jueves, 31 de marzo de 2022

VIAS DE AGUA

              Ambos sabían que el azar los cruzó a destiempo, pero él pensaba que  demasiado tarde, porque  andaba entonces embarcado con rumbo fijo, y ella sabía que demasiado pronto, porque había reconocido las brechas  del barco, iguales a las del que ella había tenido que abandonar para no ahogarse.

              Todo dependía de que él decidiera si quería mantener su destino, confiando en que las mareas y las tormentas no  terminasen de abrir vías de agua lejos de ningún puerto, o cambiar de barco y de rumbo. 

             
             Ella desconocía con qué calafates contaba él, así que siguió en su barquita, deseando de corazón que el barco no se hundiera,  pero con el secreto anhelo de que él se bajara en el mismo puerto que ella. 

sábado, 26 de marzo de 2022

10 AÑOS

           Hace 10 años de uno de los peores días de mi vida, porque te fuiste sin avisar.

           Una década después, nos sigues faltando. Me he despertado pensando en ti, probablemente porque me acosté pensando en ti. No puedo sacar de mi cabeza tus últimos minutos, ni quiero, por mucho que duelan, porque acompañarte cuando te ibas me facilitó el duelo, aunque parezca enrevesado.

          Hoy nos hemos reunido tus hermanos, tu madre y tus sobrinos. No se ha hablado de cuánto te recordamos, ya sabes como son...pero estabas. 

          Tienes cuatro sobrinos que serían diferentemente mejores si te hubieran tenido, de eso estoy segura, por mucho que sus padres nos esforcemos en hacerles saber cómo eras, y han pasado muchas cosas en estos 10 años, que habrían sido más fáciles contigo.  Aunque hayamos resuelto la pena, unos mejor que otros, y el show deba continuar, sigues estando  en nosotros. No  lo dudes.

          Besos a tu recuerdo, como y por siempre.

sábado, 19 de marzo de 2022

DÍA DE SUERTE

           Hay días, como hoy, en los que una se siente especialmente afortunada. 

           Celebramos el Día del Padre, y yo, con 50 tacos, todavía tengo al mío y a mi madre, y todavía me cuidan ellos a mí, y no al revés, y se les ilumina la cara al verme, se alegran y se preocupan conmigo, me abrazan como sólo hacen los padres y creen que quieren a sus nietos más que yo.

           Cuando miro alrededor, a gran parte de mis contemporáneos, y más jóvenes, les falta padre o madre, o los cuidan porque están enfermos, o su relación con ellos es fría y distante, porque nunca supieron entender la paternidad. Sigo defendiendo que no hay que pasarlo mal para apreciar la felicidad, pero es cierto que hoy me siento con una fortuna que otros no tienen. Por ejemplo, las fiambreras de croquetas que me traeré hoy de vuelta, o el vinito compartido con mi padre, sea el día que sea, porque vernos es suficiente razón para brindar. También celebro tener dos hermanos a mi medida, mis dos hijos y todo lo que son,  su  padre,  que ejerce a la par conmigo aunque ya no seamos pareja, y mi suegra, que viene con la custodia compartida.

           Tengo achaques, pero menores, una casa medio pagada, una profesión que me gusta, un arriate con flores, que precisamente hoy me regala el primer lirio de la temporada, respiro azahar, me alumbra el sol sevillano, y como el bicho no me quitó el olfato,  saboreo cada bocado, porque aprendí lo corta que puede ser la vida, y lo fácilmente que un virus, un terremoto o un loco pueden jodértela, con perdón de la mesa...

           Me quieren  mucho varios amigos y bastantes conocidos, y cuento con más de tres personas muy mías. Tengo una sonrisa de vuelta, y quien sigue pensando de esa manera en mí, a pesar de la vida. Disfruto los besos, las miradas y las caricias. Y me levanto casi todas las mañanas con muchas ganas de más.

           Hoy celebramos el Día del Padre (gracias, Papá, por la parte de mí que me diste), pero mañana será otra cosa. Y así, hasta que podamos. 

domingo, 13 de marzo de 2022

SUSPENSA

            Marilyn Monroe fue una mujer muy inteligente, con un coeficiente intelectual de 165, o sea, 5 puntos por encima de  Einstein(*), tan infravalorada en su momento como tantas otras(**), por ser bella, diferente, única y...libre. Nada convencional, pues.

            La imagen que le dejaron dar fue el prototipo de rubia tonta, a pesar de que, doy fe, teñirte de rubia  o tener curvas no te fríe el cerebro. Se enamoró de hombres peculiares, bien por su físico, carácter o ideales, buscando quién sabe qué tipo de afecto o necesidad, y todos la decepcionaron, la hirieron y la fueron matando de a poquito.

           Si se suicidó o la suicidaron, dudo que lo sepamos nunca, pero cuando ambas opciones  parecen tan verosímiles, lo único evidente es que fue una mujer desgraciada, y su fin, previsible.

           Parece que eligió como mantra, aunque se le dio mal, su frase de que los mejores amantes eran los hombres casados, porque no le pedirían matrimonio. Frase audaz en su época, aunque no fuera más que sacar a la palestra una realidad  vivida desde que inventamos el matrimonio, por hombres y mujeres que gustaban del sexo sin complicaciones. Basta tirar de literatura clásica, repleta de historias de amores ilegítimos, de amantes, de cortesanas y queridos, casi todos trágicos cuando alguien se enamoraba.

           La de Norma Jean fue una historia más de desamor y sexo ilícito recidivante. Tuvo todas las armas que teóricamente sirven para triunfar en la vida, pero se saltó la clase  en la que explicaban  a qué y a quién no debía engancharse, y suspendió en inteligencia artificial.

           Personalmente, pienso que a mí me la aprobaron con un 4.9 para no estropearme el expediente, así que  me la estoy repasando, porque me he quedado en blanco algunas veces, y no quiero que vuelva a pasar. Mal de muchos, consuelo de tontos, pero si ella suspendió con ese coeficiente y ese cuerpo...lo mío no parece tan grave. Espero.




(*)Se cuenta que  Marilyn le dijo a Einstein: "Usted y yo podríamos tener un hijo: saldría  con mi belleza y tu inteligencia". Si el genio hubiera sabido del potencial de aquella mujer escultural, no habría contestado: "Desafortunadamente, me temo que el experimento salga a la inversa, y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia". Tan erudito...y tan grosero a la vez.

(**)Recomiendo  curiosear el curriculum y los coeficientes de mujeres como  Natalie  Portman, Shakira, Hedy Lamarr, Sharon Stone, Geena Davis o Meryl Strep,  triunfadoras indiscutibles, pero por otros motivos.  Mi humilde reverencia a todas.

sábado, 12 de marzo de 2022

DISCREPO

           Discrepo de memeces como que lo que no te mata te hace más fuerte, no hay mal que por bien no venga, que para apreciar la felicidad hay que sufrir primero o que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes. Memeces.


          Soy primogénita, mujer, cincuentañera, estudié una carrera de las largas, médico de la sanidad pública en pandemia, casada muchos años, tengo dos hijos, y sigo yendo a la misma peluquería desde hace 20 abriles, aunque se empeñen en ponerme rubia (love, David). Por todo ello soy experta en responsabilidad, renuncia, compromiso y lealtad, y convencida de que son una puñetera necesidad para el equilibrio de la tribu...pero no para la dicha personal.

          Estas mordazas ciñen nuestra conducta, siendo una herramienta indispensable para conservar la salud mental y educarnos en tolerar las frustraciones, pero castran al individuo, pisotean el ello freudiano en beneficio del superyo, generando yoes que repiten mantras intragables, pero calmantes, como jarabes amargos: detrás de la tormenta llega la calma, la vida te devuelve lo que das, siempre hay un roto para un descosido...memeces. 

          Miente Sabina cuando dice que hasta los huesos sólo calan los besos que no has dado, y Platón con su idea del amor perfecto. Ninguno besó en condiciones.

          Así que discrepo. Yo habría sido igual de feliz sin las piedras en el camino y los disgustos. La vida es muy corta y la supervivencia dura. Si le quitamos la ilusión, la abaratamos.

          Así que una vez pataleado mi sentir...sigo peleándome con la suerte, y pagando el precio de la vida.

jueves, 10 de marzo de 2022

RITUAL

          Escribir cartas se me da bien, modestia aparte. Lo practico desde pequeña. Tengo esa edad en la que de adolescentes nos comunicábamos por carta con los amigos o amores lejanos (Matalascañas, Sevilla este, Figueras...)porque el teléfono tenía el precio que ahora tienen la luz o la gasolina. Pero con sellos del emérito, no del dictador.

          Hace años que sólo escribo como aprendiz de literatura básica, y para situaciones trascendentales. Mi especialidad son las cartas de amor o desamor y los agradecimientos. 

         La última que he escrito me ha devuelto al recuerdo de las anteriores y al ritual de qué hacer con ellas. Es fácil con las que no entregas, esas que escribes como terapia para  vaciar el corazón  o las que publico en mi blog, porque son casi inventadas. La duda es  con las entregadas a su destinatario.

         Lo sensato sería guardar como tesoro las que devuelven besos con el acuse de recibo, y destruir las otras. No es tan sencillo.

         He investigado, pero no existe  conjuro ni forma científica ni negacionista que las destruya devolviéndote al momento justo de antes de escribirla. No lo hay. Y es una pena, porque desde que el destinatario la lee, los pensamientos que te pertenecían trascienden tu alma y dejan de ser tuyos. Puede salirte cara, puede salirte cruz.

         Pero como la autosugestión es una herramienta fantástica, y una mentira repetida mil veces asemeja una verdad piadosa, yo utilizo un ritual que no falla.

         Guardo mi copia  de la misiva un tiempo prudencial(si, hago copia por si necesito ritual), durante el cual la llevo cerca, en el bolso, el coche, un libro, o el bolsillo del culo...de vez en cuando la leo, entera o por trozos, y le rompo una esquina, un cachito, o le tacho algo. Alguna vez he dibujado corazoncitos, o un monigote al que le hago budú con alfileres, y si se me escapa alguna lágrima, me la quito con el dedo corazón y emborrono algunas palabras, dándole un toque melodramático que me hace rebelarme ante mi propia blandurriez, acercándome al objetivo del plan. 

         Cuando pasan unos días, a veces ni eso, de repente saco el que ya es un papelucho cargado con  mis lastres de turno y asumo que es el momento: me pongo de banda sonora "bad name", un bolero o una copla, según maride el contexto, y la rompo  despacio en trocitos, escuchando rasgarse el papel. Los pongo en un tiesto y les añado pimienta blanca, clavo, pimentón y finas hierbas. Y una cerilla encendida. Si el humo sale hacia la izquierda, seguiremos siendo amigos, y si a la derecha, ni loca. Derecha, nunca.

          El resultado suele ser que mejora mi rosácea  y vuelvo a sonreír sin motivo.

          Con la última carta todavía no sé qué hacer, pero por ahora me ha devuelto las ganas de escribir. No me equivoqué con él.


P.d: las especias escogidas son las que no uso, como mensaje implícito.