domingo, 28 de abril de 2013

YOGURT


           Querido Tú: 


           Si lo único imprescindible es que te siga queriendo, lo nuestro  va a ser como el yogurt, que no tiene fecha de caducidad, pero se conserva frío. Lástima que los prefiero a temperatura ambiente. 

           Si lo único imprescindible es que te siga queriendo, te lo repetiré a diario, o nunca, que es como parece gustarte. Lástima que yo prefiero  estrenar beso  cada día.

          Si ésta es tu paz,  no te voy a dar guerra. Pero ten presente que tu paz,  no es la mía. Carezco de tu entereza y voluntad, y preciso de guiños, Mi llamita  es más acogedora si la soplas de vez en cuando. Porque donde hay patrón,  no manda marinero,  y mi corazón se amotina contra el cerebro.

         Pero si lo único imprescindible es que te siga queriendo,  mi paz no será tu guerra. 

         Besos, 
                    
                              Yo.

jueves, 25 de abril de 2013

YO NO SOY FELIZ

           Un amigo solía preguntarme, de cuando en cuando, si era feliz. Creo que siempre contesté que sí, y a veces, cuando se iba, satisfecho con mi respuesta, miraba para los lados para ver si alguien se  había dado cuenta de mi mentira.

          Hay preguntas que no tienen respuesta categórica. ¿Hace frío? ¿Es muy mayor? ¿Te gusta leer? ... Pues depende. Depende de la referencia. 

          Ser feliz también depende de la referencia. No estoy descubriendo la panacea, ya...Pero hay días en que la vida se te muestra preclara, nítida, y la entiendes de golpe. Como las derivadas y los logaritmos en matemáticas: son confusos e inexpugnables, hasta que un día...los comprendes. (Me cuentan que pasa, yo me quedé en las ecuaciones de segundo grado, poco más...). 

         Hoy es uno de esos días. Tengo la sensación de calma tras la tormenta (las puñeteras hormonas del infierno femenino, son como virasis, que lo pasas mal cuando las sufres, pero refuerzan tus defensas...). Y en la calma de mi café con leche desnatada, edulcorante, tostada integral y margarina con esteroles vegetales (operación bañador, que bikini sería pretencioso...), desayuno entre rosales, yerbabuena,  y aroma de ropa tendida. Mucho mejor que escuchar las noticias, que lo único bueno que tienen es la previsión meteorológica.

        Yo no soy feliz. Pero tampoco creo que lo sea nadie. Ser feliz es un estado rotundo, absoluto, en el que TODAS tus expectativas se corresponden con la realidad. Y a mí no se me cumplen todas. Para que ocurra, tienes que tener unas expectativas muy bajas, que no es el caso, o una suerte inmensa. Y vivir poco tiempo, porque ambas son perecederas.

         Lo que sí atesoro son muchos momentos felices. Más que la mayoría, lo reconozco. Y esa concatenación de microfelicidades es la que se me sube a la cara.

         Mis padres viven(no existen, viven!), y me dejan vivir. Mis hijos crecen, dándome cada día esa ambrosía que sólo dan los hijos. Mi marido es mi amigo, mi compañero, y sigue siendo mi amante, con todas las ganas del mundo. Mis hermanos lo son, y tengo más de cinco amigos.

         No tengo, en cambio, el trabajo que quiero (aunque sí la profesión), tiempo para escuchar a mis hijos, amar, reírme contigo, leer, escribirte lo que siento. Me frustra saber que no puedo recorrer el mundo, aprender a cantar y a bailar, cantarle las cuarenta a más de uno, llevar una 38 siempre, o ponerme tanga en la playa. Me quedaré sin tener más niños, sin ser una eminencia en Medicina, sin liarme con mi Dios, sin desplatonizar algunos amores, y sin gozar otros cuerpos que deseo.

         Me quedo con tu mano en la mía, tumbados en la arena de la playa, escuchando reír a los niños. Con el beso en la espalda a media noche, porque te has despertado y te alegras de verme ahí. Y con los gemidos consecuentes a tu alegría. Con la risa de mi amiga, que le sale del alma cuando le cuento mis cosas. Con la carrera de mi niño para besarme cuando llego a casa. Con la mirada de mi niña, acurrucada en mis brazos cuando me cuenta un secreto. Con el "gracias doctora" cuando alivias el dolor o el miedo. Con la lista de mis recuerdos buenos, que ridiculiza la de momentos malos. Y con la sonrisa satisfecha de mi amigo, al que no le interesan los detalles.

        Y con mis sueños. Con mi mundo particular en el que soy perfecta. Y donde planeo mis próximas microfelicidades. Tengo pendiente el bocadillo de mortadela en el Etna, volar en globo, viajar con los enanos, y hacerte sonreír entre las sábanas. 

       Me encanta no ser feliz.

miércoles, 24 de abril de 2013

PINCHAZOS EN EL NUDO DE LA GARGANTA



              Hola, cielo. Soy yo, de nuevo aquí...

             Hoy me invaden las espinas. Son esos pinchazos que siento en el nudo de la garganta, que no se me acaba de quitar.

            Hoy soy consciente de que hace semanas que visto de sospecha la certeza de que no quieres volver. Mi consciente esquiva a mi subconsciente, que sabe la verdad, porque te conoce mejor que yo. Pero nunca llevé bien lo del dolor...

            Te echo de menos. No extraño tus besos, o tus caricias. Bueno, si...pero los extraño menos que a ti. Quiero volver a abrazarte porque si, a charlar de tus cosas y que alguna sea mía, a sonreír con toda la cara cuando te veo. Pero no soy capaz de acercarme.

            Tengo la sensación de haber roto algo, de estar castigada sin saber por qué. De que me das la razón como a los locos, porque no te importa si lo estoy. De que me ignoras como a  una cría con berrinche.

           Vivo en un limbo autoimpuesto, porque no sé a cual de tus caras creer, si al que dijo quererme siempre,  o al que no me ha dicho adiós...ni te quiero todavía. Soy como una madre a la que le desaparece un hijo durante años  y se resiste a dejar de esperarlo, porque nadie le ha demostrado que esté muerto.

            Sólo quiero  saber si me quieres, para arrancar de cuajo las espinas de mi garganta,  o si no, para suicidar al cachito de mi que te espera.

            Besos mil, 

                            Yo.
                      

martes, 23 de abril de 2013

DEBE Y HABER

              ¿Jugamos a las adivinanzas?

              Adivina con cual de mis manos te he recordado hace un rato...¡Exacto! 
¡Con las dos! 

              Con la izquierda sujetaba tu foto, deleitándome con tu sonrisa, con lo que decían tus ojos cuando te la hice, y el recuerdo de aquel momento en el que saltaron chispas de las de gemir... Y con la otra mano...escribía cientos de veces tu nombre, en una columna, y a su lado, la primera palabra que se me venía a la cabeza mientras te pensaba. Como una hoja de contable, con sus debes y sus haberes.

              En los haberes, tu nombre. En mayúscula o minúscula, letra grande o pequeña, clara o ilegible, mezcladas incluso. Tu nombre, único bien que tus obligaciones no me quitan, palabra mágica a la que acudo como remedio para todo en la vida. Mi sortilegio.

              En los debes....abrazos, manos, labios, besos, sonrisas, piel, calor,  susurro, cuello, besos, piernas, sudor, besos, sorpresa, paseo, cariño, besos, historia, besos, sábana, mundo, mañana, besos...

             Y así me quedé dormida, recordándote con mis dos manos, y en el sueño, pusimos al día la contabilidad.

viernes, 19 de abril de 2013

LOS VOTANTES DE COSPE

              María Antonieta, en un derroche de cinismo, cuando le comentaron que los franceses de a pie no tenían pan, contestó que comieran pasteles...

           María Dolores de Cospedal, una de mis hienas (véase post anterior, de enero de 2013 ), lleva meses incitando al pueblo a usar una metafórica guillotina. El problema es que algún padre de izquierdas, de esos que no le votan, y que eligen dar de comer a sus hijos en lugar de pagar la hipoteca, no quiera ser metafórico...

          Me niego a creer que quienes nos gobiernan, busquen provocar la insurrección, a base de profanar las más elementales normas de convivencia. Puedo entender que son fanáticos de un orden arcaico, que se han formado en una doctrina sectaria y clasista que les caló las entrañas, y que la pudredumbre se les viene a la boca, en forma de halitosis verbal. Puedo entender que hay malas personas, y que su dios que los cría, los junte, en connivencia con los guardianes de su iglesia. Que no es la que me enseñaron...Puedo entender que ofrezcan un programa electoral  para incumplirlo, trocando promesas por mentiras.

           Pero no puedo entender que desestabilicen a conciencia este país que somos todos, que tanto trabajo costó a nuestros mayores y que, con muchos fallos todavía y con mucho por pulir, era, hasta hace poco, uno de los mejores sitios donde vivir.


           Obviamente, no era todo tan blanco y tan sólido. Disfrutábamos de un falseado bienestar, mientras los garbanzos negros se multiplicaban en los cocidos de nuestras instituciones. Pero que tengamos que pagar por nuestra indolencia, por mirar para otro lado sin renunciar a nuestras prebendas, no significa que  para cambiar el motor haya que cargarse el coche...

           Sra. Cospe (el ninguneo no es falta, cuando es recíproco...), seguro que no dijo, o no quiso decir lo que dijo,  o la malinterpretamos, igual que la ducha de  Cañete. Porque usted en el fondo sabe, que los únicos votantes del PP que  dejarían de comer para pagar la hipoteca, son aquellos que ya votaban a Alianza Popular, gente que me merece todo el respeto, pero cuyos valores no comparto. Algunos conozco, que sobreviven a base de caldos de avecrem, y que bajan a regatear el céntimo  al Covirán de la esquina, pero con el visón puesto. Esa gente de bien que usted comenta, tiene al corriente sus recibos de la hipoteca, del coche, de las clases de hípica y de la VISA, aunque en su casa no entre la ternera desde que  Manolete cortó la última oreja. 

          Pues perdone, sin entrar en honduras, que la mayoría de españoles no comulguemos. Nunca mejor dicho, modestia aparte. Yo prefiero que mis hijos hagan tres comidas, y hasta merienden, aunque sea derroche. Mi hipoteca se paga después. Si puedo.

          Y el contrasentido de que siendo  mayoría los que queremos comer a diario, ustedes gobiernen, se explica porque los votantes del PP que les dieron la victoria, no son los de Alianza Popular, sino obreros engañados por los cantos de sus sirenas-hienas, que se dejaron llevar por ellos cuando zozobraban en los mares de la crisis. 

         Por eso, Cospe,  no todos sus  votantes pagan la hipoteca aunque no puedan comer...

         Piensa lo que dices, María Antonieta...


jueves, 18 de abril de 2013

PRIMAVERA CON MAYÚSCULAS

                      A Sevilla no llega la Primavera como a todas partes, mire usted...En el resto del orbe, la primavera, en minúsculas,  se instala, va abriéndose paso, casi se intuye antes de verla. 

                     En Sevilla entra de golpe, como una manada de elefantes que aplasta los grises, los olores a moho y las escarchas del invierno. Y el sol, que se inventó una luz especial para Sevilla, ilumina paredes, macetas, flores y las caras de la gente. Y aunque sólo dura dos días, y luego se torna verano con flores, la Primavera atropella los malos humores y encala los ánimos. 

                    Escamonda de malaje las intenciones, y se te cae la casa encima, porque hay que salir a beberse la esencia de las calles, a embriagarse con el aroma. Que los naranjos de Sevilla, en Primavera, dejan de fabricar oxígeno y solo desprenden concentrados de azahar. Que supone la ambrosía, para el sevillano que vive fuera.

                    Este año se ha despistado la Primavera. Se ve que se ha liado, y no llegó para saludar a su Macarena. Cosa rara. Pero se le está llenando la boca con los olés de la Feria, y se ha subido a la Portada para contar los farolillos, y reparte abanicos, paseando entre los volantes de las flamencas. 

                   Y a mí se me está metiendo por los pies, que se me van para la puerta mientras le pongo la flor a mi niña en el pelo. ¡La gitana más guapa que va a pisar este año el Real!... con permiso de la Primavera. Ya es mayorcita, y se da cuenta de que algo pasa. Que se le mueven solas las manos y sonríe cuando le da el sol. Ya se está haciendo sevillana, mi niña. ¡Que suerte tiene!

domingo, 7 de abril de 2013

CUATRO DIAS Y TRES NOCHES

               Miedo: esa palabra cuyo  significado no conoces hasta que tienes un hijo.

               Bueno, eso es una exageración, fruto de mi momento sensible...es que mi niña, mi bebé de nueve años,  se va de excursión... ¡¡CUATRO DÍAS Y TRES NOCHES!!. Suena a secuela de "9 semanas y media", pero es una historia de terror...No exagero: se la llevan a la sierra, a un cortijo rural con sus compañeros de clase, a pasar cuatro días de campo, con todas las comodidades, y con un plan de actividades que ya quisiera Disney. ¡A ver si no es para estar como estoy! Histérica perdía, pero  sin que se me note...

                Lo de ser mamá es, aparte de cansado, divertido, entrañable, gratificante, la mayor tarea que alguien se puede autoimponer. No es, desde luego, imprescindible para ser feliz, pero sí que supone una parte inmensa de la felicidad mía.  Lástima que, igual que el amor te vuelve  egoísta, la maternidad aterroriza. No te hace cobarde, al contrario. Eres capaz de hacerle frente a un tsunami, tres zombies, una jauría de perros rabiosos y dos  legislaturas de Rajoy..., con tal de mantener a salvo a tu cachorro. Pero una avispa que pueda picarle te parece un dinosaurio T- Rex. 

              Escribo ésto porque me iba a poner a organizarle el equipaje. Tengo dos listas: lo que aconseja el cole, y lo que yo pienso que debe llevar.... y no concuerdan...La mía tiene tres folios más. 

              De repente, me he visto a mí misma, abochornando a mi niña ante sus compañeros, con tres maletas y un macuto, con todo lo "indispensable" para "sobrevivir" cuatro días...¡o cuatro meses!...y he decidido reflexionar. Igual no necesite el mono para esquiar, por si nieva,  ni cinco bañadores, por si hacen juegos de agua. Tampoco el pijama de una talla más grande, por si da un estirón en estos días...

             En fin... no suele angustiarme la maternidad, pero las primeras veces son difíciles, y no escuchar la voz de mi princesa en cuatro días, va a ser duro. No saber si su cama es cómoda, o si le gusta la comida, o si se tuerce un pie, o se seca bien el pelo. Ni siquiera se quiere llevar algún peluche. Ya sufrí su primer día de guarde, su primera fiebre, su primer teatro, los patines, el primer examen, su primera operación...Supongo que cuando tenga 40 años(ella) será mas fácil...Pero me temo que esta semana tendré que darme de baja. A ver qué trola le cuento al jefe...

            Por cierto, voy a buscarle otros diez pares de calcetines, no sea que tenga que cambiarse...

jueves, 4 de abril de 2013

MADRE DE FAMILIA, CON YERNOS Y YERNAS

                 Yo no soy de meterme en la vida de los demás....(ji,ji..),pero hay situaciones que claman al cielo...!

                 Todo el mundo hablando de de la Corona, que si vaya año que lleva la Monarquía y que si  al Rey le crecen los enanos...Los yernos le salen uno rana y otro espabilao, el nieto jugando con la escopeta (que a él no le gusta que le toquen su escopeta...), la mayor se le divorcia, no le dejan cazar elefantes, la chica no deja al marido, el niño deseando quitarle el puesto (malmetido por la mujer, seguro...), le recortan el sueldo, le descubren la amante, le operan tropecientas veces....y la Reina en Londres, con la hermana...Y los republicanos deseando que se escogorcie, o por lo menos que abdique. Si supieran que no abdica por no darle el gusto a la nuera....¡Vaya añito!


                 ¿¿¿Pero nadie se da cuenta de los sofocones que tiene que estar pasando la Reina???

                  Se está ganando el cielo, la pobre mujer. (Comentario válido hasta que se le impute algo, se le conozca un maromo, o cuentas millonarias en el extranjero. Pero viendo como le va, seguro que las tiene en Grecia...) 

                 Cualquier madre de familia con yernos y yernas (léase nuera con dos pares...)puede ponerse en el lugar de esta señora el próximo domingo, cuando vengan los niños al acostumbrado arrocito en Zarzuela (que ellos son muy de mantener la familia unida, de que se vean los primos y los hermanos....me han dicho, que yo no soy de meterme en la vida de los demás....). 

                 Nada más pensarlo, se te quitan las ganas de todo. Porque ella se conoce el genio del marido, y si ya le tenía ganas a Iñaki por la que ha liado, la que puede montarle el domingo por haber implicado a su niña....¡puede ser de órdago! Porque  cualquier padre lo haría. Pero las madres lo ven de otra manera, y tienen en cuenta que su niña se casó muy enamorada, que el muchacho quiso darle lo más grande...y las malas compañías lo enredaron....hay que entenderlo...¡La culpa es del Rey, que les exige mucho...!

                 Y como Juan Carlos la líe, la niña se levanta de la mesa, y se va con su Iñaki y con sus cuatro  niños. Que es lo último que Sofía querrá que pase: la familia juntita, en lo bueno y en lo malo. 

                 Menos mal que tiene de su parte a Elena,(que es el ojito derecho del padre y se lo camela), para que le pida que no la líe, que ya habrá tiempo...Y a ver si habla también con Felipe, porque se le ha subido la casi corona a la cabeza, y se cree mejor que sus hermanas y sus cuñados, y les tiene hecha la cruz para no manchar su expediente....Y como el niño  discuta con los de Palma, entonces si se forma la marimorena, porque la que salta es ella,  y le recuerda que su mujer no era precisamente virgen, y que sus hermanas  salieron del mismo sitio que él, y a una madre le duelen igual  todos sus hijos. ¡Que se lo tiene guardado!....pero como  es muy madre (y muy profesional), se lo calla..

               Eso si no mete la pata la yerna...que no tiene más manía que ponerse cariñosa con Felipe delante de todos.  Vale que hay confianza, y que ella, mientras su hijo sea feliz, no se mete en nada. Pero está delante Elena, que lo ha pasado muy mal con el divorcio, y lo sufre...

              Y mira que ella está muy contenta con Letizia, eh..? Al principio no, porque una quiere lo mejor para sus hijos, y  venía divorciada, y la gente habla...Pero cuando la conoció le gustó mucho, una chica muy sencilla, formal, y que se ve que se quieren con locura. Que lo lleva siempre como un pincel, y a sus niñas igual: dos muñequitas muy bien vestidas y peinadas...¡nada de modernuras como el Marichalar! Las niñas tienen que ir vestidas de niñas, como toda la vida... Y cuando le puso Sofía a la chica, ya se la ganó del todo, y ahora la ve como a una hija más. Las cosas como son. 

              Y es que lla Reina lleva mucho tragado....Luego la critican porque se va a Londres con su hermana y sus amigas...¡Pues con alguien se tendrá que desahogar, ¿no?, como hacemos todas! Ella no tiene vecinas de confianza, porque la gente de su barrio es muy estirada,  y sus íntimas viven fuera. Pero lo sufre como cualquier madre de familia con yernos y yernas...

              Hay que ponerse en su lugar: Princesa griega, niña bien, criada y educada para ser Reina consorte de quien fuera, que se enamora de un Príncipe chuleta y desterrado, pero que las vuelve locas (que yo no sé lo que le vio...), y que tiene pinta de recuperar el trono. Bodorrio por todo lo alto, dos niñas rubitas y por fin, el heredero, igual de monísimo. Le salen estudiosos y formales, la envidia de las monarquías del mundo. Encima, el marido recupera el trono y triunfan. Son queridos y respetados, una vida de cuento... ¡Ja! ¡Que todo el mundo sabe de los escarceos del Rey en  moto, y de la sarta de amantes que le colea! Y eso, para ella se queda, que se casó como sus niñas: muy enamorada. Y a sus padres los destronaron, y muchos jaleos de familia, como en todas las casas...Lo que saben las madres de familia con yernos y yernas...

             Pero a todo se  acostumbra una, y como se crió en la época en que las mujeres se tenían que aguantar, y más una Reina...pues miraba para otro lado, que es muy profesional. Pero una vez descubierto el pastel, no pretendan que trague con Corinna y se quede por las noches en el Hospital porque operen al marido. Ahora que chochea, ¿lo tiene que  aguantar ella....¡Pues no! 

            A mí, que no me gusta meterme en la vida de nadie,  me parece muy bien. Bastante ha hecho ya por él.  Pero sus  hijos son otra cosa. Sus hijos y sus nietos son sagrados, y cada madre sabe los defectos de  los propios, pero a ninguna nos gusta que nos los digan. 

           Y la familia, unida. Apechugando. Así que el domingo, a hacer de tripas corazón, un orfidal antes del almuerzo,  y a capear el temporal. A la más mínima, suelta un bocinazo y los manda callar a todos, como hacía mi abuela. 

          Ahora, a pensar qué le pone al arroz, porque Cristina no quiere la carne, y el padre no debe comer marisco, por la gota...Y a los niños no les gusta la verdura....¡Todavía pone puchero y que les den...!

          ¡Qué jartura, esto de ser madre de familia con yernos y yernas!
...       
               


martes, 2 de abril de 2013

VOYEUR

         Nunca me había gustado mirar. De hecho, nunca había mirado...

         Es algo muy femenino eso, secuela del machismo imperante durante milenios, supongo...porque los ojos los tenemos en el mismo sitio que vosotros. Pero deben estar conectados de diferente forma a nuestros genitales.

         Lo más que recuerdo, de esto de mirar, es haber intentado alguna película contigo, por encontrarle el morbo. Pero culpo a tu fiebre contagiosa el aumento de temperatura, más que a la maraña de sexos depilados, lubricados y sobados...Y alguna vez, lo reconozco, busqué nuestro reflejo en la ventana. Pero un absurdo pudor me cerraba los párpados.

         Ayer cambié de opinión. Ayer me gustó verte hacerle el amor a esa chica. Pienso que la diferencia está en que fueras tú el protagonista, y no un desconocido aceitoso.

         Tu cuerpo, ese que tantas veces he tenido encima, y debajo, y en cada coordenada de mis carnes, resulta casi más bello con cierta distancia. Justo la que separa nuestra cama de la pared desde la que os espío. Cuando estoy entre tus brazos,  la cercanía de nuestras bocas acota mi perspectiva, y no puedo apreciar la sensualidad de tus nalgas y tus piernas, los ángulos cómodos y los extremos con que te doblas para penetrarme.  Si estás a mi espalda, la ausencia de ojos en mi nuca me priva de disfrutar tu mirada, tus labios medio abiertos, cuando frenas tus ganas de explotar. Tus brazos insinúan su fuerza cuando me sujetas en cada envite, dibujando en ellos, y en tu espalda, un boceto de anatomía.

        Ayer, descubrí todo eso. Ayer gocé el placer de los ojos. Contemplé tu cuerpo desde fuera, cada gesto y cada movimiento, que me son velados a la vista cuando me amas a mí. Disfruté tu excitación desde todos los ángulos, sin tener que dejar de ver tus piernas, duras como columnas, al cabalgarla; pude ver la marca que dejaban sus uñas en tu espalda, y  tu cara cuando los labios de ella acariciaban tu sexo, en un inútil afán de abarcarlo. Descubrí tu cara cuando la deslizabas por sus nalgas, arañándolas en rojo con tu barba de dos días. Y te aseguro que le encantaba. 

        Porque también me gustó verla.

        Resulta hipnotizante verte con una mujer en la cama, abriendo brazos, piernas y entrañas, a medida que tus dedos la excitan. Ver como se retuerce de placer, sus pechos endurecidos, clamando que los muerdas, y tus manos como zarpas atenazando sus nalgas. Resulta endiabladamente excitante el rictus de placer de su cara, sus jadeos acompasando sus orgasmos, la silueta de tu lengua en sus mejillas, cuando pareces querer alcanzar su alma con ella. Descubrir como se derrama una mujer cuando moja las sábanas contigo...

        Solo quería que supieras que me gustó. Y darte las gracias por colocar los espejos en nuestro cuarto.