viernes, 18 de diciembre de 2015

SUERTE PARA EL LUNES

                              A poco más de un día del sufragio, el panorama se presenta,  cuanto menos, jocoso,  y los que somos de izquierdas tenemos el mismo dilema  de siempre: votar en conciencia, o voto útil.

                             Soy consciente de las consecuencias de uno y otro, y de que cada voto cuenta,  pero es complejo, aún sabiendo de que lado  duermes. 


                             El que sueña por la derecha, debe dar su voto a un presidente obsoleto y hasta patético, que miente más que habla,  que ha demostrado su madera,  que reparte y recibe por igual collejas de su familia en plena campaña,  o votar,  por cambiar,  a un aspirante aventajado,  listo ( no sé si inteligente),  que ha sabido jugar sus cartas como un campeón. Igual al final pincha, pero el mérito de llegar a donde está en tan poco tiempo, hay que reconocerlo. Eso sí su pedantería es criminal. 

                            Cualquiera de los dos  resulta igual de peligroso para el obrero, sus hijos, y sus nietos. 

                            Los que soñamos de izquierdas lo tenemos igual, o peor,  porque nuestro talón de Aquiles es la absurda diversificación de la siniestra. 

                            Mi voto en conciencia sería para Garzón. No voy a explicarlo,  simplemente me convence,  pero entiendo que es tirar mi voto.

                            El coletas me ha caído mal desde el principio. Tampoco se explicarlo,  pero los canijos con cara de rata mojada me provocan desconfianza,  y si encima van de sobrados intelectuales, defendiendo la igualdad, pero mirando con cara de asco al que difiere de la suya,  pues no me convence. Lo que sé de su programa,  tampoco. 

                            Y a Pedro me lo quedaba yo a solas, aparte de por mono, para darle una somanta de collejas tipo Rajoy,  y que se entere de lo que el socialismo espera de él.  Guapo, pero sin empaque...como el que tiene un tío en Alcalá...

                            Así que de nada me ha servido estar atenta a la campaña del debate excluyente,  de los suplentes del presidente,  de los insultos y contrainsultos, del puñetazo a un presidente en plena alerta  de grado 4 de terrorismo,  y del supuesto final del bipartidismo... porque no ha resuelto mi duda.  Me declaro, a día de hoy, indecisa.

                            Se admiten consejos inteligentes. 

                            Suerte a todos para el lunes...

miércoles, 16 de diciembre de 2015

SILENCIO, POR FAVOR




                         Sueño a veces con el silencio. Anhelo de veras que un rato de silencio invada mi cabeza. Llegar a oírlo, para descansar,  para planear la cordura que ahora preciso y que no llega.

                         Me aficioné tanto a vivir de la marmita, que no recuerdo la serenidad. Ahora el ruido no me deja oír la música, y sin música no puedo bailar la vida, porque confundo los pasos con el corazón desafinado.

                         Tengo algún  que otro luthier de confianza, que intentan afinar mis cuerdas, pero me temo que hay demasiado ruido incluso para ellos....

                          Silencio, por favor, silencio.



























martes, 1 de diciembre de 2015

AMOR CIEGO

                      ¿Qué tiene de valioso el amor ciego? Por qué razón es tan elogiado, y lo cantan los poetas, y lo veneran los locos de la vida? ¿Acaso el amor ciego no es el más fácil y menos meritorio? 

                      No encuentro yo la valentía, ni el coraje, en amar ciegamente. Querer al otro sin ver sus defectos y sus fallos,  sin conocerle las miserias y debilidades, sus ruindades y sus egoísmos...es de párvulos, a mi parecer.  

                      Qué feliz debe ser el que ama  sin ver, o sin querer ver,  las dos caras de la moneda. No gasta su alma más que en sonrisas, caricias y belleza. Nace,  crece,  ama ciegamente y muere. Pero muere sin haber usado toda su alma, sin haberla arañado.

                       El amor ciego no es,  como  se le supone, incondicional,  porque suele terminarse cuando cura su ceguera.  Por eso los amores son tan fáciles y encantadores al principio,  cuando  no se ven los fallos,  y se agrían y terminan, conforme van levantando pieles. 

                       El amor de verdad no es ciego.  Lo ve todo, aunque la verdad le queme la retina,  y aún así,  ama.  Y por eso cotiza alto. 

                       Yo quiero amor vidente. 

                       Cuando te sabes amada a pesar de tu infierno,  con tus agujeros en el alma y tus dobles fondos,  con tropiezos y tus lastres...tocas el cielo.  Y sabes,  en tu fuero interno,  que muy pocos conocen esa dicha,  y no necesitas droga alguna para elevarte por encima de todos,  a su lado. 

                       Y cuando lo amas a pesar de sus demonios,  sus  silencios,  sus escapadas casi astrales y sus dos yo,  o tres,  de repente todo es sencillo,  binario y sin grises, y  todo se reduce a caminar de su mano.

                       Conozco ese amor,  en ambas direcciones,  y descubrí que aunque navegar en calma es delicioso, no te gradúas de marino sin sufrir las tormentas.