domingo, 1 de julio de 2012

EL ENVOLTORIO DE LO QUE ERES

           El envoltorio de lo que eres, se convierte en mi refugio, cada vez con mayor frecuencia. No es que mis problemas aumenten (no más que los del resto...) sino que, antes, recurría a otros consuelos. Las palabras de una amiga, el abrazo de mamá, la distracción de una fiesta... Pero después de probar tantas medicinas, me quedo con tu piel. La panacea, el remedio para todo en mi universo.

            La piel del amado/amante, según se busque consuelo para el alma o para el cuerpo, son bálsamo infalible para el dolor.  En el prospecto recomiendan que amado y amante sean la misma piel, porque el efecto es mucho mayor. También se recomienda que comparta tu hipoteca, pero es un matiz en la presentación, como elegir sobres o comprimidos...(que mala...)

           Cavilando sobre el efecto que en mí produces, me acongoja situarme en el supuesto de que se me negara el acceso. Imaginar que  tu piel no fuera mía, que estuviera lejos, o vetada a mis caprichos. 

          ¿Soportaría yo tenerte cerca, ver a diario tus manos consoladoras, percibir el aroma de tu cuerpo (porque los cuerpos amantes no tienen olor, sino aroma) y recrearme en la linea de tus labios, sin abusar de todos ellos...?

          ¿Sería capaz de estar en tu vida con un papel diferente al de tu amada/amante? Recibir tus sonrisas, tus palabras, verte...sin tocarte, sin envolverme en tus brazos, ni verme en tus ojos a oscuras ....

          ¿Podrían mi corazón y mi ego ignorar sus instintos, no invadir tu camisa, para acabar cuero con cuero a la menor soledad?

           Sinceramente lo dudo. Solo pensar en tus caricias, en el placer de tu abrazo y la calma que siento al respirarte cerca, e imaginarte censurado, prohibido, o de otra, se me antoja una tortura indecente. 

           Definitivamente, no.


No hay comentarios:

Publicar un comentario