lunes, 16 de febrero de 2015

¿NOS PEGAMOS?

              ¿Alguien ha visto ya la peli? ¿De verdad es tan mala? ¿Si?

               A ver, yo el libro me lo leí, y lo vomité, pero porque yo soy rarita y me gusta leer literatura. O tebeos, pero no vestidos de libro. Ya en su momento critiqué la novela, porque yo soy muy de criticar, y opté por no leerme la segunda y tercera. 

               Me enteré de que al final acaban bien, porque la gente cuenta los finales de los libros. Parecía obvio, porque está malescrito como porno suave para mujeres, y, según el chiste, nosotras, si vemos porno, es para saber si al final se casan...Ingenu@s.

               Pregunto, porque no me entra en la cabeza que alguien haga una mala película de un libro que, aunque literariamente horroroso (mira quien habla), ha logrado un éxito colosal entre un público fácil de llevar al cine. Señores, que tienen medio trabajo hecho...Que la taquilla de las dos primeras semanas la tienen asegurada por la curiosidad...Pónganle un poco de arte para que los demás vayamos a verla, aunque sea por las tórridas imágenes, por algo nunca hecho hasta ahora, por alguna sorpresa...que el público salga diciendo que es mejor que el libro. El cine puede contar una historia  esquivando la mala narrativa. Y se puede hacer una obra de arte de una mala historia.

               El muchachote es mono, las cosas como son. Y la niña de Melany, yo si la veo para el personaje...si encima saben interpretar, no debiera salir mal. Pero se han creado taaaaantas expectativas, que ya van prejuzgados, creo yo. Es como el hijo de un torero famoso cuando la alternativa: de principio opta a notable, no a sobresaliente.

               Frivolidades aparte, me sorprende el aluvión de críticas que está recibiendo la película por normalizar una situación plenamente vejatoria para la mujer, y el ejemplo nefasto que supone para jovencit@s que  pueden  y van a verla, sin tener todavía claro su concepto de relación sexual "normal". Estoy totalmente de acuerdo, pero me sorprende que se haya esperado a la peli, cuando la historia escrita es  la misma, y no provocó semejante indignación....

              Señor@s, la peli no es el problema, sino la consecuencia. Que un libro así haya roto todas las reglas del mercado, es el electrocardiograma que nos muestra el pulso de los roles sexuales en los que estamos instalados. Que miles de mujeres piensen que ese libro las  ha liberado sexualmente, y les haya hecho "descubrir" una nueva sexualidad es muy triste, a mi entender. Que hay quien ve romántico que te lleven el día de San Valentín a ver semejante historia....

              Pienso que hemos dado por hecho que tenemos tanta información sobre relaciones sexuales a nuestro alcance, que suponemos que todo el mundo tiene acceso a ella. Pero tener acceso y poder interpretarla, o entenderla correctamente, no es lo mismo. Es evidente cuando, hasta la revolución Grey (que su mérito tiene...)no hemos asimilado el hecho de que una mujer lleve en su bolso un vibrador...y hasta lo use. Que ya no nos asuste entrar en un sex-shop y pedir cosas, y  dejemos de criticar a la vecina porque cada dos por tres le lleguen paquetitos de Amazon...Desde aquí reclamo divulgación, formación, campañas educativas que saquen a la palestra el respeto en las relaciones  sexuales, que entendamos que mujer y hombre tenemos iguales necesidades, aunque no sean las mismas, que cualquier opción sexual es válida cuando se respete la del otro, y que toda  práctica el lícita si es consentida entre personas que sepan lo que hacen, sin situación de inferioridad de ninguna de ellas.

              No creo que sea patológico que te guste el sexo anal, que te aten, o que tu pareja te de un cachete en el trasero en plena efervescencia. Al fin y al cabo, el sexo depende mucho de la estimulación cutánea...Lo patológico sería depender exclusivamente de ello para sentir placer, o que la intensidad del daño físico ponga en riesgo la integridad de uno. Pero patológico, como cualquier dependencia. También  me lo parecería que alguien se excitara sólo si se lo hacen entre almohadones de plumas, con caricias superficiales y besos de chocolate descafeinado...Son  la desigualdad o la incapacidad para elegir las que hacen patológico el sexo.

             En fin, como dice una amiga mía,  no soy sexóloga, sólo aficionada al deporte de cama, y con un angular bastante amplio en lo que a opciones se refiere. Pero reivindico que este deporte hay que tomárselo en serio, y que esta sociedad tiene que ponerse las pilas para que la sexualidad sea una faceta más de la vida del individuo, y éste tenga  libertad para vivirla de forma sana y satisfactoria. Las prácticas sexuales no pueden ser una moda como el running...Ahora todo el mundo corre y se pega en la cama. Guay.

              Como madre, mi objetivo es que tanto mi hija como mi hijo, no crean que el Sr. Grey  o Anastasia son un modelo a seguir. Pero tampoco los Ingalls de la Casa de la Pradera. Intentaré que conozcan los roles sin inculcarles ninguno, y que antepongan el respeto a sí mismos y a sus parejas, a cualquier otra satisfacción o valor. Que ni siquiera sus padres somos ejemplo a seguir (aunque su padre, es para quedárselo...)Y que el sexo no depende de los personajes de moda...

             
En cuanto a la peli, la veré seguro, cuando pasen unos meses. Si no, no podré criticarla. Quedaré con unas amigas de las de reírnos, y la veremos en casa de alguna, antes o después del tupper-sex. Quien se apunte que me llame...

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