jueves, 21 de mayo de 2015

TARDE SIN NOES

                                 No siento celos  de los labios que besas hoy,  ni del cuerpo que amas esta noche. No envidio sus amaneceres, ni sus noches. No quiero ser ella. No quiero ser reina.

                                 Lo que espero, y celebraré si llegan,  son tus gestos, tus voluntades. Un beso que me cuente que todos los días me quieres, un abrazo que nunca se suelte del todo, un quiebro a tu agenda para tomarnos un café juntos de lejos. 

                                 Una tarde nuestra, sin prisas y sin noes. Una fuga con billete de vuelta. Que se  me está olvidando el sabor de tus rincones, y se destiñen tus miradas en mi retina.

                                 Te vas convirtiendo en postal antigua, en carta leída y gramófono, y recordarte ya no es contar lo que nos pasa, sino batallitas de cuando fuimos.

                                 No me arrincones en tu carpeta de pendientes, junto al momento que no viviremos y la noche que no será, que quiero ser princesa por un día, aunque la medianoche rompa el hechizo.

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