miércoles, 8 de febrero de 2012

SOCIEDAD ADOLESCENTE.

        Cómo cuesta en los tiempos que corren mantener la cordura necesaria para hacer juicios de valor, recapacitar y retroalimentarnos para conducir nuestras vidas. Aprender, vamos...
          Estamos (metámonos todos) prolongando la adolescencia.
           En ese periodo infernal nos atormenta la DUDA ESENCIAL. Lo dudamos todo porque carecemos de conocimiento en el que basarnos para resolver las incertidumbres: chico o chica?...fé o ciencia?...trabajar o estudiar?...Nos entrenamos para la vida a  base de resolver cuestiones vitales como qué falda ponerte el sábado.
     
         Igual que la dentición, la mayoría superamos la adolescencia y maduramos ( quizás debería decir "maduran"). Pero esta sociedad de vidas cuadriculadamente perfectas, hace que el sentimiento púber de inseguridad ante disyuntivas se prolongue indefinidamente.
         Necesitamos la tutela institucional o de agentes sociales que rubriquen como cierta la necesidad de que nuestro anciano padre sea internado en una residencia, o  que un psicólogo nos certifique que nuestro hijo no  es un gamberro, sino que tiene un trastorno de control de impulsos. El señor del banco decide cuanto podemos gastar.
        La culpa nos atrofia el carácter, capando nuestra capacidad decisoria.
        Rechazamos responsabilizarnos del posible fracaso consecuente a nuestra decisión. Siempre hay algo o alguien origen de nuestros problemas, y, por supuesto, contemplamos como inherente a nuestra persona el derecho a la felicidad y la buena vida.
       Conocemos los derechos, pero no los deberes, y protestamos cualquier sanción.  No aceptamos "culpa" ni "responsabilidad" como animales de compañía, haciendo que acumulemos frustración y falta de fortaleza para levantarnos de los batacazos. Muy poco Prozac se receta para como está el patio.
        Si bien es cierto que casi todos merecemos educación, trabajo justamente remunerado, casa propia, familia sana y a partir de cierta edad una pensión digna con la que solazarnos en la playa de turno, hasta el día del último café...el asunto es que estamos convencidos de que esto TIENE QUE SER ASI. O alguien lo está haciendo mal. Ni siquiera a eceptamos que las enfermedades existen, que algunas matan, y que nos puede pasar a todos. No hace falta que se equivoque un médico para que enfermemos ( aquí barro para casa....).
        Un día, te das cuenta de que los Derechos Humanos Universales son una norma puramente FILOSÓFICA, que habitan una dimensión paralela a la nuestra, y que a veces se rozan, en el llamado primer mundo. En el tercero, ni los huelen, y el segundo nunca supe cual es.
        Pero nuestra dimensión se rige por valores Materiales, y la Materia se estudia en Física, no en Filosofía ni Ética ( mucho menos en educación para la ciudadanía). Ya se me está yendo la olla...
      
        No es que me haya levantado catastrofista, que para eso tiene que hacer mucho mas frío, sino que recientemente he alucinado con los argumentos que gente a la que conozco, a quienes consideraba coherentes y normopensantes, esgrimían para justificar sus fracasos o errores. Y   se me vino a la cabeza, que igual que un adolescente en su inmadurez las pasa" prostitutas" para superar sus crisis, esta sociedad de supuestos adultos, se enfrenta a una CRISIS con mayúsculas, que verá nacer y crecer tragedias personales de mayor o menor calibre, por las que todos pasaremos...y sálvese quien pueda, porque me da que el pueblo no es, en este momento, sensible
a luchas por causas, ideales y proyectos humanitarios.
       Si la cuna de la Democracia y los padres de las civilizaciones actuales (Atenas, Roma, Emérita Augusta(otra vez barro para casa)), se hunden sin que pongamos remedio, algo debemos estar haciendo al revés. Y la culpa ya no  es del de la ceja (si, barro otra vez).
       La cosa se complica, y las decisiones cotidianas están en manos de adolescentes intolerantes a la frustración. Panorama inquietante.
        Como nota positiva, reconocer que no ando fina con las valoraciones, y casi siempre me equivoco....! Así que no será para tanto, o habrá que buscar un culpable y una subvención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario