
Y los indultos, a mi forma de ver, son el máximo exponente de este peligroso reducto de absolutismo: si no me gusta, o no me conviene la sentencia derivada de una Ley, indulto al reo. "Si no aceptáis barco como animal acuático, me llevo es Scattergories" .
Entiendo que hay leyes antiguas, injustas (las de desahucios, por nombrar alguna polémica actual), incluso ambiguas o mal redactadas, y que también hay jueces que no saben sentenciar dejando al lado su ideología. Pero para que ésto no ocurra, me parece más sensato flexibilizar la interpretación de algunas leyes, o facilitar el sistema de recursos y alegaciones, que dar una patada a la independencia del poder Judicial.
Es más: entendería la existencia de indultos si fueran parciales, y administrados por un Tribunal superior al que emite la sentencia.
Porque esa es otra. Resulta que el indulto no anula el delito, sino el cumplimiento de la pena. Es decir, que el reo sigue siendo culpable, pero se le exime de cumplir su condena: has robado, pero no vas a pagar por ello. O yo soy muy ingenua, que puede, o es una patada al supuesto de igualdad ante la ley.
Mire usted, si el delito cometido no se corresponde en el momento de ser juzgado con la severidad de la pena correspondiente, (no tiene sentido penar con cinco años de cárcel el robo de una gallina...), dejemos en manos del Juez la reducción o el indulto parcial de la condena. Y no pequemos de arbitrariedad para acatar o no la condena, según nuestra afinidad por el condenado.
Que los jueces son expertos en aplicar las leyes que los legisladores les proporcionan. Es como si tengo apendicitis, y, en lugar del cirujano, es el gerente del hospital el que decide el tipo de incisión que se me hace. Si soy amiga, me hace laparoscopia y hasta cirugía estética, y si no le caigo bien, me abre de pubis a esternón.
Al indulto se le supone una carácter excepcional, y finalidad correctora. Pero la excepcionalidad la pierde cuando cada gobernante lo usa a su antojo, y la capacidad correctora del gobierno sobre los jueces, me da escalofríos...Es que mi profe de sociales y mis abuelos, lo pasaron muy mal en sus tiempos...
Menos mal que no estudié Derecho, porque no me iba a aguantar ni la madre que me trajo...
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