miércoles, 22 de noviembre de 2023

UN POQUITO HUÉRFANA

          Siempre presumí de padres, y cada vez más, a la par que voy sintiendo en mis carnes lo que significa serlo. Con 16 años tuve la fortuna de conocer a la madre de mi novio. Recuerdo que me pareció amable, sencilla, que no simple, y elegante, por lo bien vestida y peinada que iba la primera vez que la vi, una tarde que cogió el mismo autobús que su hijo y yo.

          La madre de mi novio fue después mi suegra, la madrina de mi boda, y como premio gordo, abuela de mis hijos. Cuando nos divorciamos, no era legal incluirla en la custodia, pero faltó poco.

          Jamás, en los 36 años que la tuve cerca, discutimos, aunque me tenía un resquemorcito suave porque le dije que no le veía el encanto a vivir en Triana, pero no me lo tuvo en cuenta. Jamás se metió entre su hijo y yo, ni en nuestras decisiones, y jamás percibí un mal gesto ni un desagrado, ni algo que me hiciera  sospechar que yo le disgustaba.

           Celebró conmigo cada cosa buena y me acompañó siempre en las duras junto a mi madre, porque cuando una señora Buena como ella  se alegra de que seas la mujer de su hijo, y la madre de sus nietos, te adopta sin papeles. Y a mí me adoptó mi suegra. Por eso, hace dos  días, me quedé un poco huérfana.

           Alabar a los que  se han ido puede resultar oportuno, pero  los que vais a leer ésto la conocíais, al menos  por lo que yo  presumía de ella, y sabéis que no mentiría soltando una retahíla de piropos, pero no voy a vulgarizar su memoria contando todas sus virtudes. Las veréis en el brillo de mis ojos cuando me la nombréis.

            Sólo fui su nuera, pero nos quisimos de corazón, y me va a costar sangre celebrar sin ella cada cumpleaños, cada día de Reyes y cada cosa bonita que me pase a mí o mis hijos, de las que siempre se alegraba y aplaudía.

           Se ha llevado un cachito gordo de mi corazón, pero me dejó tanto cariño  que las lágrimas nunca le harán justicia. Hoy me impiden seguir contándola.

           Gracias por quererme y formar parte de mi vida, Conchi. Siempre en mi corazón, mi Suegra. 

            Besos mil. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada qué añadir

Anónimo dijo...

Me emociona. Un besazo

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