sábado, 14 de noviembre de 2015

EGOÍSMO

         Amiga, los nudos de mi garganta los forman los atascos de las rabietas, amordazadas por la consciencia de saber  que no me  pertenece, que no tengo derecho a negarle nada, y que no puedo impedir que desee cosas que están fuera de mi alcance.

        La sonrisa que a veces no  me ves, se borra cuando no quepo en sus legítimos planes, ya hasta los míos se me terminan atragantando.

        Y la tristeza acude a visitarme, porque quiero quererle con la parte racional de mi cabeza,  pero lo hago con la que llaman corazón, que resulta ser una loca malcriada y caprichosa. 

        Todo eso, amiga mía, es egoísmo del grande,  del que siempre abominé, y que ahora trato  de tragarme como si fuera cicuta. Nunca permitas que lo llame amor. 

        Voy a darle tiempo al tiempo, espacio a los deseos, alas a  los pensamientos y besos al aire. 

        A ver si los recoge. 
       
        A ver dónde llegan...

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