miércoles, 19 de diciembre de 2012

PROLEGÓMENOS

                  Teniendo en cuenta que faltan dos días para el fin del mundo, o para el gran cataclismo, con sus terremotos, tsunamis, impactos de asteroides y guerras nucleares, incluido un ascenso vertiginoso de la prima de riesgo...o para que algún zumbado  extremista la líe, amparándose en lo que se le ocurrió decir a un maya...igual es pronto para ponerse a preparar el Fin de Año. 

                 Yo es que llevo 354 días esperando que acabe el maldito 2012. Y ya me desespero...Así que voy a empezar con los prolegómenos (preparación excesiva o innecesaria para un evento).

                El espíritu navideño, este año, apenas se ha colado en casa por las rendijitas de las ilusiones de mis niños, que no tienen que pagar por las desganas y los duelos de los adultos. Pero hay que dar la patada en el fondo para subir, que se lo merecen todo. 

              Hoy empieza para nosotros la Navidad. Hoy hay teatro en el cole, con pastora y villancicos. Y mañana, más villancicos, pero con enanito de Blancanieves, y Paje Real, y notas. Luego vendrá Papá Noel, habrá vacaciones para niños, con cines, paseos y sorpresas, y con hartura de besos de papá y mamá. Y más pajes reales, y belenes y luces en las calles. Y merienda de chocolate con churros y hasta castañas asadas en Sierpes. Las uvas, las más pequeñitas para ellos, que se las coman todas. Luego el Cartero Real y por fin, la cabalgata previa al día grande. Y grabar en mi memoria para siempre las caritas del día seis por la mañana. 

            Uno cree que las Navidades se viven más cuando eres niño, pero no es cierto. La verdadera Navidad la conoces cuando eres padre.

           Son pequeñas cosas, pero ahí está su grandeza. Como la salud, las apreciamos cuando no están, o, como es nuestro caso, cuando te falta alguien importante con quien compartirlas.

           Este Fin de Año, va a ser diferente.  Quiero dejar atrás, esa noche, las cosas que pesan en el alma. Que no es lo mismo que olvidar, ni mucho menos. Voy a recibir el 2013 con ganas, sin lastres. Vamos a ponernos guapos, sin fastos, que no los necesitamos. Vamos a cenar juntos y a empezar el año con el pie derecho, y vuestras manos cerca. La fortuna, si viene, bienvenida sea. Pero no voy a brindar con oros para llamarla. Este año sólo pido la oportunidad de teneros cerca a todos los que sois parte de mi suerte, y disfrutarnos con salud. Lo demás son circunstancias.

           
           Eso es lo que espero a partir de hoy, con el permiso de los mayas ...

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