domingo, 19 de mayo de 2019

AHÍ LO DEJO

     
      Igual fue la luna llena. Si es que lo estaba.

            No sé si culpar a  lo que quedase en tus labios del cabernet o la temperatura exacta de tus dedos bajo mi blusa. Es crucial  la temperatura. La amplitud de tus brazos, el olor de tu camisa. El ritmo ondulado con el que me besas, invadiéndome sin avasallar. La forma en que angulas tu calibre exacto, para que el tamaño importe. La presión oportuna, el tiempo necesario y las veces precisas. Tus piernas, aún más duras sin pantalón.

            Las caricias ajustadas al guión de la película que interpreto en mi cabeza. 

            No sé qué habrá sido, pero como vuelvas a hacerlo, tendré que hablarle de ti a mis amigas. 

            Ahí lo dejo...

1 comentario:

Juan dijo...

Corto, preciso y bien descrito. Bien por ti.

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