Te has escondido en los pliegues de mi piel, y amenazas con quedarte hasta que sean pellejos...
El placer de los ratos que me das, hacen insulsos los momentos sin ti. Y no me refiero al carnal, o al menos, no sólo a ese.
No puedo evitar buscar caricias en tus ojos, si me miras, ni encontrar algo tuyo en cada canción que escucho, ni buscar tu cercanía para respirarte.
Puedo vivir sin ti, claro. No he llegado a la psicopatía....Pero indudablemente vivo más cuando estás.
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