jueves, 15 de marzo de 2012

LO SINIESTRO DE LA DIESTRA AUSENTE

           Hoy han operado a mi padre de una mano. Nada importante y ha salido muy bien, gracias. El caso es que es la mano derecha y él es diestro. Y jubilado inquieto. Y hombre. Y con un genio de tres pares, heredado por la que suscribe. 
 
           Eso supone un duro postoperatorio....para mi madre. 

           Lo sé porque he estado pensando en lo que supondría para mí estar un mínimo de cuatro semanas con la derecha inmovilizada, (en un noticiario político esto sería una gran noticia...) y concluyo que mi marido me pediría el divorcio, y mis hijos se emanciparían. Ningún familiar cercano o lejano querría hacerse cargo de mí y terminaría en una residencia de dementes hablando con algún amigo imaginario...

          Haced el ejercicio. Es duro. 

          Yo duermo de lado, ahora sobre el derecho, así que cuando suena el despertador no hay problema, porque lo apago con la izquierda. Empezamos bien. Te levantas y vas al baño...y si tienes prisa, bajarte las braguitas con la izquierda sin otra mano para sujetarte la camisola... tiene su cosa.  Pero mi rollo de papel higiénico queda a la derecha, y le tengo cogido el punto a limpiarme con la misma.....Pero bueno, como necesitas concentrarte para no terminar pipiada, ya te vas espabilando. 

        Lávate la cara sólo con la izquierda. Y péinate. A mi ya se me da mal con las dos...Y lávate los dientes. Que mi cepillo es eléctrico y tiene un pase, pero cepillarte con la izquierda con uno normal...Además, ya lo habrás puesto todo perdido para poner la pasta...

       Pasamos a la ducha. Ducharse sola, con una mano fuera, es imposible. Lo único bueno es que necesitas ayuda y la más próxima suele ser tu pareja. Y no está mal que la laven a una enterita.

      Cremitas. Para la loción corporal siempre puedes echar mano de tu chico(nunca mejor dicho) y completas lo de la ducha, pero para la cara...se niega fijo. Y del maquillaje, mejor no hablar. Una, que es torpe, se restaura cada mañana con aceptable resultado, pero porque lleva años de entrenamiento, que te dotan de habilidad para saber donde poner más o menos cantidad de cada producto, en que dirección y con cuanto énfasis. Y es imposible trasmitirle a alguien la sabiduría de tu mano derecha en el arte de disimular imperfecciones.

     Vestirte. Yo he intentado ponerme el sujetador con la izquierda. Y menos mal que era una prueba que si no, tengo que salir penduleando. (Todavía paso la prueba del boli, pero algo se pendulea). En verano la cosa puede ser sencilla, pero vestirse con la izquierda en invierno es misión...que te cabreas, vamos!
Todo el invierno en  legguins o en pantalón, pero sin cinturón. Porque la falda vale, pero ¿como te pones las medias? Y zapatos sin cordones, claro. Y reza para que no llueva, porque los paraguas, aunque sean automáticos, hay que cerrarlos después.

       Desayuno. La cafetera(abre, pon agua, pon café molido sin derramarlo enrasa y cierra...ja!) puedes sustituirla por una de cápsulas o un té..Pero corta las naranjas para el zumo con la izquierda!... Sin heridos.  O el pan....Vale, puede ser de molde, pero prueba a untar mantequilla con la izquierda. Que si, pero es que a mi no me gusta el aceite...(pecado, pero no soy andaluza del todo).

       Lista para salir a la calle. En autobús o autopié, porque no puedes conducir. Si vas de compras (soy mujer, me refiero por supuesto a comprar ropa, o arriesgando mucho, zapatos...)intenta buscar tu talla sólo con la izquierda. Porque de probarte ni hablamos. A ojo y ya volverás a descambiarlo. Si es que incluso tareas básicas como sacar la tarjeta de crédito, se tornan cuasi imposibles (lo sé, no hace falta ser tan cruda. Este doloroso punto me lo podía haber ahorrado).

        Y luego directa a casita, porque con las bolsas en la única mano útil, no puedes coger nada del bolso, ni siquiera para pagar un café.

       Sin ánimo de extenderme más, probad a hacer cosas solo con la mano izquierda, como mandar un mensaje en un teléfono con pantalla táctil, freír un huevo, manejar el ratón del ordenador, sacarte las llaves del bolsillo(que siempre llevas en el derecho), estrecharla en un saludo, abanicarte, comer sopa, tender la ropa, planchar, cortarte las uñas...

       Si, si, os reís porque no es real.  Pues todavía puede empeorar la cosa. Imaginad que vuestro chico necesita ayuda para todo eso (cambiad el maquillaje por el afeitado y la tarjeta de crédito por el mando de la tele...). Vais a ser su abnegada asistente personal durante varias semanas.

      
     Por todo esto y mucho más, el postoperatorio de mi madre va a ser muuuuuuy duro.

    

1 comentario:

Ali dijo...

PUEDE QUE AL FINAL NO SEA TAN DURO....¡¡¡¡HOY SE AFEITO EL SOLITO!!!! SI ES QUE ES UN MANITAS

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