miércoles, 8 de abril de 2020

EL BICHO (CABRÓN)

           Este bicho es un cabrón. Con todas las letras. 

           Como médico, tengo una idea de cómo funcionan muchos de estos enemigos invisibles, soy consciente de lo que llegan a hacer, y del enorme trabajo  que hay detrás de los remedios encontrados para cada uno de ellos. Y éste, repito, es una cabra macho muy, muy grande. Sigo pensando que si fuera republicano, en vez de corona, no lo sería tanto...

           Llegó quién sabe de dónde, disfrazado de gripe, haciendo pensar a muchos, entre los que me incluyo, que se trataba de una virasis más, quizás con una morbi-mortalidad mayor de lo habitual, que nos iba a dar más trabajo que las de costumbre, y que nos obligaría a cuidar mucho a nuestros viejitos y a los inmunodeprimidos. Nada que un médico no pueda afrontar con coraje y dedicación. 

          Pero luego, el muy ladino, empezó a hacer cosas raras, y a descolocar a quienes lo combaten. Demasiado contagioso, demasiado esquivo, demasiado desconocido, demasiado imprevisible. Empezó a matar a gente que teóricamente no es grupo de riesgo, y los mata(nos mata) con muy mala baba, provocando unas neumonías casi silentes, muy difíciles de diagnosticar hasta que es imparable, que cursan con mucha gravedad, y que mata asfixiando. Pero es que, además, ahora sabemos que provoca daños cardíacos, renales, digestivos...y seguimos sumando. 

         Eso sí... no sabe el cornudo rabioso dónde se ha metido. Ha conseguido él solito poner de acuerdo a miles de millones de personas. No en todo, evidentemente, que los humanos  ante las crisis, nos deshumanizamos un poco, y algunos se despistan... Pero en general, filtrando un poco las noticias, y haciendo luz de gas a las mentes falsas o malintencionadas, nos encontramos con un drama enorme, globalizado, y con un frente de batalla singular, unido como nunca en la historia se vio: una corriente de colaboración y solidaridad como, al menos yo, nunca imaginé.

          No creo que haya existido ningún microorganismo en cuyo estudio se haya invertido tanto, a nivel económico y de esfuerzo científico, en tan poco tiempo y de forma tan colaborativa. Y eso va a tener recompensa de la buena.

          Este bicho nos va a cambiar  los conceptos y la forma de vida, como  después de una gran guerra, pero vamos a poder con él, y cuando pasen unos meses y meditemos con perspectiva lo que ahora estamos viviendo demasiado deprisa como para normalizarlo, pienso que tendremos los pies más cerca del suelo. La bofetada  nos va a espabilar. Pero para bien.

          Suerte a todos. Espero veros al final, y compartir un abrazo, también globalizado. 

          Salud y paciencia.

2 comentarios:

Juan dijo...

Estoy seguro que será así. Aparte del abrazo una cerveza no vendría mal. Y si nos hará más humanos y mejores. A todos

Yo no soy sonsi dijo...

El abrazo incluye cerveza y tapa

Publicar un comentario