miércoles, 30 de mayo de 2012

VÉRTIGO

          No sé si será que me he hecho mayor, aunque no tanto como para perder los miedos, pero desde hace semanas siento cierto vértigo.

          La inestabilidad que sufrimos la mayoría, en un mundo ya de por si bamboleante, me parece acelerada, superlativa. Y no sé si es esa perspectiva, la que también me distorsiona las noticias, y las hace dignas de días del inocente. A diario, se suceden vaticinios cada vez mas negros, con bolsas, cajas y primas que han adquirido un significado horrendo, respecto a su primitiva acepción.

          Esta espiral de negativismo, de dantescas situaciones, está haciendo mella en una generación en la que sabemos que las cosas hay que ganárselas, que no vale la ley del mínimo esfuerzo, salvo para unos cuantos listos que aprovechan un pelotazo. Que hasta hace escasos años, nos aventurábamos a planear a medio plazo, contando con más o menos sueldo, en función de lo que habíamos conseguido labrarnos. Planeábamos las vacaciones con meses de antelación. Contábamos con trabajar un cierto número de años, pagar una hipoteca proporcionada, con cierta continuidad en cuanto a posición, jubilarnos a los 65, y aprovechar lo que nos quedara practicando nuestras aficiones, cuidando de nuestros nietos...Teníamos conciencia de que  los derechos adquiridos eran invulnerables.

          De repente, incluso los que todavía nos mantenemos sin demasiado apuro, no somos capaces de hacer planes mas allá del mes que viene. Incluso siendo ladina, planeamos de viernes en viernes, según los recortes semanales del Consejo de Ministros....que hasta para eso hay que tener disgalactorrea (mala leche).  Sólo a gente de cierta calaña se le ocurre dejar las malas noticias para el viernes.

         Están minando no sólo nuestra situación, borrando de un plumazo todo lo que huela a estado del bienestar, sino nuestra moral. Es el momento para los emprendedores...para que los emprendedores se frustren!! La consigna es que usted se autoemplee, y se autofinancie. Tócate los....bemoles.

          Esta, mi generación, que es la que actualmente cotiza(cuando nos dejan), es la que mantiene el presupuesto, la que debe ser productiva,  y además de tener atadas las manos por el desempleo, ve aumentada su carga por la ausencia de recursos sociales en los que apoyarse. Es como un malabarista que cada vez tiene que mantener más pelotas en el aire. Todos conocemos  amigos o familiares pensionistas, parados de larga duración, enfermos  a los que se les recortan servicios...y se puede arrimar el hombro en una dirección, pero no en todas, y menos, cuando tu propio suelo se tambalea.

         A ese vértigo me refiero. A la sensación de que tu caída se aproxima, cuando hace unos meses, tus piernas eran férreas columnas.

         No, no soy pesimista. Es que las cosas me van mal, tienen pinta de ponerse peor, y mi capacidad de asombro sigue intacta. Cuando la pierda, llegará el pesimismo...

         Igual que nos ponemos manos a la obra con la operación bikini y los buenos propósitos de año nuevo, me propongo no divulgar mas que las noticias buenas. A ver si me sale...

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