vez que pase por su lado que no se acerque a mis caderas. Y es bastante embarazoso cuando estamos en público, o en casa de tus padres.

          Cuando llego a casa, ya me está esperando. No respeta horas de comida, ni siestas, ni descanso. Y muchos días, se despierta antes que yo.

          Yo comprendo la crisis de los cuarenta, la primavera...y que la confianza que tenemos le predisponga a ciertas libertades... pero tiene que entender, que tú y yo tenemos vida social, e hijos a los que dar ejemplo. Y necesitamos tiempo a solas, para charlar de nuestras cosas, y abrazarnos, sin necesidad de sexo.

         Así que vas a tener que hablarle. Aunque me consta que tú le das cuartelillo, cuando no le animas descaradamente... Tienes que dejarle claro que lo adoro, y le necesito en nuestra vida. Respeto todo su esfuerzo por hacernos felices, pero debe asumir que no soy una máquina, y que tendrá que dosificar sus ataques, que no doy abasto. 

         Busca el momento para darle un abrazo y habla con él a solas, en la ducha, o cuando lo saques a hacer  pis. Eso sí. No le riñas mucho, que una cosa es que frene sus ímpetus, y otra que cambie de objetivo. Que yo no soy tan liberal como tú, y como lo pille con otra...¡¡te lo corto!! Cielo.

lunes, 6 de mayo de 2013

UN CUENTO SIN ACABAR

                      De repente se vio frente a la puerta de la habitación. Un pasillo vacío del hotel donde habían decidido probarse. Probarse en todas las acepciones. Probar sus cuerpos, sus sabores, sus medidas. Probar lo que se sentía a solas, sin esconder nada, salvo toda su vida. Probarle al otro las promesas hechas.

                      Las piernas le temblaban, no recordaba la última vez que estuvo tan nerviosa antes de dar un paso. Llevaba días pensando qué ponerse para gustarle, aparentando normalidad.  En el bolso, unos bocadillos, que se saltaron el almuerzo para alargar la tarde.


                      Planearon la cita durante semanas. Le quería desde siempre. Y estaba allí. Al otro lado de la puerta de una habitación de hotel. Quizás con los mismos nervios. Se obligó a llamar, para creer lo que estaba haciendo.


                      Entró en la habitación casi atropellándole, sin saber muy bien dónde besarle, ni cómo abrazarle. Qué torpe la novedad. Menos mal que él conservaba un ápice de aplomo, en aquella sonrisa que le desbordaba la cara. 


                      Evitaron la cama, casi sin intención, para romper el hielo a besos y susurros en los sillones. Nunca olvidará con qué delicadeza retiró la alianza de su dedo y la dejó junto a la de él. Se habían descasado por unas horas. Y a ella le pareció el más rotundo de los compromisos. Sin embargo, no volvió  a hacerlo nunca.

                     Apenas un rato después, se desnudaban, y arrugaron las sábanas de cien maneras, y besaron, lamieron, vieron y acariciaron cada rincón.  Humedecieron sus pieles y las de la cama, incluso las de los ojos, a base de emoción, placer...y amor. Amor distinto, condicionado, pero con muchos ceros a la derecha.


                    Es curiosa la mente, que selecciona momentos-tesoro, que le hacen temblar al recordarlos: cuando la atrajo hacia él, los dos desnudos; cuando bajaron sus besos del cuello a los pechos; cuando sus manos la arrastraron al borde de la cama; cuando sus dedos la exploraban, abriendo paso al sexo, tantas veces esperado.


                   Y cuando tuvo que empujarlo a que le dijera con la voz, lo que le susurraba con los ojos.


                  En lugar de perdices,  unos bocadillos de queso, bastante secos. Quizás por eso el cuento resultó diferente. Se enredaron en la trama, y, para bien o para mal, está sin acabar. 


                 O eso cree, pero el corazón se le subió a la garganta y se le atragantan las realidades.

sábado, 4 de mayo de 2013

MAMÁS

             Mañana es el Día de la Madre. Mis obligaciones no me dejarán escribir, así que me adelanto. 

             Durante años, este día  significaba que un centro comercial se había inventado una excusa para regalarle algo a Mamá, aparte de su cumpleaños (también en mayo, por cierto), su santo (en junio) y las Navidades...Pero no importaba, porque se merece eso y más. Lo importante era el detalle, y, ya de mayor,  supone una excusa perfecta para visitarla, y vernos todos en casa. Homenajearla.

             Desde hace nueve años, pasé al lado de las homenajeadas. Entonces entiendes eso que tu madre te ha dicho tantas veces, de que lo que importa es el detalle,  y que no hace falta regalo, que solo quiere un beso, y que la llames.

             Pero también empecé a no estar de acuerdo con la dirección del regalo: deberíamos regalar nosotras a los hijos, por brindarnos la oportunidad de serlo. 

             No me cansaré de repetir que la maternidad no es indispensable en la vida de una mujer, pero es, sin duda, la mejor decisión que tomé en la mía.

             Ser  padres es una decisión  egoísta, que nos hace dichosos la mayor parte de las veces. Es una autosatisfacción. El onanismo de las decisiones vitales. Nos eleva a la categoría de dioses, porque decidimos crear vidas, y moldearlas a nuestra imagen y semejanza, o a nuestro antojo, si  la nuestra no nos satisface. Cierto es que supone un esfuerzo titánico y responsabilidad de por vida, pero ningún hijo pide nacer. Y la recompensa diaria de sus besos es la droga más poderosa que existe. 

             Por eso, mañana, Día de  la Madre, recibiré henchida de orgullo el detalle de mis hijos, y guardaré como un tesoro el dibujo o la tarjeta de felicitación que me suelen hacer. Y mi fortuna serán sus besos y sus abrazotes de pequeños brazos. Y dedicaré el tiempo que me quede libre a pensarlos, a recrearme en mi suerte inmensa.

            Felicito desde aquí a todas las mamás, y a los hijos que tengan una de las buenas, como la mía..

¿SABES QUERER...?

                 La primera pregunta que debiéramos hacer cuando empezamos a enamorarnos es...¿tú sabes querer?. Nos ahorraríamos muchos disgustos.

                Hay personas que no saben querer. El amor es un sentimiento, un instinto, una pulsión que no se aprende. Pero querer es la forma que tenemos de dosificar ese amor, de usarlo, de repartirlo. El modo en que lo entregamos a los demás. Y eso sí se aprende. 

                Hay una frase, de esas que circulan por las redes, que dice que si un hombre te trata como una princesa, es que lo ha criado una reina (o un rey, añadiría yo, que para eso soy muy pijotera...). A eso es a lo que me refiero, pero no en cuanto a modales, sino a su modo de querer.

               Hay personas que no te saben querer, por mucho que te amen. Porque no lo aprendieron. No  les enseñaron.  Porque hay familias en las que no se educa a los hijos en quereres. No se les besa, se les abraza, se les habla con cariño y con mimos, ni se les dosifica adecuadamente. Son familias en las que se riñe de forma brusca, en las que no se pide perdón cuando uno hiere, y se asume que no hay que pedirlo. Ni se reconocen los méritos y los aciertos de los niños,  ni se les aplauden a su debido momento. Y aprendemos a abrazar, hablar, y reñir, por imitación de modelos parentales.

               No me refiero a maltratos, ni  falta de amor. Hablo de padres y madres que adoran a sus hijos, pero no saben expresarlo,  no se lo hacen llegar. Y la consecuencia es que ese niño se convierte en un adulto despegado, poco cariñoso con los suyos, brusco o torpe en su relación con los hijos, incapaz de pedirles disculpas  si se equivoca, ni de decirles te quiero mil veces al día, porque se asume que los adora. 


              Igualmente pasa con las parejas. Reconozco que me gusta besar, acariciar y tocar, probablemente en exceso. Si tengo cerca a mi razón para sonreír, me gusta que lo sepa, y necesito, a su vez, que me manifieste su cariño. Para mí es salud, costumbre, necesidad. Es un comportamiento aprendido de mis padres, es lo que he vivido en casa. Por eso también me como a besos a mis hijos, cada vez que puedo, y los piropeo y los achucho a diario. Por eso procuro pedirles disculpas por mis brusquedades y mis ausencias.

             Si tuviera a mi lado un hombre que no me supiera querer, que diera por hecho que sé que me ama, que no me besara aunque fuera con los ojos, cuando está cerca, y no me dijera con cierta frecuencia lo que yo ya sé, por mucho que me amase, no me haría feliz. Porque no sabría quererme.

             Seguro que conoces personas como las que digo. A veces, tienen la suerte de que se enamore de ellos alguien que sí sabe querer, y pueden pasar dos cosas: que aprenda, o que no. Y si no  aprende, la estabilidad de esa pareja depende de la fortaleza del otro y de su generosidad. Y aún gozando de ellas, el camino es espinoso. 

            Yo habría fracasado en una relación así. Carezco de esas cualidades y creo en el carpe diem de los cariños.

           ¿Y tú? ¿Sabes querer?

miércoles, 1 de mayo de 2013

QUÉ PUÑETAS...!

           Desde que tengo uso de razón, incluso antes, no recuerdo haber querido ser otra cosa que médico. Bueno,  durante unos meses me dio por ser patrón de barco, pero de un buque hospital...

           Para conseguirlo, aparte de aprobar Selectividad, y terminar una Licenciatura de seis años, tuve que aprobar el MIR, para poder trabajar mientras me formaba en mi especialidad, y, al fin, después de tropecientos años...Médico de Familia. Ni más, ni menos. El orgullo de mis padres,  mi novio y de los que me querían y compartieron mis años de empeño.

          Y por supuesto, una de mis ilusiones cumplidas. Tendría la suerte de dedicarme a lo que me gusta. Una profesión apasionante, bien remunerada, respetada y útil a la sociedad.

         Lo que nadie me dijo,  es que diez años después de especializarme, de trabajar como sustituto por decenas de centros de salud, entidades privadas y mutuas, hoy  estaría trabajando a 150 km de mi casa, con un contrato eventual, a tiempo parcial, que me renuevan, con suerte, el último día de cada mes, en el que no tengo opción de elegir puesto, horario, ni destino, sin incentivos y con dos días de vacaciones al mes, no acumulables, aunque permanezca en el mismo puesto durante meses... y con la sensación amarga  de que tengo que estar agradecida, con un sueldo que no me da ni para estar orgullosa de ganarlo.

         La crisis, ese demonio del siglo XXI, ante cuya mención, cualquier abismo se nos hace confortable, a la voz unísona de "podría ser peor", sirve de excusa para no mandar al infierno a quienes ningunean a profesionales de alta cualificación, con el chantaje cierto de que, si  yo renuncio, otro se prestará gustoso para mi puesto. 

         A pesar de ser contrato a tiempo parcial, debo hacer 300 km. diarios, porque la rebaja no se hace en días, sino en horas diarias. Hago el mismo trayecto que para una jornada completa, pero trabajando y cobrando un 25% menos. Pero el combustible cuesta igual. La posibilidad de distribuir el servicio de otra forma, ni se plantea, porque habría que recortar prestaciones al usuario. Y es más fácil, y menos escandaloso, recortar dignidad al trabajador. Recortan el servicio en una cuarta parte, pero el usuario no lo nota, porque nuestro pundonor médico, que nos hace, por vocación, intentar mantener un servicio sensible, como es la atención médica, y la certeza de no encontrar trabajo en otra parte (doy fe), nos hacen cobardes sumisos que justifican la situación porque "es lo que hay". Una especie de síndrome de  Estocolmo entre el Servicio Público de Salud y los profesionales que lo conformamos. 

         Me felicitan mis compañeros en el día de hoy, intentan convencerme de mi fortuna. 

         Pues lo siento...¡¡¡pero no sé que puñetas tengo yo que celebrar hoy!!