No hay forma de no quererte, pero sí de distraer las emociones. No esperes desamor, pero sí desilusión.
Sigo sintiendo, y me place, pero me cansa insistir, porque cien veces lo intenté, y cien veces me dí de bruces con tu indolencia.
No cabe posibilidad de olvido, pero si de anestesiar el alma.
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