41

         Hoy estamos de enhorabuena en casa.  Mi chico cumple 41.

         Él no disfruta los cumpleaños, nunca le han gustado, y llevo días pensando en un regalo, sin  suerte. Después de tantos años juntos, tengo la sensación de habérselo regalado todo...

         Lo único que le hace falta es un analgésico para el alma, que la tiene rota desde hace semanas. Sus hijos y yo tratamos de repararla, poquito a poco, y aunque lentamente, avanzamos. Paciencia, que la herida es grande.

        Por la misma razón no procede un homenaje escrito, ni contaros todo  lo que se de él.  Será a los 42. Sólo quiero que piense que es un triunfo diario estar aquí. Que sólo del azar depende que sigamos mañana, y que sigamos juntos.

        Hoy no nos sale del alma festejar.  Pero yo me voy a permitir un brindis, en la intimidad de nuestra cena, directo a esa mirada que reserva para mí. Por los 41 que cumple y por los que vengan. Que sigamos, los que le tenemos cerca,  disfrutando del hombre que es, y de todo lo que nos sabe dar.

         Cumple muchos más cariño, y yo que los vea...