Páginaenblanco, Junio de 2013 .
Querido Tú:
Hoy te vi, de casi lejos, parapetada por la oportuna distancia.
Andabas cansino, como si el mundo entero se hubiera subido a tus hombros. Mi despecho anheló que la culpa de tu malandar la tuviera mi casi ausencia, pero sonríes con demasiada soltura como para pensar que algo te falte. Y tampoco estoy segura de que me hayas necesitado jamás.
A punto estuve de casi correr, para aliviar tu peso a besos...pero se me enredaron los pies con los abrazos que me debes.
Al fin y al cabo...¿para qué? Ya me he casi acostumbrado a morder mis labios cuando siento ganas de ti. Pero no de placer, como te gustaba verlos, sino de rabia por sentir lo que siento.
Sigo quedando contigo a solas, en ese rinconcito que nos alquila Morfeo, donde dispongo de ti, casi a mi antojo. He conseguido esconderte allí, y casi no sales sin mi permiso. Ya no violentas mi diario. Ya casi no me consumes...
Porque no quieres.
Casi tuya,
Yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario