martes, 30 de julio de 2013

TU BRONCEADO

       Me preocupa tu bronceado.

       Pienso revisar cada pulgada de tu piel y asegurarme de que no la quemas, por si me da por abusar de ella una de estas tardes.

       Mordisquearé tus rojeces mientras te riño, lamiendolas para sanarlas, suavizando tu piel a besos.

       Voy a comprobar tu cuello, tus hombros, pasearme por tus brazos y terminar humedeciendo cada uno de tus dedos.

       Acariciaré lentamente tu espalda, y robaré el aroma de tu pecho mientras paladeo tus besos.

       La guinda del del repaso será recorrer la frontera entre lo que veo y lo que tapa tu bañador. Esa franja bicolor será pellizcada, arañada o mordida, según mi apetito, mientras mis manos acarician lo blanco. Cada pliegue, cada oscuridad, cada endurecimiento será debidamente manipulado hasta convencerte de la conveniencia de tocarme, de enfrentar tus playas con las mías y empezar a controlar nuestras mareas.

        Anda, busca dónde y cuándo te sacudo la arena...cielo...

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