sábado, 12 de octubre de 2013

DO MAYOR SOSTENIDO

           El orgasmo en do mayor sostenido, existe.

           Hace poco lo discutía con una amiga. Ella que no, y yo que sí. Al final nos dimos  mutuamente la razón: yo a ella  porque puntualizó que no era posible hacerlo sola, y ella a mí porque reconoció no haberlo intentado con pareja. Los hombres no lo busquéis, que vuestro instrumento no tiene tantos registros. Lo sentimos mucho.

          No voy a descubrir la pólvora diciendo que existen muchos tipos de orgasmo, pero hay algunos con nombre propio. Éste es uno.

          No es más que un orgasmo clitoridiano, resultante de la estimulación pausada,  lo que  Grey llamaría un polvo vainilla con bastante azúcar y algo de cacao (qué daño ha hecho este libro. Ahora resulta que a todas nos tienen que gustar las cachetadas en el trasero). Hay que tomarse su tiempo para que la gráfica del orgasmo, esa que nos explican en sexología, con forma de meseta en la mujer, y de  pico en el hombre (pobres...), ascienda de forma ortodoxa, y una vez arriba, el músico que te toca el instrumento, debe alternar addagios y allegros, hasta que te quedes sin voz. Ni más, ni menos. Do mayor por la intensidad, sostenido por la duración.

          Imposible hacerlo sola: siempre acabas sin apurar, porque no controlas los tempos. Te quedas con la sensación de haber podido llegar a notas más altas. Pero con acompañamiento (que te sujete las manos, eso sí...), la ejecución de la  partitura, no depende de ti, y se tocan más bises.

          Total, que cuando sales del auditorio, comprendes la importancia de la música en tu vida. Y que no es lo mismo un rap, ni una rumba, que una balada de Bon Jovi, o una ópera a 14 voces...

          En fin, hoy es sábado, día propicio para las melodías, así que os deseo a todas una sinfonía operística, y un buen músic@ que la toque.


         A vosotros también, que sé que disfrutáis dirigiendo la orquesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario