ESOS ROPER...

      No entiendo el chantaje en las relaciones. Hay parejas que lo usan indiscriminadamente como motor de sus vidas en común, pero me parece la maniobra más absurda posible.
       A mí se me puede acusar de muchas cosas (no tantas, pero queda más interesante), menos de manipuladora. No sé hacerlo. No me sale. No se manejar ni a mis hijos.
       Afortunadamente dí con un hombre con la misma inclinación al libre albedrío, que conociendo todos mis puntos débiles, no los usa para su beneficio. O lo hace tan bien que no me doy cuenta.
       El tipo de pareja al que me refiero son estos que intentan controlar los movimientos del otro según su capricho, a cambio de "favores".
        Todos conocemos a alguna. Si tu no....puede que seas la que conoce otro. Piénsalo.
       Las féminas que gustan de esta técnica, suelen usar el sexo como moneda de cambio: hay que ser tonta!
     
      No le dejes ir al fútbol, quema su camiseta favorita, usa su maquinilla se afeitar, o ten la cerveza caliente...¿pero vas a quitarle algo que te beneficia a tí?
Eso se hace con los hijos, que los castigas sin salir y te fastidias tú sin poder ir a la piscina de bolas (oooooohhhh). Pero castigar al muchacho sin sexo, es un boomerang. Que la vida es muy corta, y " polvo que no echas, polvo que no recuperas". La frase no es  mia, pero me la recuerdan a menudo.
       Cuando las parejas funcionan con esta dinámica y fallan desde el principio, no hay problema, porque rompen y punto. Pero cuando la relación es duradera, crean una retahíla en la que intentan quedar por encima del otro(desde el amor, sin acritud...) y termina desgastando tantas cosas...
      Particularmente a los amigos, que tenemos que aguantar las constantes escenitas de los Roper a la española.
       Imagino que son conductas inevitables, pero aparte de lo cansado que debe ser vivir pensando en fastidiar al otro si no te sales con la tuya, y de perderte algún que otro momento de relax para adultos, resultan patéticos en las reuniones, porque comparten sus "batallas" con los demás, buscando aliados que les apoyen...
      Casi tanto como los que alardean de pareja feliz. Pero éstos no dan coraje, sino penita.
      Como hoy me ha dado por hacer amigos, me estaré ganando algunas maldiciones e insultos (aunque mi cumpleaños queda lejos, se habrán olvidado). Les ruego los envíen envueltos.