miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA BODA

        Hace casi un año conocí a una novia. Me la presentaron como compañera de trabajo, y ejerce de ello con solvencia. Pero su verdadera vocación es ser feliz, y repartirlo.

        Es una mujer de carácter, directa, inteligente, que habla venezolano con acento portugués, y a la que le salen estrellitas de los ojos hablando de su boda. Lo cual debe encantarle, porque las estrellas brillan...y ella es muy de brillos...

        Dentro de dos días, dejará de ser novia para ser esposa. Y si le pone el mismo empeño a todo, su marido no se arrepentirá jamás. 

         No he conocido a nadie que gastara tantas ganas en su sueño. Y como ella es creyente, su dios le dará el día que merece. 

          Desde lejos, un trocito de mi corazón la acompañará, escondido en las costuras de su vestido. La imagino blanca, radiante, brillante, como una princesa de cuento. 

         Y me guardo mi nudito en la garganta por no estar...

         Desde tan lejos, pero muy cerquita, te deseo lo mejor, de corazón. 

         A ver si la vida nos da la oportunidad de seguir brindando.

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