domingo, 21 de junio de 2015

ESCAPARME CONTIGO

                             Ya va siendo hora de que me des lo que me merezco,  y yo te lo devuelva a besos. Ya es tiempo de parar la vida, de escondernos en uno de esos rincones donde nos retiramos de cuando en cuando, para poner al día nuestras risas y nuestras pieles. Para recordarnos lo bueno de tenernos cerca. 

                             Escaparme contigo es una de esas buenas costumbres, saludables para el cuerpo y el alma, necesarias para un buen vivir. Y como los buenos hábitos, engancha. 

                            Vamos a pasear de la mano, como novios, mirando pasar la gente sin verlos, porque  solo importa lo que nos digamos. Vamos a llegar a esa cama de donde toque, y vamos a convertirla en nuestra. Vamos aponer al día la cuenta de nuestros besos, nuestras alegrías y desventuras,  a regalarnos  cariño, y ternura, a devorarnos cual lobos  hambrientos y egoístas. Vamos a permitirnos el capricho de ser. 

                           Un día a solas contigo, con su noche y su madrugada, han de valernos como semanas, para mantener vivas las ansias de tenernos ganas.  Que la vida es tan difícil, que aún estando cerca, nos puede tener separados. Porque puedo hablarte a diario sin decir lo importante, tenerte al lado sin disfrutar de ti.  Que no me sacia comerte sólo con los ojos, que necesito besarte las entrañas de tu ser más íntimo. 

                           Porque también las almas se desnudan a solas.




miércoles, 17 de junio de 2015

PALABRA DE CHOCOLATE

                Lo que nos pasa es que tú no sabes comer chocolate. Vas de sibarita malcriado de costumbres nobles y gustos exquisitos, y a  diario te alimentas de una ambrosía difícil de superar. Pero te gusta el chocolate y no sabes disfrutarlo.

                Una pena, porque es delicioso, cardiosaludable,  y uno de los pocos vicios recomendables para quien aspira a una vida dulce y satisfactoria. Rico en triptófano y aumenta las endorfinas, mejorando ostensiblemente el carácter y la sensación de bienestar, sin olvidar que el simple hecho de saborearlo es un placer de dioses...digno de mortales. 

               Tú lo comes a escondidas, dándote atracones esporádicos, festines paroxísticos, diría yo. Pero esa no es la forma de disfrutarlo. Que va... Los atracones  te calman durante unos dias la ansiedad acumulada, y proporcionan una satisfacción intensa...pero pasajera. Paliativa, no curativa.

              Lo que debes aprender, y me duele la boca de decírtelo, es a poner  chocolate en tu dieta habitual, en pequeñas porciones diarias, que mantengan tus niveles óptimos de triptófano sin desbordarlos, y prevengan tu ansiedad, en lugar  de calmarla. Comerlo con apetito,  no con hambre de lobo.

             Eso no quita que, de cuando en cuando, te permitas un homenaje chocolatero, una orgía de cacao,  que no deja de ser un pecado benial al que seguir apuntándome. Siempre. 

            Así que hazme caso, cariño,  y aprende a comerlo de una vez. Ponlo en tu vida. 

            Palabra de  chocolate...

viernes, 12 de junio de 2015

PIERNAS CANSADAS

               Hoy necesito un masaje como el del otro día. Por favor. 

               Podría acostumbrarme a tus mimos, sabes? Los dosificas magistralmente, de forma que no empalaguen,  y los mezclas con punzadas sarcásticas, insinuaciones veladas que sabes que descubriré, y juegos de palabras que haremos solo nuestros, para sonreír en público cuando nos digamos picardías privadas. Pero lo de los masajes es la guinda. 

              Hoy mis piernas  están igual de cansadas que aquel día en que me pillaste en la cama,  después de la guardia, recién duchada y tumbada boca abajo, sin fuerzas ni para vestirme. La penumbra de la habitación y las sábanas revueltas oliendo a ti, invitaban a quedarse, a que el mundo siguiera funcionando mientras yo vegetaba allí, sintiendo el peso incluso de las pestañas. 

              No me dí cuenta de que te hubieras sentado en la cama,  ni siquiera de que entrabas en  el dormitorio. Tu saludo fueron tus manos en mis pantorrillas. Una caricia leve, como alisándolas, casi lo justo para notar que estaban hinchadas. Un beso en la cintura, otro en el cuello y me desprendiste la toalla, para olerme el cabello húmedo. Me quitaste la almohada, y recolocaste mi cuerpo como si movieras un saco de patatas delicadísimo, separando apenas mis muslos para que las piernas no se rozasen. Y empezó tu regalo. 

              Tienes las manos que me hacen falta. No demasiado grandes,  ni  huesudas,  masculinas pero elegantes, fuertes, pero controladas. Caballerescas, casi. Las yemas de tus dedos, suaves y habilidosas,  saben marcar la presión justa en cada centímetro mío. 

              Odio mis horrendos pies, pero los pobres son como los perros feos y sarnosos, que nadie los quiere, y agradecen cada caricia y cada gesto afectuoso. Tus manos los resucitan. Después de un masaje en la cabeza, pocas cosas aparentemente inocentes me erotizan más que un masaje en los pies.

              Sabes que no me gustan los aceites, salvo en ciertas ocasiones, así que los embadurnaste de una crema perfumada que encontraste en mis cajones. La guardaba hacía años, para una ocasión especial, porque fue regalo de una amiga, y venía con un perfume carisísimo. Y ahí estabas tú, derramándola en mis horribles pies, convirtiendo un masaje prosaico en cena de gala, haciéndolos cenicientos. 

               De distal a proximal, fuiste masajeando cada dedo, cada pliegue, cada centímetro  de la planta, empujando con delicadeza  los excesos que contienen hacia mi corazón. Subes a los tobillos, delgada frontera entre los arrabales de mis pies,  y el boulebard amable de mis piernas. ¿Ves? Mis piernas si me gustan. No es que sean espectaculares,  ni mucho menos,  y ya se ven ajadas por las rayitas azules y las células de itis... pero han sido preciosas y quien tuvo, retuvo. Pocas veces me fallaron, y nunca las oculté a propósito. 

            Tú las acaricias siempre,  pero ese día, les rendiste homenaje. El ritual de caricias y cremas llego a mis rodillas en nivel suspiro,  y fue subiendo  despacio,  al ritmo que marcaba mi piel recibiéndote, hasta tu curva favorita, entre el muslo y el final de la espalda, casi en nivel gemido. 

              Una vez despejado el campo,  desplegada la artillería y expuestas tus intenciones,  diste salida a tus habilidades manuales,  y fuiste aumentado la presión de las caricias,  y los vaivenes y magreos daban paso a precisas presiones que llegaban a doler de gusto. Mis piernas iban cobrando vida conforme subían tus manos,  y a los dos minutos y veinte segundos de que llegaran a mi trasero,  y lo amasaran como a panes candeales, el duende que controla mis deseos se había despertado, y derramaba calores por mi entrepierna . 

               No hizo falta más invitación.  Invadiste mi sexo con el tuyo, besando mi cuello,  mi espalda y todo trozo de piel al que tuviste acceso,  mientras  tus vaivenes se acompasaban con los míos, dando cuenta de cuan larga había sido para ti mi ausencia. 

               Al final de mi largo gemido  pude sentir el tuyo, ronco, acallado, entrecortado, con una sonrisa final que besó la mía durante minutos.  Y luego la calma, el sopor, la sensación.  Tú conmigo.

               Pues hoy también tengo las piernas cansadas, cielo....y un poquito el alma.
              

lunes, 8 de junio de 2015

MÁS DE 10.000 DÍAS.

                       Hoy hace 28 años que empezó la mejor parte de mi vida. Las cosas importantes suelen depender de decisiones que aparentan intrascendentes, y aquella mañana  tú decidiste pedirme salir,  y yo decidí decir que si. Dos adolescentes jugando a ser mayores. Desde entonces, hemos seguido eligiéndonos cada uno de los días. Y van más de  10.000...

                      Solo nosotros sabemos cuánto, cómo  y por qué nos queremos. Solo tú y yo conocemos la magia y la emoción de juntar nuestras pieles. Somos los únicos que conocemos lo que compartimos a solas, el secreto de nuestro beso, y el valor de seguir al lado del otro.

                     Gracias por quererme  a nuestra manera, por regalarme tanta vida.

                     Si te apetece, seguimos disfrutándola unos cuantos años más... O mil. 

                     Te quiero.

miércoles, 3 de junio de 2015

FAMILIAS TUNEADAS

                            Cuando la crispación  y problemática social se generalizan y afectan a pilares básicos como  el pan y el techo de la población, las minorías y sus necesidades pagan los platos rotos, debido a la priorización de los problemas ( y las ideologías  gobernantes).

                             Los derechos de estas minorías  se descuidan, cuando no se pisotean directamente. Las familias homoparentales y su derecho a existir como tales, son un ejemplo candente.

                            Obviamente, nuestro conservador gobierno pesca en río revuelto, y aprovecha la dispersión e inoperancia de una oposición dormida,  ausente, vendida?...para legislar conforme a su moralina, que para eso son mayoría,  las cosas como son...

                            Yo tengo la suerte, si se puede considerar así , de tener una familia políticamente correcta según el canon actual, así que mis hijos tienen sus derechos reconocidos. Otra cosa es que se los respeten...

                             Somos un papá y una mamá heterosexuales, como Dios manda,  casados, aunque sea por lo civil, con un niño y una niña sin necesidades especiales. Familia estandar, vamos.  Pero aunque para mí no sea un problema, me repatea el concepto. Los médicos de familia estudiamos estructuras y roles familiares,  y somos conscientes de la importancia de éstos en el desarrollo personal y la salud del individuo, pero nunca me enseñaron  que haya modelos patológicos de familia,  o  no normales.  La familia es el núcleo básico de relación y si no queremos una  sociedad formada por clones sin identidad, no podemos estandarizarla. Las familias tienen que estar tuneadas, personalizadas. No cabe defender la diversidad de las especies y la uniformidad de los humanos. Carece de sentido. 

                            Una familia debe ser la persona o personas con quien convives, unidos por lazos de consanguinidad o afecto,  con un proyecto de vida en común. Las parejas de hecho, heterosexuales o no, son familia, como las monoparentales,  o los huérfanos que viven con sus abuelos o tíos,  y los adoptados. Y los niños y adultos que  las conforman, deberían tener los mismos derechos que mi marido,  mis hijos y yo. Pues no. Depende de quién adopte o de cómo sea concebido el hijo, se le reconocen o no. 

                            En todo este despropósito,  la peor parte se la llevan los homoparentales, sobre todo varones.. Si son mujeres,  una de ellas puede gestar un hijo por inseminacion artificial,  y despues de muchos trámites y papeleos, la otra puede adoptar,  con matrimonio de por medio. Pero mi marido, aunque no hubiera sido el padre biológico de mis hijos, es reconocido como tal automáticamente. Y nos casamos mediante la misma ceremonia que dos lesbianas.

                          A los varones heterosexuales sólo les queda la adopción. La única forma de tener hijos biológicos  es la maternidad subrogada, pero es ilegal en España. Y aunque la subroguen en el extranjero, a este hijo no se le reconoce dicho estatus en España. 

                         Entiendo que la naturaleza les ha negado el útero a los varones, pero también nos negó las  alas y volamos,  y buceamos sin branquias. Si somos capaces de inseminar a una mujer para gestar el hijo biológico de uno de ellos,  y ella presta voluntariamente su matriz, ¿por qué les negamos esa posibilidad?. Convertimos en privilegio lo que debiera ser derecho.

                        Es absurdo prohibir la maternidad subrogada. Lo que hay es que regularla convenientemente, para garantizar los derechos de sus actores y la voluntariedad sin coacciones del proceso. Si una mujer no tiene miedo al embarazo y goza de buena salud,  no sé por qué  no puede gestar el hijo de un amigo,  un familiar o un desconocido que se lo pida. Se  prohibe prestar un órgano,  pero se permite donar otros con donante vivo. Pues no lo entiendo. 

                       Obviamente no es tan sencillo, pero la solución de los grandes problemas empieza por desenredar el ovillo y simplificar. Damos pasos para atrás, como los cangrejos, y las pequeñas  muescas en los derechos de las minorías, terminan quebrando el florero. 

                       Legalización de la maternidad subrogada, YA!

martes, 2 de junio de 2015

CANSARTE

                Claro que vas a cansarte, cielo. No lo dudes.

                Dicen que la distancia es el olvido, la donna è mobile y el corazón del hombre inconstante. Y esta historia de citas potenciales, promesas sin fecha entre ladrones de tiempo y besos, agota los corazones y la paciencia, y te hartas de la dieta. 

               Porque los colores se destiñen con el tiempo, las flores se agostan y tú y yo entendemos de amores, y peinamos canas para entender de silencios que lo dicen todo,  de acordarte de olvidar y de tesoros del corazón. 

             Claro que vas a cansarte, cielo. Pero olvidarme,  nunca. De eso me encargo yo.

DROGADICTA, ME TEMO...

                                Estaba pensando que el amor es como las drogas clásicas, y que todos nos enganchamos con alguna. O varias. O demasiadas. 

                                Me explico....el amor marihuana te relaja, te hace reír, desinhibirte, te proporciona un bienestar sereno, con momentos memorables. Es suave al entrar y al salir, y no te quita el sueño. Puede ser incluso saludable porque alivia intensos dolores.

                               El amor cocaína es excitante, bruscamente intenso,  un subidón para tus sentidos. Pero igualmente te baja al infierno de golpe, y, no pocas  veces, acaba contigo,  o te deja terribles secuelas. Su pureza es igual de  rara que peligrosa, pero suele estar adulterado.

                               El amor heroína te destroza la vida. Se cuela en tus venas y te encadena para siempre, creándote una dependencia tanto física como psíquica. Aunque robe todo lo bueno y sufras lo indecible, vuelves a caer. Te somete hasta tu destrucción, y te deja solo y abandonado. 

                              Las drogas modernas, de síntesis,  son pseudoamores, relaciones tóxicas desconocidas y peligrosas. mejor no jugar con ellas. 

                             
                               Desde mi punto de vista, lo menos nocivo para el alma de una es el consumo responsable de amor marihuana,  difícil resistirse a probar  el amor cocaína,  y rotundamente perjudicial caer en el submundo del amor heroína. Hace demasiado daño, y la metadona  también esclaviza.