jueves, 21 de agosto de 2014

PERFECTA

                  Cariño, he de admitir, pese a mi  orondo ego, y por su  culpa, que no soy perfecta.

                  No puedo  ofrecerte unos bellos ojos verdes, ni una melena sensual, derramada sobre un cutis de alabastro, ni una sonrisa de nácar entre labios sedosos.

                  No soy tan alta, ni tan delgada como quisiera, y mis curvas ya no provocan derrapes.

                  Descuido mis manos y aborrezco mis pies, y a veces, aplazo demasiado lo de colorear mis canas.

                  Me falta elegancia, y ternura, y me sobra mal genio. 

                  Sé que debería aprender a cocinar, y a planchar bien las camisas. Apenas doblo las toallas, y mis cajones son un desastre.

                 Me gusta ir de cañas, sobre todo contigo, y entre comprar los muebles que nos faltan y escaparnos el fin de semana...seguiremos sin muebles. Soy manirrota,  consiento a los niños y los achucho cada vez que puedo. Como a ti.

                 Y lo peor de todo, es que a veces no soy capaz de esperar a que me desnudes, y me arranco yo la ropa. Sin recato, ni moral.

                  Por eso, cariño, soy perfecta para ti. Porque no soportarías a una mujer que hiciera bien todas esas cosas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario