martes, 9 de octubre de 2012

ZANGANEO MENTAL

               Hoy me resulta imposible concentrarme. Mi cabeza pulula de un interés a otro, cual abejorro en invernadero.

               Intento estudiar, pero la pantalla del ordenador me parece tan insulsa... encuentro excusas continuas...Me levanto a tomar café, para no dormirme, molesto a  mi niña, con dudas por los deberes. Me escapo de mi cabeza con  la música de fondo: mi enano, que acaba de descubrir el emocionante mundo de la cartilla de lectura. Tiene los ojos abiertos como platos, que parecen salirse de la cara cuando reconoce las silabas encadenadas y su significado. Si mantiene su entusiasmo y se engancha a la lectura, estará ganando una parte grande de su dicha. Bienaventurado el que disfruta leyendo, porque suyo será el saber.

             Lo intento de nuevo, y me  descubro haciendo una lista mental, en el pensamiento paralelo, de las cosas que necesitan mi atención urgente: regar las plantas, ordenar los calcetines por colores,etiquetar los tarros de legumbres...

            Pero todo este zanganeo mental tiene un punto recurrente. Tú. 

            Tú y tus manos, Tú y tu cuerpo, Tú y tu risa. Tu silencio, tu calma, tu negación. La mirada que todo lo dice, la que espero. 

            Tú y nuestros planes, nuestros recuerdos, nuestros besos. La ola que nos lleva, la playa que esperamos.

            Llevo todo el día pensándote, intentando que mis fantasías funcionen como un imán del destino, que te conduzca a mí. Como siempre, tus obligaciones te encadenan, privándome de tus susurros. Ni el teléfono parece hoy de nuestra parte...

            Otro café, a ver que pasa...

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