martes, 6 de noviembre de 2012

ANIMO TERMOSENSIBLE

            A veces, el frío de ventanas afuera se me mete dentro. Mi ánimo debe ser termosensible, y durante unos meses, depende de generadores de emergencia que, de vez en cuando, tengan a bien ponerme en marcha.

            Pero mi mecanismo es muy complejo, y si uno de los motores falla, con este tiempo hostil, le cuesta compensar. 

            Hoy necesito un chispazo. Desde hace días mi calle  parece londinense, y la necesidad de hacer algo útil, horadó un silo inmenso en mis entrañas, que solo se llena con chocolate. 

             A ver si vuelve el sol...

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