martes, 4 de diciembre de 2012

GALENOS, ALGO PASA.

        Tengo la mejor profesión del mundo.  Me da satisfacciones que compensan con creces los sacrificios. Pero reconozco, a regañadientes, que como colectivo, como gremio, tenemos defectos graves. No voy a hablar de ellos, porque aunque una sepa que sus niños son feos, no lo reconoce ante nadie... (el que tenga niños feos...)

         Pero una falta que siempre me avergonzó, es la indolencia ante las agresiones a nuestros derechos laborales. Como colectivo, tenemos la costumbre de evadirnos, de diluirnos en disculpas, o simplemente desaparecer, cuando se trata de protestar colectivamente o movilizarnos.  Fácilmente anteponemos nuestro interés personal al del colectivo, excusándonos, sin el mínimo pudor, en el bien del paciente. Sin generalizar, que no todo el monte es orégano, pero  es un rasgo que siempre me ha mortificado, al compararnos con otras profesiones.

         Cierto es que nuestra responsabilidad es garantizar la atención sanitaria, y con la salud no se juega. Pero  si somos capaces de operar a un bebé dentro de su madre, o de controlar el colesterol de Paquita, deberíamos ser capaces de encontrar formas de protesta y de reivindicación inocuas para el sistema, pero que se hicieran ver.

             Ni siquiera nuestro apéndice sindical ha sido nunca capaz de sensibilizar de forma ostensible, con argumentos, a la mayoría.

             Por eso, estos días, cuando al asomarme a la prensa, se me hace cotidiano ver fotos de batas blancas y pancartas, me doy cuenta de que algo verdaderamente grande pasa. 

             La crisis nos está atando de manos a todos, en mayor o menor grado, excepto a los sinvergüenzas que contribuyeron a crearla por lucro y a las hienas que acuden a la carroña. 

            Ante tamaña alarma social, el escándalo y la indignación, las hordas de noticias negras, y las impúdicas cifras de miseria, la conciencia se nos revela...Que cuando Rajoy aprieta, ahoga, pero bien...

           Así que me gustaría hacer notar ese cambio, ese giro en la actitud, ya no de los médicos, sino del tejido sanitario español, que sale todos los días a la calle a intentar salvar al paciente más grave que tenemos: el sistema sanitario.

          Vuestro esfuerzo intenta, entre otras cosas, que yo vuelva a tener un sueldo al que renunciar cuando crea necesario hacer huelga. Desde aquí os lo agradezco.



      P.D: especial reconocimiento a los MIR. Podéis más de lo que creéis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario