Nunca he dudado de tus ojos.
Desde que te recuerdo, son la base de una certeza. La convicción de que me quieres desde siempre. Para siempre.
Podrán negarme tus hechos y tus labios, incluso podrás disfrazar de témpano algún beso, pero nunca me mienten tus ojos.
Es curioso que,apenas conocerte , sin ser tú nada mío aún, se convirtieran en mi credo y mi verdad. Mi fe incontestable. Todo es susceptible ser mentira excepto el amor de tus ojos.
Sólo espero que, si un día miran a otro lado, sea porque nos dimos todos los besos y todos los momentos que nos correspondían.
Bésame más, no sea que se nos quede alguno en la recámara.
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