Esta noche duermo con camisón. Es lo que tiene dormir sola, que la desnudez se me antoja absurda.
Si no vas a acariciarla, ¿para qué ofrecer mi espalda a la negrura de la noche?
Si no encontrarán el consuelo de tus besos...¿para que regalar mis senos a las sábanas?
Si no contemplarás mis placeres...¿ para que van a pensar en tí mis manos?
Hace tiempo que no dormía con camisón. Y sigue sin gustarme.
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