domingo, 19 de diciembre de 2021

OTRA NO NAVIDAD.

              Hace  casi dos años de la última Navidad. Por mi parte, llevaba varios sin disfrutarla como cuando creía en ella, pero tener hijos hace que alargues la complacencia anual por las luces, los brillitos y la fe en la humanidad.

              Hasta el 2019, asumíamos que son días de compartir lo que fuera, casi siempre exagerando, con la familia y los amigos, todo pese al barniz de artificio que le da la obligación de ser buenos y felices el último mes del año, como cuando el jefe te hace la cuenta tirando por alto para despedirte. No desentonemos con los villancicos y el espumillón, no defraudemos al personal.

             La base de toda esta felicidad, que termina  invadiendo al más pintao, era  la presencia tangible, no virtual, de nuestra gente querida. Esa es la clave de la Navidad.  Ya lo sospechábamos por el anuncio del Almendro, y porque casi todos tenemos alguna silla vacía en la mesa, pero  la evidencia nos la trajo la Navidad del 2020. La primera no Navidad.

             Yo fui afortunada: la pasé con mis hijos y su padre,  los únicos contactos que nos permitía la prudencia, con la tranquilidad, además, de saber que el resto de la familia y la mayoría de amigos estaban bien, cada mochuelo en su olivo.

             Este año, mi fortuna es aún mayor. Escribo desde mi confinamiento, un pequeño apartamento donde llevo encerrada sólo 12 cansinos días, en espera de la PCR  negativa que me libere. Mi suerte radica en que el bicho, aunque me pilló, lo hizo en un bache defensivo de mi sistema, justo cuando la tercera dosis empezaba  a fortalecer mis murallas, pero no se había terminado de organizar. Mis síntomas han sido molestos, pero no graves, y remiten adecuadamente, gracias a las vacunas, que evitaron, además, que mi familia se contagiase.

             Por eso miro por encima del hombro a este infame 2021, encaramada a mi pequeña victoria individual  sobre el bicho, con la relativa tranquilidad de que mis hijos y familia gozan de la mayor protección disponible, pero adoleciendo de un hastío emocional y profesional sin precedentes en mi haber.

             Nos hemos vuelto locos: nos estamos ganado a pulso un Mad Max o un 1984 orwelliano, con todos sus peregiles, en lugar de globalizar la sensatez y la solidaridad, aquel mensaje de amor al prójimo que pregonaba un judío por cuyo nacimiento ponemos patas arriba el mundo cada mes de diciembre. Nos hemos llenado las bocas y los bolsillos de culpables, de confabulaciones, grafenos conspiranoicos, variantes, vacunas y antivacunas, ambos del primer mundo, UCIs, aplausos envenenados, protocolos, aforos, pantallas y fronteras más altas entre los privilegiados y los aún más miserables.

            Dos años de pandemia no nos han abierto los ojos de dentro, y cerramos este 2021 viendo venir la 6ª ola como quien espera sentado en el chiringuito a que le alcance el tsunami.

             No soy pesimista, pese a este escrito. Nunca lo fui. Pero la edad te pone gafas de sensatez, para relativizar las situaciones y los sentimientos. Mi encierro de apenas dos semanas, ha sido mi primer confinamiento real en dos años, aparte de un par de episodios cortos preventivos,  porque al ser sanitaria, pude salir casi a diario desde el primer día, aunque fuese un falso privilegio. Así que ahora que siento en mis carnes  la dureza de no poder abrazar  los que quiero, me avergüenza mi congoja, porque soy aún más consciente del dolor y el vacío que me contaron todos aquellos que perdieron  la salud, a sus seres queridos y hasta su vida, en la más rotunda soledad y aislamiento.

             Así que voy a terminar este año tirando hacia arriba de mi moral, bastante pisoteada por el sistema, porque trabajo y defiendo la sanidad pública, cuidándome para cuidar. Estoy ganándole al bicho casi sin sentir,  me quedan apenas unos días para achuchar a los míos, y le he perdido el respeto a los malos pensamientos, a los nefastos augurios que proclaman los derrotistas, haciéndome fan de tu sonrisa, de esos ratitos que, si no son de amor, se le parecen mucho, y me infunden endorfinas de calidad.

             La Navidad del 2021 tampoco va a ser como debiera, pero tenemos todo el 2022 para ordenar este caos. Todo el acervo de emociones y experiencias acumuladas,  conforman mi victoria ante el 2021. Salgamos del lado oscuro, cada cual blandiendo las suyas.

lunes, 13 de diciembre de 2021

POR PODERES

           El sexting se ha convertido en la manera de tocarnos por poderes, una opción útil para parejas como nosotros, sin tiempo ni espacio lícito, que a falta de pan, comemos tortas.

           Hoy no había guardia, ni niños, ni clases de tenis, pero tampoco necesidad de excusa, porque el bicho se basta para cuarentenarme fuera de tu bendito alcance, así que, animados por la necesidad mutua que hemos ido alimentando, nuestra conversación ha crecido desde un ¿qué haces, guapo? hasta la onomatopeya de un orgásmico bramido, mediante mensajes y fotos de diversa índole, perspectiva, matices y gravedad, en el sentido lujurioso del pronóstico. Los secundarismos de mi medicación y tus copitas parranderas igual ayudaron...

            Una vez conclusa la candente y virtual experiencia, nos despedimos dejando claras las direcciones: yo necesitaba una ducha y tú ibas a pensarme en ella, prometiendo vigilarme en la distancia, cual voyeur telepático.

            Debía ser el frío el que delata la posición exacta de mis pechos bajo la camiseta, pero siguen igual a pesar del calefactor y la calidez de la ducha. Será culpa de mi subconsciente, que presiente tu mirada tras la cortina.

            Es probable que sea efecto de las pulsiones acumuladas, pero siento más de dos manos enjabonando mis piernas... O que he cambiado de gel, y éste hace más espuma...

            Igual es el baile del aire frio con el vapor del agua, pero juraría que jadeabas en mi cuello mientras me enjuagaba el pelo, y que al bajar la cabeza me  besaste el hombro derecho. Te arden los labios, como siempre.

            Y luego ha sido inevitable que mis pretenciosas manos hayan intentado emular a las tuyas, con cierto éxito...pero ni de lejos. Las mías son muy pequeñas.

           Al salir de la ducha, será casualidad,el vapor había dibujado en el espejo la huella de algo parecido a un corazón. Miér...coles. Te echo de menos.

          Se hace larga la cuenta atrás...

jueves, 2 de diciembre de 2021

FALLOS DEL SISTEMA

          Hace un par de días, un buen amigo y mejor persona (honesto, médico, andaluz y rojo...lo tiene todo), me dijo que yo soy un fallo del sistema. Dicho así, es difícil  apreciar la dimensión el piropazo...

          Las palabras  fueron "tú, como nosotros, eres un fallo del sistema". El nosotros incluía a otro compañero y amigo igual de honesto, andaluz, médico y rojo, por lo que generosamente me incluía en un grupo de personas que para mí es selecto, y el contexto que lo explica era una conversación de esas de tapita y cerveza en mano, de pie, que es como se charla amistosamente, con varios compañeros galenos, acerca de nuestra batalla diaria, intentando hacer nuestro trabajo en un servicio sanitario público tan hundido, que ya no vemos la luz. 

          Ellos, aunque me llevan pocos años, me revolean en experiencia y conocimiento, no ya profesional, sino en lides vitales y modo de conducirse. Por eso su manera positiva y animosa de afrontar las canalladas, pero sin ilusiones vanas, con los pies en el suelo, me merecen un respeto entrañable. Muy fan vuestro, M. y G.

          El caso es que el extraño piropo me hizo reflexionar sobre la situación política y social que atravesamos, y en cómo  últimamente me he dejado llevar por la corriente derrotista y conformista que domina  el sentir ciudadano, en el que, efectivamente, los que no comulgamos con ruedas de molino, suponemos fallos para el sistema, cuando deberíamos ser legión contra el mismo. 

           En pleno siglo XXI, con el mayor acceso a la información de toda la historia, la libertad de pensamiento y obra y la diversidad intelectual deberían haberse globalizado, y sin embargo, la sensación de pensamiento  y comportamiento social unificado y borreguil es asfixiante. Siempre pensé que el 1984 de Orwell era una ficción de terror psicopático...y quizá termine siendo novela premonitoria, por así decirlo. Nos lo estamos ganando a pulso a base acumular indolencia  social, acomodamiento y ausencia de amor propio. Y ajeno.

            Me incluyo. Porque aunque mi amigo me haya contado dentro del selecto grupo de fallos del sistema, reconozco que mi implicación  es más teórica que práctica, individualista y falta de eco y consecuencia. Me limito a protestar en la mayoría de variedades posibles, pero sin dejar que me salpique la pudredumbre, con la excusa  conservadora de que tengo unos hijos que dependen de mi sueldo y de que mi acción individual no repercute en las alturas...pero, paradójicamente, animo a mis pacientes a reclamar por escrito, porque cada queja cuenta, y a mis conocidos a votar en cada elección, porque cada voto cuenta, a reciclar, porque cada botella y plástico cuenta...

            Será que las navidades cada vez me gustan menos, y que el frío me pone nostálgica y apesadumbrada, pero pienso que uno de mis propósitos futuros debe ser tomar conciencia de la importancia  de cada fallo del sistema, ser consecuente con mis valores y militar por ellos. Es cierto que a mis hijos les tengo que proporcionar casa, alimento, cuidados y educación, pero también herramientas intelectuales y emocionales para que sean personas dignas, no individuos numerados, sino capaces de pensar libremente y actuar cuestionando los supuestos sociales establecidos.

            Le tengo que dar una pensada a mi estrategia, pero me gusta la idea de que alguien me escuche contar mis ideas y experiencias, y sienta la empatía y admiración que yo disfruto hablando con estos amigos, enormes fallos del sistema.

           Gracias por el cariño y la inspiración. 

martes, 23 de noviembre de 2021

MAYOR DE EDAD.

                      Hace 18 años que te parí, y sólo unos minutos después, comprendí que eras tú la que me daba una vida nueva, mucho más emocionante y bonita. Criarte ha sido un privilegio, del que sigo disfrutando, un continuo enamorarme de la persona que eres, y la prueba de que el amor incondicional existe. A mí me ha pasado dos veces. 

                       Te has convertido en una persona grande, inteligente y leal, de corazón enorme, con su correspondiente carcasa, a la que  le vas poniendo puertas y ventanas. Defensora valiente de tus batallas, perdidas o no, y empática dispersa.  Has logrado metas  que aún no aprecias, a base de tesón, de las que presumimos más tus padres que tú. Eres más fuerte de lo que crees, y la lucidez de tus convicciones suele asombrarme.

                       Mimosa y dulce hasta la diabetes, tu sonrisa me alegra el día y una sola lágrima tuya, inunda mis ojos, aunque también manejas la fábrica de rayos de tu mirada y el dardo de tus palabras, si tienes que defenderte. Digna descendiente.

                       Te quiero de una forma que nadie salvo tu hermano ha podido igualar, y a modo de sincera advertencia, te aviso de que siempre serás mi niña, y que tu felicidad es fundamental para la mía. 


                       Feliz cumpleaños, cariño.

                       Mamá.

jueves, 18 de noviembre de 2021

LA TITA PURA.

          Mi tía Pura se nos fue anoche. 

          Era uno de los tesoros vivos de mi infancia, la anfitriona de mis vacaciones de verano, la que hacía magia para que en su casa siempre hubiera comida, aunque llegásemos 10 más de los esperados, esa casa en la que nunca estorbaban los niños y donde siempre se podía inventar un hueco para poner un colchón, aunque el suyo quedase encima del pozo (literal), para dormir al raso en las noches de verano con su Manolo.  Se ve que lo echaba de menos, y se dejó morir para  subir a cuidarlo.

          Me quedo con  sus canas, sus moñas de jazmines, su piel blanca y sus coplas mientras trasteaba por su casa. La primera en levantarse y la última en acostarse. 

          Hoy mis lágrimas destilan pena de la seria, porque  con ella se me va la última del triunvirato, mis tres tíos más queridos: la tita Mari, el tito Manolo y la tita Pura. Ojalá me equivocase y existiera el más allá, pero mandaré besos a  vuestro recuerdo. Siempre.

domingo, 24 de octubre de 2021

ADVERTIDO QUEDES

           

            De sobra sabrías, si te lo dijera, que salvo canibalismo, haría todo contigo, que aunque suene a brindis al sol, hay días en que la caricia del mismo, el vino y el café, confabulan hacia la inevitable exaltación de la amistad con revolcones, y los sueños de despierta terminan mandando en las intenciones, que, pondría la mano en el fuego, exagerando de nuevo, seguro que  coinciden con algunos de tus sueños de despierto.

            Si en lugar de rey, fueses  presidente de tu república, ni el azar te libraba de vivir soñando. Advertido quedas, por si no tienes plan de fuga.

             Sin nada que objetar a tus ganas...espero donde siempre.


              Fdo: Antiprincesa.

jueves, 21 de octubre de 2021

MARIE KONDO PARA EL ALMA

             Sería una frivolidad quejarme de la vida que llevo, porque, emulando a Ricardo Darín, me ducho a diario con agua caliente, tengo techo, sueldo y auto, dos hijos que me abrazan con ganas, y unos padres autosuficientes a los que querer.

             Pero hay veces que una tiene un día gris ceniza, porque los veleidosos problemas del primer mundo te distorsionan la perspectiva, y crean aberrantes  ilusiones de  desencanto. Y como tenemos el pan asegurado, nos da por mirarnos el ombligo y transformamos ese cúmulo de frustraciones, la mayoría artificiales, en dolores de cabeza, nauseas o gastritis, como llamada al orden del cuerpo para que te pares a pensar, porque este tren corre demasiado.

             El remedio es simple: hacer limpieza de la memoria, principalmente la selectiva, actualizar las emociones y hacerle un Marie Kondo al alma. Sin ser consciente, lo llevo haciendo algunas semanas, efecto secundario de los 50, supongo, pero me he dado cuenta de ello hace unos días, entre tu brazo y tus costillas. Buen sitio para reflexiones.

             Todavía no he terminado, y aunque sacar ciertas cosas de mi vida me ha costado alguna cicatriz, es mejor que vivir con la herida abierta. He vuelto a constatar mi torpeza al catalogar a algunas personas, cuando he acertado dejándolas atrás. También he limpiado el cajón de los apegos. Yo soy de apegos, aunque no estén bien vistos, y los disfruto, como al que le gusta el picante o el chocolate: el truco está en dosificar y escoger, desechando los nocivos. Ya sólo me queda repasar los detalles y echar un vistazo con perspectiva suficiente para ver cómo ha quedado la estantería.

              En los próximos días empezaré a ubicar nuevos aciertos y errores, comienzos y
"pudieras", encajando de nuevo las piezas del rompecabezas que resulta la vida. Que engancha, por cierto. 

               A ver si la providencia cumple algunos de mis sueños de despierta, que ya está bien de ser valiente, que  toca que me elija la suerte, que la vida baile a mi compás y cante mi canción. Que no se nos haga tarde, que sabemos lo que hay y ya bailé al son de mucho pirata.



sábado, 25 de septiembre de 2021

MANOS QUE IMPORTAN

           Hay manos que importan, que dan vida, que la hacen interesante cuando ya la tienes, y excitante cuando de sobra te interesaba.

           Tú tienes ese tipo de manos.

            Furtivean mis curvas por los pasillos cuando son demasiados los testigos para caricias plenas. Enredan sus dedos en los míos, evitando que resbalemos por los humedales cuando inundamos camas, mesas y suelos. Recorren mis curvas y montes, haciendo brotar ríos y charcos. Atenazan nalgas, hombros, cintura, y cualquier atalaya a la que anclarse para fijar la trayectoria que recorres en mis adentros, y con ternura equivalente, acarician el reposo postrimero. 


            No me las quites de encima, ahora que se acercan al miocardio.

domingo, 29 de agosto de 2021

YO SÉ QUIEN SOY

       Yo sé quien soy.

       ¿Has sabido tú alguna vez quién era yo? ¿Fuiste consciente del amor, de la lealtad y la calidad de las caricias? Pasaste por mi vida como quien pasea por una playa al atardecer mirando al suelo, buscando una concha perfecta, una caracola rara como trofeo, sin entender que el tesoro es el color del agua, el olor de la brisa y el contacto de tus pies sobre la arena. Y yo  fui el agua, la brisa y la arena. Guarda las caracolas. Si las sigues teniendo.

       ¿Y tú? ¿Acaso alguno de los sonetos que me dedicaste habló de la emoción de mis mejillas por tu beso furtivo? ¿ Acaso te avergonzaste alguna vez de las excusas con que declinabas mis besos? Has tenido el valor de pensar en el bien que le hice a tu vida? La última vez que te vi a solas fue la última que me dolió, porque nunca volverás a abrazarme desnuda. Fui la ilusión y la promesa que hubieras elegido si tu convencionalismo no te atase  a las sábanas secas de tu tal para cual. Disfruta las miradas envidiosas de los que admiran la pantomima que luces. Y reza, tú que rezas después de pecar, para que la cómoda rutina conquistada no te deje solo en la vejez.  Yo fui la princesa, pero ahora reino en mi serena, conquistada y floreciente república, de donde fuiste desterrado.

       ¿Y vosotros? Tan ebrios de adanismo, coleccionando sonrisas, gemidos, perdones, broncas, abrazos, mentiras y consuelos fingidos...hay que ser pánfilo, torpe y fracasado para dejar pasar a esas mujeres sin verlas bajo la piel, para hacer comentarios que se clavan  en el alma al abrazarlas,  porque no pensáis en las agujas que cada una lleva en su bolsillo. 

       Yo sé quien soy. Sé quien jamás me dio prioridad, quien me engañó, quien me cuidó, quien me dio el trozo más preciado de su ser, sin que yo pudiera recogerlo, quien me acarició con los ojos, y quien ni me vio mientras  respiraba en mis mejillas. Sé quien  me hizo el amor para siempre y quien sacó lo mas sucio de mis entrañas. Quien me hizo llorar y por quien lloré sin ganas. Quien me hace reír y quien se creyó mi sonajero de plata fina. Quien jugó conmigo y quien se la jugó por mí. 

       Y sé quien asume que va a quererme siempre, sin enterarse de que es ahora o nunca.

       He quitado las puertas de mi casa y tu entrada se me antoja tan aleatoria como la vida, que lo mismo se hace eterna, que se pasa en un suspiro. Hay besos en la cocina, no te vayas sin ellos y  guarda  los abrazos que sobren, que yo sé  quien soy, y por qué vienes.

domingo, 11 de julio de 2021

SILENCIAR DIVERGENTES

           Leyendo un artículo que explicaba la tergiversación acaecida sobre la memoria de Miguel de Unamuno y cómo se trató de vilipendiar su legado ideológico, pienso que la necedad del ser humano es la peor enemiga del la libertad de pensamiento, madre de las mayores desgracias, y paridora de guerras.

            Inexperta grave soy en Historia de España, pero juraría que nunca se me presentó a Unamuno como izquierdoso enemigo del franquismo. Cuando lo estudié en  Literatura, décadas atrás, en los textos estereotipados y normalizados de la E.G.B., tampoco tenía yo madurez intelectual  ni edad para discriminar  los autores literarios según su color político. Bastante hacía con sacar buenas notas. Pero cierto es, que el contexto psicosocial del autor cuando escribe su obra puede ser crucial para interpretarla. Y eso no se cuenta en los colegios. Es curioso que en las lecciones de Historia, se excluya a los personajes relevantes en cultura, y sus opiniones.

            Al hacerme casi mayor, contemplo resignada, y con el prisma conciliador del momento  histórico, el adoctrinamiento descarado de los libros de texto de la transición. Sería genial haber guardado  los de Ciencias Sociales, que serían ahora un curioso documento que comentar con mis hijos y mis contemporáneos. Escuece haber estudiado con libros que ahora necesitan ser interpretados "según el contexto histórico". Hemeroteca antigua, pero que me quiten lo leído. 

            Esta reflexión de café mañanero y sin prisas, me lleva  a dimensionar el poder devastador del manejo de la información y la destrucción de la cultura y su punto de vista  en los conflictos políticos. Los bibliocaustos sistemáticos, comparables con armas de destrucción masiva, exterminadores de las ideologías que enfrentan, dejando sin defensa a la infantería enemiga, sin herencia ideológica y sin evangelios que  entregar a su relevo.

            Era un proceso  fácil hasta hace 70-80 años. El fuego, arma universal y primigenia, era suficiente para eliminar todo el papel impreso en librerías, bibliotecas y reductos culturales. Sólo se salvaba lo que algunos héroes clarividentes escondían, conscientes de la importancia de mantener vivos los "libros malditos", cuya lista variaba  según soplara el viento de la Historia. Héroes que se jugaron su libertad y sus vidas, en su afán de proteger las de generaciones  propias y venideras. Mi homenaje a todos ellos. Yo creo  que sería de las cobardes.

            La estrategia, hoy día, sigue siendo la misma, más sutil, pero también más salvaje, sibilina y globalizada, como todos los males y muy pocos bienes. Hoy, salvo esperpénticos martillazos sobre discos duros y chips telefónicos, es difícil destruir cantidades  ingentes de información, porque se encuentra al alcance del teclado de cualquiera. Tenemos acceso a la información, aunque la usemos mal o nunca. Por tanto, la nueva estrategia ganadora es el fomento de la ignorancia, fabricar lelos sin libertad de pensamiento en las escuelas, pero no adoctrinando, como fue siempre, sino dejando de estimular las  ganas de conocer, premiando la ignorancia y ridiculizando al sabio. No talan el árbol, sino que dejan de regarlo. 

           Y es estrategia ganadora porque las ansias de saber son peligrosas, ya que generan librepensadores, con ideas propias, los divergentes, los malditos, los que se salen de la norma y discrepan. Estandarizamos todo, incluso la desidia, y eso es peligroso: la clave de la supervivencia está en la diversidad, ya sea genética, racial, dietética, climática o ideológica. La falta de diversidad limita los recursos en cualquier campo, incluido, por ende, el conocimiento. Agotar los recursos, nos avoca a la extinción, y es una lástima que nos extingamos, aunque nos lo estemos ganando a pulso. La especie más inteligente sobre  la faz de la Tierra y parte de sus alrededores, y la única que  no entiende el sentido de la vida. 

           Otro capuchino y arreglo mi parte del mundo.


sábado, 8 de mayo de 2021

Agua de mar

          Yo sabía, por profesión y por afición,  de los beneficios cardiovasculares del ejercicio sabanístico y de sus excelentes ventajas para el cuidado de la piel, porque activa el ritmo cardiaco, regula la presión arterial, la microcirculación cutánea con el roce, aportando nutrientes e hidratación y  exfoliando de forma agradable y natural.


          Para la salud mental ofrece fórmulas impagables, con aporte de endorfinas, serotonina y buenhumorina, generando aumento de autoestima, optimismo, y dosis recomendada diaria de felicidad. 

          Herramienta fundamental para los preocupados por el envejecimiento: mantiene tonificados los músculos y flexibles las articulaciones, las glándulas funcionantes, evitando su atrofia y la mente alejada de la televisión basura.

           Lo que no sabía era de su potencial como descongestionante nasal, con tres vías de acción, a saber...la apertura de las fosas nasales provocada por la adrenalina, la adecuación del ritmo respiratorio, que se automatiza cuando la boca está ocupada, besando, por ejemplo, y la tercera vía: goterón de sudor del cómplice con la puntería suficiente como para procurar un lavado nasal tipo "agua de mar", que acompañado del ataque de risa correspondiente al momento...resulta  fascinantemente terapéutico.


         
          
             Podéis reíros, pero este año llevo mejor la rinitis alérgica. Ea.

viernes, 26 de marzo de 2021

9

          Hola, cielo. Nueve años escribiendo a tu bendito recuerdo, y no deja de escocer.

          Nada  y todo nuevo por aquí. Tus hermanos van cumpliendo años y sueños, y ganando batallas diarias. Tu madre te sobrevive domando como puede el dolor, para regalarnos cariño a los que estamos. Tus sobrinos crecen, aprenden, y nos hacen mayores, y de vez en cuando preguntan por ti, por tus cosas, por cómo eras...porque sigues presente en esta familia, probablemente para siempre, que es lo que sucede con las personas a las que la muerte no dejó ser todo lo que debieron ser.

          Por aquí, nada más que sea reseñable, salvo que el mundo está loco, y reconocer la certeza de que contigo aquí, al menos sería más bonito.

         
         Besos, y un abrazo muy largo a tu recuerdo, cariño.

lunes, 8 de marzo de 2021

8M 2021

         Hoy, 8 de marzo, un sindicato minoritario convoca huelga general en mi sector, y yo la secundo. Me parece una opción coherente con mi necesidad de reivindicación feminista, y de esquivar la polémica pueril acerca de la conveniencia de manifestarse hoy: seguimos en medio de una cruel pandemia. 

         Somos racionales, aunque evidentemente, animales, así que usemos la bendita masa gris para idear formas de protesta que no pongan en peligro nuestra salud. En este mundo virtual y globalizado, no ha de ser complejo.

          Y puestos a defender una causa, he pasado un rato dando vueltas al tema, leyendo prensa, escuchando opiniones de gente cercana y amigos, que siguen sin entender que yo, mujer aparentemente libre y privilegiada, pierda un día de sueldo por una causa que muchos consideran injustificada, porque, legalmente, en España, hombres y mujeres somos iguales. Probablemente, si pudiera manifestarme, habría elegido esa opción, que dinero no me sobra, pero como ya dije, este año no procede, y desde luego, el gesto es necesario, de cara a mis hijos, a los que quiero educar en la igualdad real, y como homenaje a las mujeres que me precedieron, que no tuvieron mi suerte. 

          Razones, a cientos, pero sin escarbar mucho, se me ocurren algunas: 

        - En mi profesión seguimos hablando de médicOs y enfermerAs. Y curiosamente, en  atención Primaria, donde las mujeres somos mayoría aplastante, es donde se da la mayor precariedad  laboral de la profesión sanitaria. ¿Casual? No lo creo.

         - Mi madre, y mi suegra, mis tías y abuelas, trabajó en casa haciendo que funcionase una casa y una familia con tres hijos, incluidos dos abuelos al final, en jornada continua y sin derechos laborales, interna sin días libres, mientras mi padre ganaba el sueldo y cotizaba...pero no por los dos, así que mi madre no tiene derecho a pensión propia. Con el mismo tiempo trabajado.

         - Mi hija, de 17 años, es la única mujer en clase de programación, porque es de las pocas que pretende  hacer una ingeniería, en lugar de estudiar medicina, enfermería o magisterio. Ole sus ovarios, dicho sea de paso.

         - Las presentadoras de la tele siguen siendo guapas, además de reputadamente profesionales. Los presentadores guapos se cuentan con los dedos de la mano. Y da coraje.

         - Sigue habiendo techos de cristal  en las empresas, que vetan ascensos a las mujeres. En mi sector, aparentemente igualitario, sobrepasa bestialmente en número  el de directores y jefes de servicio varones. Siendo el número de sanitarias  mucho mayor. Somos mucha india, pero poca jefa. 

         - Si yo me dejo las canas, soy un cincuentona valiente y segura de mí misma. Si se las deja mi novio, aunque sea más joven incluso, es un madurito interesante y atractivo. (Lo del novio es un poné, mami, no te asustes...)

         - La mayoría de reducciones de jornada por cuidado de hijos o padres, las solicitamos las mujeres, cotizando menos, por lo que nos jubilamos peor y más tarde. Aparte de la reducción  de poder adquisitivo.

         - La Historia sigue siendo la escrita por los hombres, así que hemos perdido una mitad: la que orquestaron las mujeres. Y la mitad de una Historia de miles de años, son muchas  historias de mujeres.

         - En los informativos se sigue informando de los goles de Messi, y de los logros de la cantera masculina del Madrid,  pero  no de los de Irati R. A. (un abrazo, preciosa, tu madre y tú sois dos mujerazas ejemplares). Y sigue habiendo deportes de chicas.

         - Hay juguetes rosas y juguetes azules. Con la de colores que hay....

         - Se nos agradece que luzcamos ropa interior monísima, mientras a ellos les vale con que los gallumbos grises vayan limpios. 

         - Todavía es necesario el NO ES NO. Y existen las manadas. 

         - Mi hija y mi hijo son iguales para mí, pero no para la sociedad, aunque legalmente tengan los mismos derechos. Y los parí por el mismo sitio. 

         - El rey de España se llama Felipe, y debería ser Elena. De hecho, no debería ser ni Elena, pero la República ya la defenderé otro día. 

         - Las llaman feminazis, pero no los llaman  machinazis.

         - Las mujeres asesinadas por sus parejas  hombres, son muchas más que los hombres asesinados por sus parejas mujeres. 

         - No hay anticonceptivos masculinos. Y dudo que se invierta en investigarlos, porque ellos no se quedan embarazados. 

         - Si renuncio a planes personales par pasar tiempo con mis hijos, soy una buena madre, pero si lo hace su padre, es un héroe sacrificado, un mirlo blanco. Tengo la inmensa fortuna de que el padre de mis hijos no piensa así. 

         - Existe el ama de casa, y el amo de la casa. Y no son lo mismo. 

         - Si tengo amigos con derecho a cama, soy un putón verbenero, pero si fuese un hombre, sería un alma libre. 

         - Tenemos que luchar contra la ablación de clítoris, pero la única ablación de pene conocida, casi lleva a Lorena Bobbit a la cárcel. 

         - El top less es sólo si nosotras enseñamos las tetas. Ellos "van fresquitos".

         - Se condena el nombramiento de Irene Montero como ministra, y se asume que ganó el puesto en la cama de Iglesias, sin comprobar su curriculum, del que sólo ha trascendido que empezó como cajera de un supermercado. Pues no se quedó ahí. La niña siguió estudiando.

         - Se hacen comentarios soeces sobre las actrices de la gala de los Goya, con absoluta naturalidad y connivencia de los interlocutores. Asqueroso. 

         - Y por último, porque se ha autorizado decenas de  manifestaciones y concentraciones de protesta durante la era COVID, y la única que ha sido  uniformemente cuestionada y vetada ha sido la causa del  8M. Conste que, como ya dije, no hubiera asistido de haberse autorizado, pero  indigna sobremanera el doble rasero. Véase Cayetanos...

         Así que una vez descargada mi histeria feminoide y vomitada mi ideología feminista, reivindicada mi visión de la injusticia que arrastramos desde  que castigasen a Eva por comerse una  manzana...un abrazo enorme a todas las mujeres y hombres feministas. Disfrutad del día y acordaros  de la causa todo el año.

domingo, 7 de febrero de 2021

LA SILLA

          Pues sí, la silla lleva ahí desde siempre. No la habíamos usado porque hay que desviarse como un metro del trayecto entrada-sofá o entrada-cama, que yo suelo hacer marcha atrás, mirando hacia arriba, mientras tú guías el tándem, en nuestro trayecto habitual. Iba a decir nuestra rutina, pero no hubo tiempo aún de establecerla.

          Tampoco acostumbro a ponerme medias de liga, pero hoy me lo pedían las piernas. Será que presentían que serían abiertas y puestas a prueba sus bisagras.

           Iba a contestar lo de la silla, cuando lo preguntó tu boca,  medio metro por encima de la mía, mis hombros a la altura de tus rodillas, y las mías a la de tus tobillos...pero tu satisfacción no me permitía vocalizar. Y la comodidad de la silla te impidió seguir preguntando.

           La lluvia, que hasta ahora me ahogaba en melancolía, enerva ahora mis ánimos, los cabrea y los provoca, insultando la parte de odalisca que llevo dentro, desde que nos...visitamos. Porque si llueve, yo no me mojo. Y más que nunca añoro el verano, y en vez de series, me hice adicta a los "hombres del tiempo".

          Hoy, la silla, la cama y yo, te echamos de menos, y tus manos frías serían celebradas, tu sonrisa mordisqueada y tu barba perfumada con mi olor.  Eres grande, recio, suave, cálido, amable, acogedor, sensual, generoso y divertido. Y cambias el perfil de mi sonrisa, cuando no la provocas. 

          Espero que mañana no llueva.