miércoles, 26 de marzo de 2014

OTRO 26 DE MARZO

         

            Hoy ha sido un día extraño. 

           Cuando te fuiste de nuestras vidas, hace dos años, te llevaste parte de nuestro tesoro: tus ojos, tu sonrisa, tu presencia. Y te llevaste tambien todos los 26 de marzo de todos los años que nos queden por delante.

           Porque todos los que te tuvimos por nuestra, hemos intentado vivir el día como uno más, pero de cara a la galería. Por dentro es imposible.  La herida en el alma por tu ausencia, no cicatriza aún, y aunque te extrañamos a diario, hoy no podemos evitar echarte un poquito más de menos. Llorarte un muchito más. 

           Le hablo a tu recuerdo como si de ti misma se tratara, porque me resisto a pensar que la Naturaleza, en su sabia eficiencia, que nada destruye, sino que lo transforma, permita que un ser como tú y todo tu mundo se hayan extinguido. No me valen las explicaciones de  ninguna religión, inventadas por hombres que no encuentran respuestas tangibles. Pero en alguna parte tiene que seguir tu esencia. Y a ella le hablo. 

           Te gustará saber que tus sobrinos te ubican en una estrella. La más brillante, por supuesto. A veces los pillo mirando al cielo, y aunque no dicen nada, siempre  miran la misma estrella, y les encanta que les pregunte si buscan a la Tata, y que les hablemos de ti.

          Todavía dueles mucho. No tu recuerdo, que es dulzura y consuelo. Duele saber, sin resquicio de duda, que no volverás, que te acabaste. Hoy me quema los labios el beso que te di cuando  tu corazón, después de una eternidad de horas sin esperanza, consiguió pararse. Tenías tanta vida  dentro que le costó vaciarla.  Afortunadamente, no es ese el beso con que te recuerdo, sino los miles que tuve la fortuna de darte antes. 

          Sigues con nosotros. Y vas a seguir  llevándote muchos 26 de marzo, porque estás aquí todos los días.

          Besos mil...

1 comentario:

Ale dijo...

Purdi ... te echo de menos

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