martes, 26 de junio de 2012

TRES MESES SIN ELLA

        Hace tres meses que perdimos un trozo muy importante de nuestras vidas. Se hacía notar poco, pero era uno de los pilares de carga de la familia. Todavía nos tambaleamos, y tardaremos en asentar de nuevo los cimientos.

        Aún no puedo contarla...

        Cuando  la  echo de menos, busco sus cosas, miro sus fotos, acaricio los recuerdos y me gusta hablar de ella. Me la devuelve un poquito. 

        Pero cuando es su recuerdo el que viene a buscarme, el dolor es aún intenso, mucho. Y no hay ahora mismo pena, que me haga llorar como haberla perdido.

        La disfrutamos tan poco tiempo, que los cachitos de su vida que nos dejó, cotizan al alza con el paso de los días, y los momentos con ella, son un tesoro incunable.

       El tiempo será el único que atenúe el dolor de no poder olvidar sus ojos. 

       Si son ciertos los rumores, y está en alguna parte, seguro que sonríe cuando le llegan los besos que nos quedaron por darle.

       

1 comentario:

Yakarta dijo...

Tantos y tantos besos... que queman los labios de pensarlo siquiera.

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