domingo, 26 de marzo de 2017

UNO DE MIS TESOROS

                 Si 20 años no es nada, cinco deben ser una nimiedad, lo que explica que nos siga doliendo tanto tu ausencia.

                Duele diferente, con el tinte de la eternidad asumida, como una cicatriz que nos recuerda la herida que fue, con cada cambio de estación o terremoto en el calendario, como la fecha de hoy.

                Por aquí estamos bien. Tu madre demostrando de dónde sacaste la fuerza, tus hermanos, los cuatro, venerando tu memoria, y tus sobrinos haciéndose mayores, cada uno a su estilo. Los habrías disfrutado mucho, son buenos en esencia y cariñosos a rabiar, y están entrando en esa edad en la que las titas como tú se hacen fundamentales.  

               En casa, además, tenemos el recordatorio constante de tus genes. Lucía tiene gestos y actitudes tan tuyas, que nos miramos entre nosotros y no hace falta decir nada. 

               Si es cierto que nadie muere del todo mientras se le recuerde, estarás con nosotros mucho tiempo, cielo.  Desearía creer que existe un más allá, para mandarte el beso con más fe. Mientras, se lo doy a tu recuerdo, uno de mis tesoros. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario