miércoles, 18 de septiembre de 2024

LA LUNA

          Hoy está la luna para verla contigo desde Granada, porque parece que se ha vestido para que Lorca la mire, y la escriba como sólo él sabía. Sabe.

          Ojalá me mirases.

         ¿Recuerdas una luna parecida de vuelta de la  cena de mi cumpleaños? ¿ Y la de la playa en Taormina?¿Recuerdas las lunas que no vimos porque había que cerrar las cortinas  para ocultar  los cuerpos abiertos, los besos, los amores...? Claro que no. Nunca fueron. Nunca fuimos. 

         Ojalá te hubieras visto desde mis ojos, cuando encontraba la complacencia de tu mirada  al desnudarme, al escucharte, acariciando tus talentos para presumirlos frente al espejo, único testigo permitido. Quizás debimos esperar una luna llena para escaparnos a la tierra nunca prometida, a la vida de otros.

         Pero todo fue un sueño mío. Vives en el cuerpo del hombre que quiero: alegre, cariñoso, sincero, solícito a la par que complaciente. Gusta de la vida, y sus placeres, y los comparte conmigo,  los vive conmigo aunque no esté cerca. No tengo la menor duda de que me piensa tanto como  lo pienso y que imagina un mañana y miles más a mi lado. Soy su risa y su ilusión. Soy su certeza, su refugio y la llave de sus verdades. Soy sus ganas. De todo. Pero no eres él. Solo vistes su cuerpo y su sonrisa.

         Hoy está la luna para conjuros, para quemar mi adorado trampantojo, para quererme como él me quiere, y que el eclipse se lleve lo que no fue. Porque vives tu vida acotada en el cuerpo de otro hombre, el mío, que no sabe de cunetas ni miedos, ni se queda en el desierto.

         Ojalá fuera San Juan, y quemar todo menos los libros.


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