Por si fuera precisa aclaración, soy más bien izquierdosa, pero por herencia.
Nunca sentí la llamada del lado oscuro, digo...derecho, pero mis ancestros, hasta donde he podido averiguar, siempre fueron curritos, algunos hasta la extenuación.
Los más recientes, Felipistas convencidos, no digo más. Mi abuela llego a ZP, pero votando a Felipe.
Aparte de la herencia cultural, sufro una afortunada malformación que hace que mis venas izquierdas sean de mayor calibre que las derechas, por lo que físicamente, mi liquido vital fluye mejor por la izquierda, marcando carácter.
Todo ésto viene a cuento para justificar mi curiosidad al escuchar hoy a un señor muy mayor, con aspecto de jornalero mal jubilado y sin plan de pensiones, sentado al sol en un banco de una plaza cualquiera, que sentenciaba ante sus boquiestupefactos compañeros de faena, que la idea genial de los librepensantes de cambiar de fecha los festivos y acercarlos a los fines de semana para evitar los puentes ES DE COMUNISTAS. Toma ya.
La originalidad de la idea me obligo a fingir escribir un SMS y pararme a escuchar el razonamiento, que no tiene desperdicio: si no hay puentes, se fastidian "los ricachones" y los "chupopteros funcionarios", que son los que se pueden permitir el lujo de escaparse. Si no los hay, todos igual de fastidiados, todos iguales ante el puente....La base misma del comunismo....!
Así que atentos, porque si el gobierno entrante se entera, igual en lugar de puentes tendremos acueductos, por aquello de contradecir a la siniestra.
Yo feliz, porque cualquiera de los cambios me vendría bien: más puentes satisfarían mi vocación de comopuedanomepierdouna, y menos puentes, mi vocación izquierdista.
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