jueves, 18 de noviembre de 2021

LA TITA PURA.

          Mi tía Pura se nos fue anoche. 

          Era uno de los tesoros vivos de mi infancia, la anfitriona de mis vacaciones de verano, la que hacía magia para que en su casa siempre hubiera comida, aunque llegásemos 10 más de los esperados, esa casa en la que nunca estorbaban los niños y donde siempre se podía inventar un hueco para poner un colchón, aunque el suyo quedase encima del pozo (literal), para dormir al raso en las noches de verano con su Manolo.  Se ve que lo echaba de menos, y se dejó morir para  subir a cuidarlo.

          Me quedo con  sus canas, sus moñas de jazmines, su piel blanca y sus coplas mientras trasteaba por su casa. La primera en levantarse y la última en acostarse. 

          Hoy mis lágrimas destilan pena de la seria, porque  con ella se me va la última del triunvirato, mis tres tíos más queridos: la tita Mari, el tito Manolo y la tita Pura. Ojalá me equivocase y existiera el más allá, pero mandaré besos a  vuestro recuerdo. Siempre.

1 comentario:

Unknown dijo...

Madre mía descase en paz mis más sentido pésame sobré todo Asus hermanos hijos y nietos un beso desde Madrid

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