sábado, 23 de junio de 2012

AMANECER

             Esta mañana soñaba contigo. 

             Soñaba que tus manos humedecían el hueco en que mis muslos se separan. Tu cuerpo, apostado a mi espalda, hacía notar tu ánimo. Besos sensuales olisqueaban mi nuca. Todavía se me eriza la piel al recordarlo, y el escalofrío genial, recorre mi espalda, llegando, no sé bien cómo, a la parte baja de mi vientre.

            Tus labios (bendita tu boca) repasaban el camino entre la oreja y el hombro, repitiendo esa maniobra ante la que me sabes vulnerable.
Poco a poco, mis trasero se acomoda, dándote espacio, dejándote libre el camino. No sé cuando me quedé sin bragas. Quizás dormía sin ellas, como tácita invitación, pactada con la costumbre. 

            Nuestros incendiados medios ya se cogen el compás, y sin más, me siento llena por ti. Tu ánimo me inunda. Te me instalas dentro.

          Mi jadeo empieza a ser gemido, y se transforma en bostezo, que me saca del sueño, para descubrir que no es tal, que el placer que siento es tan real como tu cuerpo,  que me abraza desde hace rato, a juzgar por mi excitación.

          Has vuelto a hacerlo. Has vuelto a regalarme el amanecer con que me despiertas, aunque luego repitas que el regalo soy yo.

           Me doy la vuelta y me desperezo mientras tus labios despabilan mis senos, que no andaban precisamente  dormidos.

              Seguimos queriéndonos con el cuerpo, con las manos, con las bocas, desayunándonos casi. 

              Y cuando todo acaba, cuando empieza el día, tus ojos todavía no se dan  por vencidos, y siguen acariciándome mientras descansamos. 

              Casi sin intención, nos hemos colocado la sonrisa de "va a ser un buen día"....



P.D: fijo que gana España.


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