sábado, 26 de noviembre de 2022

CARPE 0.01% DIEM

           En la era de la felicidad por decreto, a veces hay que pararse a pensar para adentro, y aprender qué estamos viviendo, qué esperamos de lo que nos pueda quedar de vida y qué tiene sentido.

          Estar sano, tener techo, cuenta corriente con tarjeta de crédito y vacaciones pagadas es una buena base material. Pero para ser felices como está mandao, hay que vivirlo, y ahí es donde entra el patrimonio inmaterial: la familia, los amigos y el amor, como fondo de armario, para combinarlos con abrazos, aventuras, puestas de sol, noches locas, fiestas de guardar, aventuras, viajes, sorpresas, conversaciones, sofá y manta,  desayunos de besos, caricias, sexo, regalos, paseos...vida. 

          Cuando ya tienes todo eso, o parte, empiezas a valorarlo, a disfrutarlo, y a querer más y siempre, y te das cuenta de que la vida es corta, o muy corta...y vienen las crisis personales, familiares, de pareja, personales otra vez...y así hasta que averiguamos cómo queremos vivir. Si lo que quieres es lo que tienes, eres el rey del mundo. Afortunados, que hay muchos, y a algunos les pasa durante mucho tiempo. 

          Pero la mayoría de los mortales vivimos alternando rachas de felicidad...y lo otro. Y cuando estás en lo otro te prometes que cuando cambie el viento y sople a tu favor, vas a llevar el timón, te vas a querer y tu lema será el carpe diem. 

          Algunos lo hacen, o lo intentan. Otros a medias, o a ratos, y a veces nos conformamos con vivir un porcentaje del carpe diem, viviendo de las sobras de otro, y dando a cambio vida de sobra, que se derrama sin que nadie la aproveche. Que no es lo mismo vivir de las sobras que vivir de sobra.

          Y entonces el otoño se hace tan largo....¿de verdad hay que esperar a que el tiempo decida nuestras quimeras? ¿O hay que elegir a qué ficha apostar ?

          Por lo visto se esperan nieves....

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