jueves, 29 de agosto de 2013

VIERNES DE LA IRA

               Mañana hace dos semanas  que se  vivía en Egipto  el Viernes de la Ira. Parece el título de una película, pero fue peor. Fue el lema de la convocatoria con que se llamaba a los fieles a manifestarse,  tras la oración, eso si, en protesta por una masacre cometida por el gobierno.

               ¿Cómo se puede llamar al rezo en la misma frase en la que se reclama venganza?

               No es cierto que el dinero llame al dinero, pero la sangre si que llama a la sangre. Y en Egipto se va a derramar mucha. Como en Palestina, en Libia,  y en Siria. La región que antaño fuera cuna de  culturas milenarias, se pudre a merced de la irracionalidad humana. 

               Y esto no es cosa de moros, señores,  ni de países lejanos. Esto no es religión. Ningún musulmán de bien empuña un arma contra nadie, porque no es eso lo que le dicta el Corán. Tampoco la Biblia, ni la Torá.

               Esta ira  convulsiva y enrevesada, es vomitada por cerebros humanos, que interpretan y modifican lo sagrado, para manipular a los pueblos, para gobernar el fanatismo  al servicio de  poderes fatuos.

               En este mundo, cada vez mas encogido, globalizamos la  violencia y la ira, pero no la sensatez, ni la cordura. 

               Cada muerte, cada mutilado, las lágrimas de cada padre,  o esposo, son fruto de nuestra incapacidad.  Somos la única especie con poder e instinto autodestructivo, y lo vamos a demostrar. 

               No soy catastrofista, pero el fanatismo me aterra. Y un Viernes 13 me parece un chiste al lado de un Viernes de la Ira.

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