MI ABUELO

       Hace hoy dos años que mi Abuelo se borró de la vida.

       Supo ser abuelo. Juzgar otras facetas, no es de mi incumbencia.

       Como nieta, le adoraba. Y hasta el último día de sus 92 años tuve ganas de pasar otro rato con él.

       Todavía espero que me llegue el tren que me criaba con leche, que se haría grande, como los que veíamos pasar desde su azotea en Juan Antonio Cabestany.

       Jamás se tomaba una pastilla sin el beneplácito de su médica ( yo). 

       Vivió según su criterio, y decidió cuándo y cómo morir. Se  borró de la lista de vivos tal día como hoy, dejando una nota exculpatoria para sus hijas, y pidiendo perdón a los que le lloramos, y a su Dios.

      Solo espero, desde el respeto a su decisión, que en los segundos de su precipicio hasta el adiós, la sonrisa de sus nietos fuera su último pensamiento.

      Gracias, abuelo, por la parte que tengo de ti. Perdona mis lágrimas, pero te sigo extrañando.