Es buscar el guiño, perseguirle la mirada que nadie más entiende. Compartir la travesura de su hijo, el reproche de tu abuelo. Reíros del careto del jefe y saber dónde pasará el fin de semana.
Saber qué helado le gusta y si le pone azúcar al café.
Recordar qué mes hace años de vuestra cita, la de la lluvia. Recordar los momentos a solas. Tenerlos, para poder recordarlos....
Saber donde vive, el color de sus paredes, a qué huele su casa y que ella sepa cual es tu sillón favorito.
Que no pasen días sin pensarla, semanas sin oírla, y que no tenga reparos en llamarte si le apetece.
Alegrarte de sus sonrisas tanto como ella lo hace por que seas feliz. Y que se te note.
Eso es estar en su vida. Y tú no quieres estar.
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