Hoy cumple 40 años una persona muy especial para mí.
Merece llamarse Don Juan Antonio, pero para mí será siempre Juani, el niño de trece años que me miraba sin que ninguno supiéramos bien qué decir, cuando me hice novia de su hermano.
Es un hombre sencillo, íntegro, trabajador como nadie, dispuesto siempre a echar una mano a los suyos. De hecho, ha sabido hacer familia de algunos amigos, y tener grandes amigos en la familia. Y para eso hay que ser mu güena gente.
En ventitantos años, lo habré visto enfadado un par de veces. Es de esos hombres que da la mano con fuerza, que te abraza como un oso, y que, con la puerta de su casa, te abre la de su amistad.
Y el elefante de la cacharrería. Toda la elegancia de sus sentimientos, le falta en el movimiento. Lo he visto tirar cosas, sin darse cuenta, a las que ni siquiera se había acercado.
Las canas y algunas claridades han menguado su mata de pelo negrísimo, pero sigue siendo guapo, y tiene unos ojos que no saben mentir. Ni aunque lo intente.
Disfruta como un niño el día de Reyes. Y los cumpleaños. Por eso hoy me gustaría tener una varita mágica, para concederle todas las cosas buenas que se merece.
No puedo ser objetiva , ni quiero, hablando de él, porque más que un cuñado es otro hermano. Y sé que me quiere como tal.
Feliz cumpleaños, guapo. Un beso grande, grande, grande.
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