martes, 12 de abril de 2016

LO QUE EL VIENTO SE PUEDE LLEVAR

                     A veces somos injustos, y cargamos a quien no debemos con nuestras cruces. Hay una frase muy manida dando vueltas por las pantallas, que dice que el único responsable de tu felicidad eres tú. Cada vez me la creo más.

                    Para ser feliz necesitas  tener cubiertas tus necesidades básicas, y la mayor parte de tus apetencias. Es genial tener al lado alguien cuyas necesidades coincidan con las tuyas, porque se trabaja a medias  para un beneficio común. Para todo lo demás...es diferente.

                    Si tus apetencias o tus objetivos  entran en conflicto, o difieren  demasiado de los de tu compañero de vida, existen varias opciones: que cada cual se responsabilice de su felicidad, intentando no fastidiar la del otro,  que cada uno ceda una parte, o que uno arrastre al otro. Son las tres formas de seguir juntos, pero ninguna me parece justa. 

                    Si tu pareja es feliz, tiene claras sus prioridades y sus metas, y está en buen camino para conseguirlas, lo valiente es respetarle,  darle su espacio, y permitirle ser dichos@.  El problema aparece cuando necesitas ayuda para rellenar  tus vacíos,  y la única vía que  encuentras es acapararl@.  En las parejas consolidadas, se asume que el primer recurso es siempre el otro, que si uno cae, el otro tira,  si tiene frío, le abriga,  si tiene miedo , le abraza, y si siente soledad, le acompaña. Va en el "contrato".

                     Pero si caes demasiado y el otro  no alcanza, por mucho que estire el brazo...¿tiene que arriesgar su posición a salvo para bajar al pozo? Y si pierde cosas por el camino, ¿podrá perdonarse el de abajo por reclamarle? ¿Acaso si uno tiene frío, el otro debe cederle la manta y congelarse? ¿Se permitiría el segundo entrar en calor a costa del frío del primero? ¿Es lícito exigir el abrazo en cada pesadilla,  o hay aprender a afrontar los miedos? ¿Es justo, acaso, exigir su compañía, apartándole de quien al otro le apetece?

                     Opino que cuando esto pasa, el cariño no basta. Puedes querer con locura a tu pareja, necesitarla  en tu diario, que sea la persona más importante en tu vida, y  aún así,  no ilusionarte.

                    En estas circunstancias, además de cariño, son necesarias las ganas por el otro, por compartirte con él, aventurarse. Y eso,  ni se aprende, ni se fabrica, se siente o no.  En caso contrario, las posturas se alejan, los hábitos y los ámbitos cambian, y el espacio entre ambos se hace vasto, árido, enorme. Es posible que la convivencia sea idílica, hagan un trabajo excelente como padres y esposos, compartan algunos amigos, familia, e incluso la cama, con plenitud para ambos, y aún así, estar separados.  No se trata de ser medias naranjas, pero tampoco de vivir en distintas ramas.

                    Cuando el que pide ayuda, pierde el norte, la perspectiva le hace caer en el error de responsabilizar al otro de sus males, de agobiarlo, de frustrarle en su intento  de sacarle a flote. Pero de igual modo, si el otro se enroca, y en lugar de abrir puertas, las blinda, se ahonda la brecha entre ambos. Lo fundamental es no hacer daño, y si se hace, que no sea intencionado, que el que no sabe, es como el que no ve...

                    A veces dejas de ser prioridad, de tener acceso a todas las puertas, y hay demasiadas áreas restringidas para tu gusto. Entonces tienes que buscar tus propias habitaciones cerradas, o dejar la casa. No hay más. La vida es muy corta para vivirla a medias, y en la zona de confort,  te pierdes la chispa. No hay derecho a cambiar al otro, aunque duela.

                   ¿Pero qué haces cuando  no sabes conciliar cabeza y corazón, y te va en ello la sonrisa? La vida es una apuesta continua, y no siempre se gana, sobre todo si se apuesta a un solo caballo.

                    Pero como dijo Forrest Gump..."Yo no sé mucho de casi nada".


"Wild Is The Wind" (BON JOVI)

I tried to make you happy 
You know I tried so hard to be 
What you hoped that I would be 
I gave you what wanted 
God couldn't give you what you need 
You wanted more from me 
Than I could ever be 
You wanted heart and soul 
But you didn't know, baby 

Wild, wild is the wind 
That takes me away from you 
Cold is the night without your love 
To see me through 
Wild, wild is the wind 
That blows through my heart 

Wild is the wind, 
Wild is the wind 
You got to understand, baby 
Wild is the wind 

You need someone to hold you 
Somebody to be there night and day 
Someone to kiss your fears away 
I just went on pretending 
Too weak, too proud, too tough to say 
I couldn't be the one 
To make your dreams come true 
That's why I had to run 
Though I needed you, baby 

Wild, wild is the wind 
That takes me away from you 
Cold is the night without your love 
To see me through, baby 
Wild, wild is the wind 
That blows through my heart tonight 
That tears us apart 

Wild is the wind, 
Wild is the wind 
You got to understand, baby 
Wild is the wind 

[Solo]

Maybe a better man 
Would live and die for you 
Baby, a better man would 
Never say goodbye to you 

Wild, wild is the wind 
That takes me away from you 
Cold is the night without your love 
To see me through, baby 
Wild, wild is the wind 
That blows through my heart tonight 
That tears us apart 

Wild is the wind, 
Wild is the wind 
You got to understand, baby 
Wild is the wind


martes, 5 de abril de 2016

LA MENTIRA

                    Tema interesante, la mentira. Dudo que haya muchos que den tanto juego al pensamiento y la literatura. ¿Qué es mentir?  ¿Quién lo inventó? Una Eva, seguro, aunque la mentira con más repercusión de la historia  haya sido  la supremacía de Adán.... 

                    La mentira es uno de los productos más tóxicos e indeseables del cerebro humano, como la envidia, la soberbia o la venganza. Se necesita ser humano para  mentir. Los animales no mienten; si acaso, alguna conducta evitativa para  protegerse, como el camuflaje...pero en la racionalidad (dudosa  a día de hoy) del humano, radica la capacidad de mentir.

                   El mentiroso siempre busca su beneficio. Protege un secreto, pretende dañar a otro, obtener un placer, esquivar una obligación...A veces incluso se justifica, calificando la mentira de piadosa, adjudicándose el papel de benefactor al mentir.

                  Todos mentimos. Yo, la primera. Paradójicamente, esa es una de las pocas verdades absolutas de la vida. Y es que es lógico, porque la verdad, lejos de solucionar conflictos,  los suele generar, ya que todos defendemos la nuestra, y la oposición de dos verdades, origina el conflicto. Hubo y habrá mentiras que cambien la Historia, pero las verdades se descubren siempre a toro pasado. Los mártires, los héroes,  dan su vida  y obra por defender  la verdad, pero no se muere para defender una mentira. En todo caso, como consecuencia de que se descubra que lo es. Por eso la verdad  duele, y mata, y es más práctico mentir.

                  El equilibrio entre verdades y mentiras no descubiertas, forma el magma que mueve el mundo. Cuanto mayor sea la mentira, más poder tiene para cambiar las cosas. En este sentido,  las verdades son menos eficientes, porque se venden crudas,  al natural, y no podemos manipularlas ni decorarlas, para hacerlas más atractivas, porque eso las convierte en mentira. Pero a éstas si que podemos  moldearlas a nuestro antojo, y venderlas como, cuando y a quien queramos.


                Curiosamente, hay grandes verdades, frases lapidarias, sentencias filosóficas, acerca de las mentiras, como que si la repites mil veces, termina pareciendo verdad, que cuanto más grande sea,  más creíble,  que sólo se necesita una mentira para poner en duda todas las verdades, y que las pequeñas mentiras sin importancia, acumuladas, son las que más daño hacen,  como las termitas, porque una mentira grande tumba tus paredes, pero muchas pequeñas, minan los cimientos.

                 Ocultando verdades, también mentimos. De hecho,  el estímulo infalible para que alguien  busque una verdad, es esconderla. Y hay un innegable placer morboso en escuchar una mentira, cuando ya sabes la verdad...Pero a veces, la curiosidad mata al gato. Nueva evidencia del peligro de las verdades...

                 Esto, verdaderamente, no son más que  divagaciones mías, aunque sean muchos los que opinen que  son mentiras mis verdades. Lo dicho, un tema interesante....


lunes, 4 de abril de 2016

SE SALVA

                   Lleva  tiempo temiendo  la herida, el daño. Hace una eternidad que viene asumiendo la muerte anunciada de su historia, y  se va protegiendo, fabricando una coraza, aislándose en una suerte de bunker artificioso, que sabe que no sirve para nada, porque prever, anticipar el dolor, no es evitarlo. Es sentirlo dos veces.


                   No teme quedarse sol@,  sino que la pena no le deje seguir caminando por las mismas calles. Teme sentir rencor, no querer porque le falten razones. 

                   Cuando la realidad te sorprende, te regala tiempo, y resulta que ese amor que fue todo lo grande que pudiste imaginar, no está herido de muerte, que se salva si lo mimas, sufres por todo el llanto en vano, y por la cantidad de puentes que has quemado pensando que no volverías a cruzarlos.

                   Es rara la sensación. Es difícil aceptar la esperanza, la buena nueva,  retomar el camino desechando el miedo y la desconfianza en que las cosas saldrán bien. Salvar la casa, no solo los muebles. El gato escaldado del agua fría huye, y se siente como un niño que anduvo perdido y ahora teme perder de vista las faldas de su madre por tan siquiera un momento.

                   Las heridas sangraron,  y  confiar es lo único que puede hacer para volver a pegar los pedazos. Quieren darse alas para volar y razones para quedarse, pero da mucho miedo apostarlo todo y poner de garantía el corazón. No hace falta mostrar las cartas en esta partida, pero si alguno hace trampas, terminarán rompiendo la baraja. Y eso no sería un buen final.