sábado, 10 de marzo de 2012

NO TE ACUERDAS.

         Tu no te acuerdas, pero hace poco charlábamos en una sobremesa, contando trivialidades. Te levantaste a buscar algo y tus manos se posaron en mis hombros apostillando la frase cariñosa que me decías.
         Suaves y fuertes, creadas para el sexo, se quedaron lo justo para que las acariciara con mi cara.
          Eran días cálidos, de ropa ligera y escotes generosos, así que no hizo falta mucho para que adivinaras que tu conversación y las miradas que me regalabas desde hacía rato, provocaron un engañoso efecto, similar al del frío. Sabes desnudarme con los ojos, y llevabas rato haciéndolo.
            Encontraste lo que buscabas en tres o cuatro eternos segundos, pero al volver, te quedaste a mi espalda. Tus dedos pasearon mi cabeza, que abandoné a tu balanceo, destensando mi cuello con tu masaje improvisado.
              Llegaste a los hombros, los benditos hombros, a veces tan sensibles y erógenos como senos. Mi espalda notaba las intenciones de tus caderas. No habría café, por ahora.
             Te arrodillaste besandome el cuello, acariciando mis brazos, abandonados a tu hacer. Cada centímetro susceptible se emociona cuando la lengua rubrica las caricias de tus labios.
             Tus manos habían encontrado el camino bajo mi blusa. Juraría que llevaba abrochado el sujetador...
             Mejor damos la vuelta a la silla, no? Mis manos pelean con los botones de tu camisa y ganan el hueco entre tus hombros. Las tuyas terminan de comprobar que tanga llevo y te guardas la prueba en el bolsillo.
            Me empujas hacia atras suavemente. Apoyarme en la mesa es la única forma de descansar los muslos en tus hombros...¿qué calor,no?...
           Haces gala de tu habilidad ,  y yo ya no soporto más preámbulos... Tampoco hacía falta tirar del mantel, pero jamás pensé que me importara tan poco que se rompieran los platos.
           Aprendiste entonces a comer natillas sin plato. Y yo que los manteles de plástico resbalan con el sudor.
          ¿Todavia no recuerdas?
Fue anoche, mientras dormíamos. Pero ahora estamos despiertos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

je suis palot !

Yo no soy sonsi dijo...

Me suena ese anónimo.

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