Lo que a ti te pasa es que confundes días con horas, y horas con minutos, y por eso me abandonas a mi suerte, con el reloj desacompasado, y así mis horas son para ti minutos, y sumando, sumando, las tuyas para mí son días, y tus días, mis semanas.
Confundes mis reclamos de corazón deshilachado con pucheros de juguete roto, y los posibles ratos de un futuro cierto, con una ilusión botarate, con cuentos de hadas y de bodas de novieta antigua.
Confundes mis puntos finales y mis cartas sobre la mesa con berrinches de niña boba.
Confundes, iluso, tu vida con la realidad. Crees que vives más cuando no sueñas, cuando no me piensas, y estás suicidando cachitos de tu alma y sacrificando los míos.
Estás confundido, que no confuso, y me enredas, y termino escribiendo alucinaciones sobre este amor que me tienes, con principio de Alzheimer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario