CARTA- TESORO.

     A veces la Medicina en atencion primaria, te proporciona momentos crudos, pero otros dias, consigues entrar, queriendo o no, en la vida y pulsiones de los pacientes.

     Hoy, una viuda sesentona que a fuerza de coraje recupera su vida, me mostraba, cual tesoro capital, la carta de un antiguo pretendiente, recibida hace siglos. Me cuenta que vuelven a verse, y que ya no le recete mas antidepresivos, y que, ademas, duerme como un bebe, y desaparecieron las pesadillas.
       Lo primero que me vino a la cabeza fue que era la primera buena nueva del dia.
        Decia algo asi:

Hola, cielo.
         
          Como te va? No sabia si escribir despues de tanto tiempo. Acaso esperas aun mis escritos?

         Si sonries al recibo, habra merecido la pena romper el silencio autoimpuesto para no desviar el oleaje de tus circunstancias. No acabo de encontrar la playa hacia la que te lleva la dichosa marea. Debo ser mas de tierra adentro y no controlo el devenir de las corrientes.

       Solo queria que supieras que sigo pensandote. Que todavia no se bautizar lo que somos ni adivinar lo que seremos. Y que a pesar de haber renunciado al calor que esperaba, sigo sonriendo al pensar en nuestros ratos a solas.

       Que ternura la tuya al lamentar nuestra lejania, y que abnegacion me impones, dejando pasar el tiempo sin encontrar el hueco, la ocasion.

       Pasan los dias y en algun momento nos preguntaremos cuando fue que dejamos pasar lo nuestro, dejamos de cuidar lo poquito que teniamos. Espero que el recuerdo sea dulce, y quien sabe, quizas....

         Besos, siempre.

P.D: es un recurso. No seria etico publicar los secretos de un paciente.